El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció este domingo como resultado del accidente que sufrió el helicóptero en el que viajaba, cerca de la frontera con Azerbaiyán, reporta la agencia iraní Mehr. La noticia fue confirmada por el vicepresidente iraní, Mohsen Mansouri.
Previamente, se comunicó que el aparato en el que iba el mandatario, junto con el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, el ayatolá Seyyed Mohammad-Ali Al-Hashem, habría tenido que realizar un aterrizaje forzoso debido a la densa niebla.
La aeronave formaba parte de un convoy presidencial de tres helicópteros. Los otros dos, que trasladaban a ministros y otros funcionarios, llegaron a su destino sin incidentes.
El lugar del accidente se sitúa en los alrededores de la aldea de Uzi, ubicada en los bosques de Arasbaran. Numerosos equipos de rescate fueron enviados para las labores de búsqueda. El difícil acceso a la zona del siniestro y las malas condiciones meteorológicas obstaculizan el trabajo de los rescatistas.
Poco antes de que se reportara el accidente, Raisi se reunió con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíyev, en la frontera para participar en la ceremonia de inauguración de unas nuevas obras hidráulicas en el río Araz.
Según el ministro de Interior, Ahmad Vahidi, «el presidente y su séquito regresaban en varios helicópteros después de la inauguración de la presa de Khodaafarin, cuando uno de los helicópteros tuvo que realizar un aterrizaje forzoso debido a las condiciones climáticas».