Al Partido Comunista le corresponde ser la fortaleza de las instituciones educativas en todos los niveles, prestar atención y ser el apoyo de estas en la tremenda tarea de enseñar a las generaciones más jóvenes a sentir la historia de la nación, a aprehenderla y honrarla, para asegurar no solo el futuro de militantes conscientes, sino la preservación de los principios que nos han legado las gestas revolucionarias.
Fue ese uno de los más importantes consensos de los delegados al 8vo. Congreso del PCC, durante la segunda jornada de debate de la Comisión de Funcionamiento y Trabajo Ideológico de la organización, y con la conducción de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido.
En su calidad de invitado al certamen, Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas, reflexionó sobre la necesidad de impartir las clases, a cualquier nivel, de manera más atractiva, y sugirió la utilización de productos audiovisuales. Existen ejemplos del impacto que puede tener sobre masas de jóvenes un buen material audiovisual en torno a hechos históricos. Entre los ejemplos destaca la serie Lucha contra bandidos o el filme Inocencia, que tuvieron gran impacto en las nuevas generaciones.
La enseñanza de la historia, reiteró, tiene un componente emotivo. Además de la información, el estudiante tiene que enamorarse, debemos ser capaces de tocar una fibra íntima. Por eso, sugirió que se deberían dedicar más recursos a la elaboración de productos audiovisuales de ese calibre, que promuevan todo ese conocimiento, y en coordinación con los educadores, por supuesto, quienes tienen la labor de impartir esos contenidos.
Por otra parte, Alpidio Alonso Grau, invitado al Congreso y ministro de Cultura, expuso al respecto que, si bien existe un dilema con el presupuesto y los recursos que se necesitan para realizar mayor cantidad de productos de esta naturaleza y las posibilidades reales, sí es imprescindible llevar en paralelo el desarrollo económico y el factor ideológico, donde la cultura y la educación son fundamentales.
El titular de este sector puso la mirada en la importancia de que los jóvenes comunistas, sobre todo, lean obras que contribuyan a su solidez política e ideológica, como La historia me absolverá, el Manifiesto Comunista, o Nuestra América, esenciales para la formación de cualquier cubano revolucionario de estos tiempos.
En ese contexto, Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación y delegada por la provincia de Santiago de Cuba, destacó la alta responsabilidad de los educadores, en primer lugar, de formar integralmente a niños y jóvenes, lo que no solo se logra desde la academia, sino también desde la educación en cultura, en temas ideológicos y, por supuesto, la historia.
Acerca de esto último afirmó que, con el objetivo de priorizar la formación y preparación de los maestros en la enseñanza de la historia nacional y local, ha sido necesaria la colaboración de las academias de historia, especialistas, investigadores e intelectuales, entre otros actores, para garantizar paulatinamente que el estudio y profundidad en conocimientos de nuestros profesores se corresponda con maneras más atractivas y eficientes de instruir.
Mas, reconoció, hay que seguir mejorando. Hubo un momento en el que, en la secundaria básica, un porciento muy bajo de los educadores tenía la formación requerida en Historia. Eso se ha ido superando, pero debe seguir en el centro de atención de los núcleos del Partido.
Con todo esto coincidió Adys Norma Iraola Martínez, delegada por Camagüey, pues, si bien se está haciendo un gran esfuerzo por parte de las instituciones de Educación, Educación Superior y otros organismos, para lograr eficiencia desde los aspectos tratados, una pieza clave es la atención del Partido, en todos sus niveles, a la capacitación de los profesores y buscar, de conjunto, alternativas para asegurar la fortaleza profesional del futuro en esta materia.
Por otro lado, la delegada por Guantánamo, Yaritcet Jiménez Argota, miembro no profesional del Buró Provincial del Partido y profesora de la universidad de esta provincia, hizo alusión al vínculo de las casas de altos estudios con la sociedad, por su papel como instituciones formadoras de valores, en las cuales el trabajo político-ideológico reviste mayor importancia, por lo que es necesaria la preparación constante de docentes y trabajadores, además del intercambio sistemático con los estudiantes.
