La contratación de las producciones agropecuarias para el presente año 2023 no tuvo la calidad requerida, pues faltó disciplina, organización y control. Además, se vio perjudicada por la falta de preparación del personal, de información en cuanto al papel que desempeña cada actor en el proceso, la imposibilidad de llegar a todos los productores de manera directa y la distorsión creada respecto a la participación de las cooperativas.
“Esto trajo consigo que se contrataran menos productos, que algunos campesinos pusieran como argumentos la falta de recursos e insumos, y que las bases productivas se desentendieran de la siembra, la producción y los destinos”, dijo a Guerrillero Rogelio Rodríguez Perugorría, subdelegado agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura en Pinar del Río.
Por todo lo anterior, se decidió elaborar un procedimiento conjunto entre el Ministerio de la Agricultura, el Ministerio de la Industria Alimentaria, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y los sindicatos para el buen desarrollo de la contratación en el año 2024, acorde al escenario productivo actual, con la integración de los nuevos actores de la economía, el fortalecimiento de los sistemas alimentarios locales en los municipios y las normas legales existentes amparadas en la política de comercialización.
En Pinar del Río, como en el resto de las provincias del país, se realizaron seminarios en todos los municipios que luego se replicarían en las diferentes cooperativas y empresas vinculadas a la producción agropecuaria, con el objetivo de alcanzar, con la contratación de la producción agropecuaria y forestal, el respaldo al plan de la economía a través de un proceso objetivo que parta de las potencialidades de los productores y permita incrementar la oferta a todos los destinos por la vía estatal.
EL MUNICIPIO COMO PRINCIPAL DESTINO
“Este es el proceso principal que lleva a cabo la Agricultura para garantizar la comida del 2024. No solo se contrata la campaña de frío, sino del año entero. Ahora la cooperativa vuelve a ser el centro de la contratación. Esto no significa que los productores, como establecen las 63 medidas, no puedan hacer contrataciones directas, pero la cooperativa, al igual que la Empresa, debe saberlo y coordinarlo.
“Los destinos los da el municipio, porque es en el comité de contratación donde se define el precio y otros elementos como, por ejemplo, quiénes se hacen cargo de un SAF, de un círculo infantil o de un hospital, por lo tanto, las estructuras de base no pueden desentenderse de eso”, apunta Rodríguez Perugorría.
Una de las principales limitaciones en la producción agropecuaria, añade el directivo, es el tema de los insumos, sobre todo los químicos. Pero al estar Pinar del Río en una zona tabacalera, estamos acostumbrados a que siempre llegue un volumen de fertilizantes y se olvida el uso de la ciencia y la técnica, así como de los productos biológicos. “Es una debilidad que tenemos”, dijo.
Al respecto, el doctor en Ciencias Michel Ruiz Sánchez, investigador y profesor Titular del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (Inca), destacó las posibilidades que da el país para el uso de medios biológicos, la materia orgánica y el humus de lombriz.
“Con inteligencia podremos hacer contratos justos para los productores, y justos para el municipio y la provincia. Una tonelada del fertilizante más barato hoy en el mercado internacional cuesta 400 dólares, y si no tenemos dinero no podemos importar, por lo que nutrirnos de una cultura ecológica y biológica nos ayuda.
“Está demostrado que a veces se echan más químicos y se obtienen menos rendimientos que con productos biológicos, la explicación es sencilla: no tenemos en el suelo condiciones biológicas para retener los fertilizantes que aplicamos; sin embargo, queremos seguir aplicando más fertilizantes, y en la medida que lo hagamos rompemos el equilibrio del suelo y obtenemos menos resultados”, explicó.
Entre las novedades del nuevo procedimiento, subrayó Rodríguez Perugorría, que en relación con la producción de leche y carne la intención es entregar la mayor cantidad de leche fresca directa, y que a diferencia del año anterior el sobre cumplimiento de ambos indicadores tendrá un precio diferenciado con destino a las entidades estatales.
“El Estado puso indicadores para el sobre cumplimiento que son fáciles de alcanzar. Ese sobre cumplimiento tiene un precio atractivo, lo mismo para la leche que para la carne. Antes se daba la posibilidad de vender ese excedente a quien el productor quisiera, ahora el país, que tiene que importar la leche, necesita suplir ese déficit que existe para los sectores priorizados de la sociedad. Lo mismo pasa con la carne.
