En la encantadora cocina cubana, el Congrí se alza como un tesoro culinario que fusiona la simplicidad de los granos con la exquisita complejidad de las especias. Este platillo, también conocido como «arroz congri» o «moros y cristianos», es un homenaje a la rica tradición gastronómica de la isla.
En su esencia, el Congrí une arroz y frijoles negros en una danza de sabores, enriquecida por el trío aromático de cebollas, pimientos y ajo. Los tomates, con su vibrante frescura, añaden una nota de color y vitalidad a esta sinfonía culinaria.
Con cada bocado, se experimenta la autenticidad de Cuba, donde la comida no es solo una necesidad, sino una celebración de la vida y la cultura. Este sencillo pero apasionante plato, arraigado en la historia cubana, invita a un viaje de sabores que despiertan los sentidos y conectan con el corazón de una nación apasionada por su cocina.
Ingredientes:
1 taza de arroz
1 taza de frijoles negros (previamente remojados y cocidos, o puedes usar frijoles enlatados)
1 cebolla grande, picada
1 pimiento verde, picado
2 dientes de ajo, picados
2 tomates medianos, picados
1 cucharadita de comino en polvo
1 hoja de laurel
Sal y pimienta al gusto
2 tazas de caldo de pollo (o agua)
Instrucciones:
En una olla grande, calienta un poco de aceite a fuego medio. Agrega la cebolla, el pimiento verde y el ajo. Sofríelos hasta que estén tiernos.
Agrega los tomates picados y cocina hasta que se deshagan y liberen sus jugos.
Incorpora los frijoles negros a la mezcla de tomate y revuelve bien.
Añade el arroz y mezcla todo para que los granos se impregnen con los sabores.
Agrega el comino en polvo, la hoja de laurel, sal y pimienta al gusto. Revuelve para distribuir uniformemente los condimentos.
Vierte el caldo de pollo (o agua) sobre la mezcla y lleva la olla a ebullición.
Reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento hasta que el arroz esté tierno y haya absorbido el líquido, aproximadamente 20-25 minutos.
Una vez que el arroz esté listo, apaga el fuego y deja reposar durante unos minutos antes de destapar.
Revuelve el Congrí con un tenedor para mezclar los frijoles y el arroz.
Sirve caliente como acompañamiento o como plato principal.
Este plato es un clásico en la cocina cubana y seguro será un éxito en tu mesa. ¡Buen provecho!