Al respecto, recordó que la universidad ha estado presente en todos los momentos históricos, pero ahora, con el contexto provocado por la pandemia, se han crecido también, tanto las instituciones, convertidas en escenarios de enfrentamiento, como los jóvenes, cuya colaboración ha sido crucial en toda esta etapa. Por todos esos motivos, el Partido debe poner mucha atención, desde las estructuras de base, sobre todo en la comunicación con esa juventud, y en la preparación de los profesionales y docentes de las universidades del país.
OTROS RETOS QUE IMPONE EL CONTEXTO ACTUAL
Todas las iniciativas que los delegados debatieron en el encuentro para incentivar el estudio y profundización de la historia, nacen de la necesidad de hacerle frente, con estrategias acordes a las nuevas dinámicas, al contexto social y comunicativo que se ha manifestado durante los últimos años en casi todo el mundo.
Abel Prieto Jiménez, lo destacó: la vorágine de internet y las tecnologías de la información, en general, han sido un factor importante en la tendencia cada vez más afianzada de las personas a leer menos, a actualizarse solo con los titulares, aunque estos contengan distorsiones, mentiras que, inclusive, se replican.
Asimismo, la invitada Arleen Rodríguez Derivet comentó que, en el análisis de ese asunto, hay que tomar en consideración los cambios generacionales, tecnológicos, la forma en que la juventud consume los contenidos.
Tenemos entonces, ante nosotros, un gran desafío –aseveró–, que es contar la historia de cómo se hizo la Revolución, las hazañas de quiénes protagonizaron esa gesta, pero de una manera que los enamore, que los seduzca. En ese empeño, consideró, no podemos separar la tecnología del entretenimiento, como tampoco hay discrepancia entre hacer política con memes, si somos un pueblo alegre, que disfruta del buen humor.
Con parte de esa afirmación coincidió Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, invitada y vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), quien aclaró que de internet no se puede hablar como un cuarto medio, sino como un medio ambiente, pues constituye un cambio antropológico en términos culturales. «Eso llegó para quedarse, no hay que satanizarlo, ni tenerle miedo, sino meterse de cuerpo a cuerpo».
Además de las debilidades actuales de los medios de prensa en el país, que no son nuevas, reconoció la periodista e investigadora, son notables también las amenazas que no teníamos antes, y la principal es la guerra tecnológica comunicacional, como eje de la guerra imperialista. Nos estamos enfrentando a laboratorios muy sofisticados, con tecnologías que ya se han calibrado en otros contextos políticos.
No obstante, resaltó, tenemos una gran capacidad de maniobra, proporcionada por la Revolución en el poder, el alto consenso social que se demuestra todos los días, el potencial científico y la posibilidad de crear equipos multidisciplinarios para hacer frente a esa dinámica. Somos un país con gran visión estratégica y, además, contamos con la certeza histórica de que no hay tecnología que pueda contra la voluntad de los pueblos.
LAS MUJERES Y LA JUVENTUD: PROTAGONISTAS DEL HACER DEL PARTIDO
En la sesión de este sábado, otro asunto crucial del debate fue el papel de la mujer y el protagonismo indiscutible de la Revolución en el avance hacia el cumplimiento de todos sus derechos.
De acuerdo con Teresa Amarelle Boué, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y delegada por Las Tunas, hoy estamos enfrentando una batalla ideológica fuerte en la cual la mujer es el centro de atención, porque es evidente que los derechos alcanzados por ellas hasta ahora constituyen uno de los logros más importantes de la Revolución, y todo lo que así se considere siempre es un blanco del enemigo, para su lucha despiadada contra los principios socialistas que defendemos desde hace más de seis décadas.
La también Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) explicó que existen muchas tendencias que hablan de la participación de la mujer en todas las luchas alrededor del mundo. Sin embargo, en Cuba está surgiendo una inclinación a negar lo que hasta ahora hemos alcanzado.
