Hablar de “la magia del cine” no constituye frase hecha o recurso fácil. Desde su surgimiento, a finales del siglo XIX, la capacidad del séptimo arte para extenderse con rapidez por todo el mundo y conquistar públicos en cada rincón del planeta, es perfectamente comparable con un encantamiento.
Con la creación del cinematógrafo en la Francia de 1895, los hermanos Lumiere regalaron a la humanidad un lenguaje universal que es también industria, entretenimiento, espejo y esencia de las distintas culturas.
En la provincia de Pinar del Río, en lo más occidental de una pequeña isla antillana distante del continente europeo, el cine se conoció pocos años después de su surgimiento, y prontamente ganó notoriedad. Para el sistema institucional de la cultura en el territorio, este abril marca 85 años de cine. Todo comenzó con la inauguración del cine Aida.
LA GRANDEZA DEL CINE AIDA
El pinareño Dany Francisco Tejera también es un octogenario. Su historia personal está indisolublemente ligada a la del séptimo arte en la provincia, no solo por su temprana condición de cinéfilo empedernido sino también por su desempeño profesional como especialista y creador.
“Desde que conocí el cine me dije: ‘mi futuro está aquí”’, asegura. Tenía entonces siete años. Fue su padre quien lo llevó hasta el cine Aida, considerada la primera institución cultural del territorio dedicada a la actividad cinematográfica.
De acuerdo con los apuntes estudiados por el propio Dany, la primera vez que se vio cine en Pinar del Río fue en 1907, en la avenida Juana Romero del municipio de San Luis. Por esas fechas fueron apareciendo varias salas en la ciudad cabecera; pero todas tuvieron una vida efímera, a diferencia del “Aida”, inaugurado en abril de 1939, y activo en el panorama cultural pinareño hasta unos años después del triunfo de la Revolución.
“La grandeza de ese cine está en lo que aportó al entretenimiento y a la educación del público pinareño durante todo ese periodo. Allí tuvimos la oportunidad de ver lo mejor de la cinematografía mundial, y no solo veíamos las películas, también podíamos ver a los actores que venían hasta Pinar del Río, porque eran contratados aquí”, rememora el veterano.
Pedro Vargas, Jorge Negrete, Lola Flores, Libertad Lamarque, Germán Valdés (Tin Tan) figuran en la larga lista de distinguidos artistas que se presentaron en el cine Aida.
La institución era propiedad de Juanito Pérez y Eduardo Donésteves, quienes eligieron para la jornada inaugural la actuación de Ignacio Villa (Bola de Nieve) y Ernesto Lecuona, así como la proyección del filme mexicano Hombres de mar, protagonizado por Arturo de Córdoba.
“El Aida se convirtió en un acontecimiento cultural en Pinar del Río. Cuando yo salía de la primaria, lo primero que hacía era correr hasta allí para ver cuál era la película en cartelera. Se exhibían dos todos los días, y el domingo era tanda corrida, desde la una de la tarde hasta las siete de la noche, ponían dibujos animados, comedias, películas del oeste…”.
El crítico de cine José Alberto Lezcano también asistió a aquellas primeras décadas de la gran pantalla en Vueltabajo. El recuerdo del poder de convocatoria entre los pinareños de aquel entonces permanece en su memoria, ya agotada por los años.
“Había aquí una afición muy fiel, eran personas que tenían el hábito del cine, y eso se mantenía de padres a hijos. Era también una afición muy seria, pues la gente poseía una idea bastante completa, no era ver la película para entretenerse, era verla para buscar una lección, una enseñanza, una manera de vivir”, comenta el experto.
Luego del triunfo de la Revolución, los propietarios del cine Aida abandonaron el país y el inmueble fue demolido. En el mismo terreno se levantó entonces el cine Praga, inaugurado en 1966 con la película cubana La muerte de un burócrata, de Tomás Gutiérrez Alea. Otras salas fueron surgiendo en toda la geografía provincial. Así, continúa la historia.
EL COMPROMISO DE DIFUNDIR EL AUDIOVISUAL
“Cuando lo abrimos, no imaginábamos la aceptación que iba a tener, sobre todo en la juventud. Mayormente los fines de semana el cine se llena”, explica Miladys Ochandarena Ramírez, directora del Centro Provincial de Cine. Se refiere al cine Praga, que retomó sus funciones recientemente, luego de un amplio proceso de mantenimiento constructivo.
Con la renovación, además de la tecnología del lugar, la institución cuenta ahora con las condiciones necesarias para sostener la programación atractiva y sistemática que demandan los cinéfilos de la ciudad pinareña. Sin embargo, la realidad es diferente en el resto de los municipios, donde es compleja la situación constructiva y tecnológica de las instituciones dedicadas a la exhibición cinematográfica.
