En el Día de Prensa Cubana el necesario homenaje a la infantería del sector, porque si en una ocasión llamaron a la Televisión la artillería, para mí –que no soy nadie- la radio es la infantería, donde combatí un año en la primera trinchera, pero en los otros 50 he estado convencido de que es el medio que más llega… y lo explicaré.
Pero antes de llegar a delicadezas, primero lo importante: recordar que en las filas de Radio Guamá estuvo Jorge López González y fundó cátedra del periodismo revolucionario, y seguiría con Ricardo y Nieves, no por la negritud que algunos jerarquizan en moda transitoria, sino por el níveo pensamiento, la acumulación de años viajando el éter, su valor profesional y encima de todo, por su grandeza espiritual y humana, no crean que exagero.
Citar nombres no es correcto, es más no debo seguir, porque por la emisora –como le dicen los que la quieren- son tantos y me puedo equivocar; aunque me encanta equivocarme, así le doy la oportunidad a otros de intervenir.
Sí puedo decirles que no hay acontecimiento pinareño que la gente no se haya enterado por Radio Guamá y eso que hablo solo del Departamento Informativo, porque la ocasión lo reduce, pero si vamos al Departamento Dramático tendríamos páginas y páginas para hablar.
La redacción de “La señal sonora de la familia pinareña” incluye viejos y jóvenes, con mucho entusiasmo todos, porque cuando los restantes periodistas se acuestan, ellos siguen en el aire… pero con los pies en la tierra.
Hay escuchas que reducen su sintonía solo al Noticiero, pero no es así, sus notas, informaciones, entrevistas, crónicas, reportajes ocupan toda la programación, porque son muchos intereses.
El periodista radial conversa de tú a tú con el pescador, el obrero, el campesino, el minero, el artista, los deportistas, intelectuales, políticos, adivinadores, hojalateros, vinicultores, educadores, paracaidistas… no se les escapa nadie, las cogen en el aire y les llegan a todos.
Por eso explico en el preludio que la radio es la que más llega. Piensen conmigo: para leer el periódico hay que acudir hasta un estanquillo o que te lo traigan a la casa; acomodarse a leer, aunque no tiene que ser así, usted parado en una guagua puede leer, para eso se creó la técnica y llegarle a todo el mundo, aunque lo menos que ustedes esperan es una clase.
La televisión, la más bella de los medios, la que le gusta a la gente por las figuritas, no hablo de la producción del entretenimiento, sino a la noticiosa, los protagonistas prefieren que los vean por el vídeo, que antes de escucharlo por la radio o leerlo en el periódico, dejémoslo ahí.
Pero para la infantería radial no tienes que tener ni radio para escuchar las noticias, solo basta andar por las calles y de cualquier casa te llega el mensaje. Si estás en la selva, en el ártico, en la cima de la montaña o la sima de un terreno te puede llegar un mensaje por la radio… con dos pequeñas baterías basta; pero hasta sin las baterías, porque se puede con una piedra. ¿Ustedes no han escuchado lo radios de galena, sí con una piedra que produce sonido radial?
Dentro de tu casa te obligan a escuchar noticias, quieras o no, porque si te afeitas, si tu esposa lava en el balcón o en el patio, una radio se cuela en la privacidad y te lleva las noticias. Así que nosotros podemos prescindir de Guerrillero y de TelePinar, pero Radio Guamá nos persigue.
Nos persigue para bien, para escuchar la bella voz de las muchachas o los varoniles informes de los otros; es más, nos familiarizamos con ellos, son como propios de la casa.
Ahora en la pandemia nos mantienen informados, para eso se juegan el pellejo, porque incluso colegas han quedado atrapadas en cuarentena y en lugar de reposo y ocio, siguieron de periodistas y además de mensajeras: son gente de sangre caliente.
Los escuchamos desde los 11 municipios, nos actualizamos al momento y en la celebración proxima no tendrán brindis, pero si mucho trabajo, ellos son de los que se lo buscan y por eso sus pueblo los quiere mucho.