Expresó la miembro del Consejo de Estado que exigimos tolerancia cero a la violencia de género: «que podamos tener una ley contra ello es muy bueno; que podamos tener refugio para las mujeres víctimas, lo podemos hacer, pero lo que no está permitido es negar lo que hasta ahora la mujer cubana ha alcanzado, y la FMC surgió porque las mujeres, en aquel entonces, lo solicitaron, y para defender esta Revolución que cambió nuestras vidas.
«Por eso, la Federación es también una expresión de la unidad, porque estamos todas: blancas, negras, con orientaciones sexuales diferentes, trabajadoras y amas de casa, y haber podido integrar todos esos intereses es una proeza de esta Revolución, y de las mujeres de este Congreso, que representamos el 41 % de los delegados; también de las gobernadoras, ministras, contraloras. Mientras la FMC defienda la labor de todas esas mujeres estamos bien, pero nunca estaremos en contra de nuestra Revolución», exclamó.
Acerca del Programa para el adelanto de la mujer, Amarelle Boué manifestó que no se trata de un resultado de la FMC, sino de la Revolución, aprobado por uno de los Congresos de este Partido, como primer programa de igualdad que tuvimos las cubanas, y que hoy trabaja sobre los desafíos que restan.
«Todavía tenemos violencia, mucha recarga en el trabajo doméstico, todavía hay incomprensiones para dar a una mujer la posibilidad de ocupar responsabilidades mayores, y el General de Ejército nos lo ha criticado y, por eso, podemos decir que nadie ha sido más crítico que el Partido sobre todos los problemas de la sociedad, y el Informe Central lo demuestra», apuntó.
En ese sentido, José Ramón Machado Ventura alertó que es fundamental fijar en concreto las metas y establecer objetivos claros que no estanquen el camino hacia el avance de la conquista de demandas del sector femenino cubano.
En otro orden de temas, Ena Elsa Velázquez se expresó sobre el crecimiento de la Unión de Jóvenes Comunistas (ujc), otra cantera fundamental para la vida activa del Partido. Al decir de la Ministra, muchos círculos, escuelas primarias, especiales, e incluso secundarias básicas y escuelas pedagógicas, hoy no tienen un comité de base de la ujc, situación que, para revertirla, el sector y el Partido han encaminado acciones de manera conjunta, pero no es suficiente.
Si no logramos, advirtió, contar con comités en la base del sistema nacional de Educación, donde tenemos que tener mucha fortaleza, tampoco vamos a lograr núcleos del Partido en el futuro.
UN PARTIDO ATEMPERADO A LOS NUEVOS ESCENARIOS
Julio Heriberto Gómez Casanova, delegado por la provincia de Ciego de Ávila y miembro no profesional del Buró Provincial del Partido, subrayó que el trabajo político-ideológico y el ejercicio de la militancia se hacen con la Revolución en el poder y, aunque parece lo más fácil, en realidad constituye un reto enorme.
Nuestra labor no la podemos ejercer, especificó, con los logros ya consolidados, sino llenando las expectativas de las personas y atendiendo sus demandas. «Es ahí donde hay que concentrar las fuerzas, sin olvidar que esas mismas expectativas también se cultivan, se construyen desde los valores que predicamos».
El legado es la mayor fortaleza, reiteró, y hay que utilizarlo en el trabajo político, en hacer crecer a los militantes y en renovar, sistemáticamente, la reunión del núcleo. En esos espacios, ejemplificó, se puede estimular el hábito de la lectura en los jóvenes, o buscar otras maneras para llenar los espacios donde hoy podríamos ser vulnerables.
Al núcleo del Partido, agregó, se deben llevar todos los temas que hoy son medidores de la sociedad. No obstante, más allá del momento de la reunión, cada militante debe asumir tareas de impacto, y desde su cotidianidad, dedicarle tiempo a la organización partidista, refirió. «Nuestra membresía tiene que hacerse más fuerte, y ello debe ser sostenible, a fin de que el Partido siga ejerciendo el liderazgo que le corresponde».
Agregó que debemos continuar ofreciendo elementos que ayuden a la militancia, y al pueblo en general, a entender los reales propósitos del enemigo, y cómo esa batalla se ha trasladado al escenario digital.