Según conocimos, de 28 cines existentes en la provincia, solo están activos 13; mientras que seis, de las 13 salas de video, permanecen cerradas. No obstante, Ochandarena Ramírez destaca que “hay un interés marcado del Partido y el Gobierno en la provincia, así como de los gobiernos municipales, en rescatar estos espacios.
“Ahora estamos interviniendo el cine de San Luis, al que ya le pusimos toda la cubierta, trabajamos igualmente en el de Viñales, y tenemos en planes intervenir el de Sandino. A la par, negociamos con el Icaic la adquisición de la tecnología para esos cines; ya tenemos la confirmación del equipamiento para el cine de Los Palacios que está en buenas condiciones constructivas”, explica la directiva.
El complejo estado de sus instalaciones ha obligado al Centro Provincial de Cine a buscar espacios de proyección alternativos en escuelas, hogares maternos, casas de abuelos, parques y comunidades. “Lo importante es difundir la obra audiovisual, aunque a veces no pueda ser en pantalla grande.
“Hemos rescatado el cine móvil que llevamos hasta lugares intrincados, distantes de nuestras salas, y hemos tenido mucha aceptación en todos los lugares a donde hemos llegado, aunque no contamos con toda la tecnología que necesitamos para lograr mayor sistematicidad en este proyecto”, asevera la entrevistada.
La directora del Centro Provincial de Cine manifestó que se mantienen en constante comunicación con el Icaic para que Pinar del Río se integre al circuito de estrenos del país. Agregó que aunque la actividad fundamental es la proyección de audiovisuales, también ofrecen sus espacios para la presentación de otras manifestaciones artísticas.
LOS REALIZADORES
Pinar del Río no cuenta únicamente con adeptos al cine, pues por estos lares existen creadores dedicados a la realización audiovisual. Para la especialista Yanais Gutiérrez Jorge es esta una provincia muy activa, sobre todo por el número de jóvenes dedicados a la animación.
Actualmente, unos 104 vueltabajeros forman parte del Registro del Creador Audiovisual y Cinematográfico, que ella atiende en el territorio. Según nos cuenta, muchos de los inscritos se encuentran ahora fuera del país, solo la mitad se mantienen en ejercicio como realizadores.
“No hay ningún colectivo de realización audiovisual legalmente reconocido por el Ministerio de Cultura, pero sí productoras en las que se han unido los realizadores por afinidad, empatía y comunión de intereses”, informa.
Entre los proyectos más activos destaca JunteraFilms, Desde el monte, R Studio, Cinema Conchita, HistoVideo y la filial de Cámara Chica Sandino. Estos dos últimos se ocupan de impartir talleres de creación y apreciación audiovisual a los infantes.
De igual forma, resaltan las producciones documentales de Reinaldo Miranda, en Minas de Matahambre, y la reciente incursión en el videolibro, asumida por los creadores Luis Hidalgo Ramos y Yanetsy Ariste.
“Sin embargo, somos la única provincia del país en la que ningún realizador ha accedido al Fondo de Fomento del Cine Cubano ni a la Oficina de Atención a la Producción”, apunta la especialista.
Gutiérrez Jorge califica de moderna y desenfadada la creación audiovisual pinareña. Géneros como el terror, poco socorridos en Cuba, han tenido su expresión en la provincia. Entonces, resulta cuando menos contrastante que sea baja la participación de nuestros realizadores en festivales y muestras organizados en el país. He ahí un desafío para el Centro Provincial de Cine en lo adelante.
LOS 85 SE CELEBRAN
85 años de pasión por el cine en Vueltabajo no pasarán inadvertidos. Los días ocho y nueve de abril, el cine Praga será la sede de un variado programa de celebración que privilegia la obra de realizadores pinareños.
Los festejos inician con la presentación del documental Isabel. Historia no contada, de Pedro Luis Hernández Pérez, que tendrá lugar el lunes a las 10:00 a.m. A partir de las 2:00 p.m. se dedicará la tarde de esa jornada a la proyección del videolibro El caballero y la novia retrato, de Yanetsy Ariste; así como a la exhibición de cortos animados cubanos.
El programa, previsto para el lunes, cierra a las 9:00 p.m. con el filme La bella del Alhambra, que contiene escenas filmadas en el teatro Milanés de Pinar del Río.
De la celebración por los 85 años de cine, también trasciende la presentación de cortos audiovisuales del proyecto HistoVideo en la mañana del martes nueve de abril, y el estreno nacional del filme cubano La espera, dirigido por Daniel Ross, en la tanda vespertina.
Una gala cultural, que inicia a las 6:00 p.m., y la presentación del videolibro 22 sonetos para no morir, de Luis Hidalgo Ramos, concluyen el programa de festejos previsto, una muestra más de que en Pinar del Río el cine sigue despertando pasiones con su magia.