Sobre cómo debe revitalizarse el funcionamiento del pcc en el escenario actual, marcado por la pandemia de la covid-19, meditó Antonio Víctor González Imbert, primer secretario del Comité Municipal del Partido en Cárdenas, quien señaló la necesidad de establecer nuevos y válidos mecanismos para hacer llegar la información a los militantes.
Entre todos debemos pensar cómo, desde el núcleo del Partido, podemos estar en el centro de los problemas, atender a las masas, y tener una activa influencia político-ideológica, aun en condiciones de distanciamiento físico y social, argumentó.
Se trata de un tema al cual Machado Ventura también dedicó espacio de reflexión, al considerar que debemos ser capaces de atemperarnos a cada realidad. Hay que salirse de los diseños preconcebidos, no podemos guiarnos, de manera estricta, por lo que estamos acostumbrados a hacer, pues sencillamente las circunstancias son diferentes, aseveró.
Los reglamentos y los estatutos han ido cambiando conceptualmente, pero también hay que continuar trabajando en el cambio de mentalidad de nuestros dirigentes y en la forma en que se conducen los procesos, añadió.
La delegada matancera Pilarin Baujil Pérez, profesora de la Universidad Camilo Cienfuegos, hizo referencia a que los militantes del Partido tienen que ser conscientes del juego del enemigo y no caer en la trampa de exponer, en escenarios que no son los adecuados, problemas que pueden tramitarse a través de las diferentes vías y estructuras de atención que tiene el país.
Actualmente, aseveró, hay toda una campaña para desacreditar la labor que nuestras instituciones realizan, sobre todo en lo relacionado con la Salud y el enfrentamiento a la pandemia.
Mostrar a las nuevas generaciones que el Partido significa responsabilidad, ser vanguardia en el desarrollo de los procesos productivos y sociales en favor de la Revolución, también forma parte de nuestra labor ideológica, resaltó Yuri Belén Ramírez, miembro del Comité Central y delegado por Artemisa.
Destacó, además, que hay que saber aprovechar el referente que tenemos en la dirección histórica de la Revolución, como paradigma de decisiones ante la vida, así como cambiar la mentalidad de que lo personal es primero, y privilegiar, ante todo, los intereses partidistas que son, a fin de cuentas, los intereses de la colectividad.
El Partido en Cuba está por encima de todo, reiteró, y ese análisis no puede enfocarse solo hacia los cuadros o los dirigentes administrativos, es también una reflexión que compete a toda la militancia, pues solo así la máxima de su conducta podrá valer como máxima universal en la sociedad.
Así lo compartió Tamara Valido Benítez, miembro del Comité Central, al expresar que «el Partido somos todos los militantes, todos los revolucionarios». Acotó que el mejor trabajo político-ideológico reside en hacer las cosas bien, y que no se trata de repetirlo como consigna, sino de llevar a cabo lo que a cada quien corresponde.
Según Yanina de la Nuez, primera secretaria de Mayabeque, uno de los elementos para abordar con mayor intención es el trabajo con la base, con las estructuras del municipio.
En opinión de la miembro del Buró Político, Marta Ayala, este es un Congreso del pueblo y así tenemos que sentirnos; hay una expectativa permanente sobre cuáles son los debates y la manera transparente en que esbozamos nuestras deficiencias y proyectamos sus soluciones, afirmó.
«No por la cantidad de delegados que, en esta ocasión, participan en el cónclave, deja de tener calidad y riqueza un debate que apuesta por el presente y futuro de Cuba, especialmente en un tema como la gestión de gobierno y el sistema del Poder Popular», destacó por su parte, Ana María Mari Machado, miembro del Comité Central.
La también Vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, hizo referencia a la importancia de la ejemplaridad, del comportamiento y la participación ciudadana en la formación del liderazgo revolucionario en nuestras comunidades; pues ello, a su vez, permitirá que estos líderes puedan cumplir con el encargo que les da la Constitución, en cuanto a la descentralización de las funciones en las asambleas municipales.
Los debates realizados en la jornada, precisó Machado Ventura, recayeron en el compromiso y ética de los que militamos, como le corresponde al Partido, en defensa de la Revolución.