“Son indicadores que cambian para bien del guajiro. En el caso de los cárnicos, el Porcino por ejemplo, da la posibilidad de pactar precios con el productor”, refiere el funcionario.
PRECIOS, CONTRATOS, GARANTÍAS
Uno de los aspectos más polémicos en la contratación ha sido los precios. Alude Rodríguez Perugorría que los planes tienen que hacerse de acuerdo con las potencialidades de cada cual, porque un campesino no va a sembrar calabaza, por poner un ejemplo, para que le dé pérdida.
“Si a un productor no se le dan recursos, por supuesto que va a tener bajos rendimientos, ese productor debe contratar entonces a un precio acorde con lo que va a sembrar y a producir”, afirma.
Para Yadira García Sánchez, económica de la CPA Augusto César Sandino de La Palma, lo principal es que la contratación se haga con el respeto que lleva desde el municipio hasta la base, que es el productor. “Si lo vemos desde el punto de vista de recursos, realmente podemos decir que hoy lo que tenemos es solo el capital humano.
“En La Palma, uno de los mayores problemas de la contratación está en los precios, que cambian de hoy para mañana. Si hay un pico de producción, bajan, entonces el productor se hacía una idea de que iba a vender a un precio, y se afecta económicamente.
“Que haya estabilidad o que se cumpla con uno de los aspectos que se plasma en el documento, y que se ponga el precio en el contrato, va a ser muy difícil. Si no hay garantías de recursos ni del precio, eso influye en la motivación del campesino.
“Hoy los productores no te piden combustible, maquinaria, fertilizantes, ellos necesitan saber el precio al que les vas a pagar sus productos, porque tienen que invertir de su bolsillo para todo lo anterior, entonces el costo de la producción se incrementa.
“En mi opinión, si produces una hectárea y da buenos rendimientos, aunque lo vendas más barato siempre da rentabilidad. Lo principal para que haya producción es sembrar”.
Por su parte, Ibraúl Hernández, presidente de CPA Mártires de La Palma, agradece la posibilidad de que vuelva a ser la base productiva el gestor principal de la contratación. “Como productor y presidente de cooperativa siempre tenemos expectativas, pero es un año muy difícil, con limitaciones de recursos, y eso conlleva hacer un trabajo político ideológico con mucha más profundidad.
“Las mayores dificultades que veo en el proceso de contratación están relacionadas con las preformas de contrato que siempre llegan tarde, y también en el encuentro con el productor, pues a veces los que van a contratar no tienen la preparación suficiente para ello”.
En ese aspecto, explica Rodríguez Perugorría, que cada destinatario tiene una preforma que debe entregarse con tiempo a la cooperativa, a la Empresa y a los abogados para que se establezcan los acuerdos en plazos, precios y demás. Cada estructura debe contar también con el asesoramiento jurídico que identifique las debilidades y las fortalezas de los contratos.
“Este proceso de contratación es muy importante para nosotros, más en el momento que estamos viviendo. A los campesinos tenemos que ir con la verdad en la mano. Nos golpea duro el sistema de los precios, fluctúan mucho para el productor. Hoy la yuca está a 10 pesos, mañana a 15, luego a nueve. Esa es la mayor deficiencia que tenemos.
“Uno ve que los otros renglones de la economía suben, y en cambio en nuestro caso lo que hacen es bajar los precios para pagar a los campesinos. Comenzamos con una cifra ahora y en lo que transcurre el año la van bajando, y los guajiros tenemos las mismas necesidades que el resto de la población”, diceYosniel Núñez Vázquez, presidente de la CCS Manuel Fajardo de Viñales.
SIN SIEMBRA NO HAY COMIDA
El subdelegado de la Agricultura añade que actualmente una de las mayores preocupaciones radica en la cantidad de tierras entregadas que permanecen ociosas, y no solo las que están en manos de empresas estatales o estructuras productivas, también de productores privados.
“Hay más de 36 000 hectáreas entregadas que están en desuso. No se utiliza ni el 10 por ciento de las áreas. Y los productores que, supuestamente, son quienes mejor están trabajando, cuando sacas la cuenta para la actual campaña de frío, por citar un ejemplo, siembran menos de una hectárea en seis meses.
“Entonces, 43 000 hectáreas parece un plan exagerado, pero cuando lo tiras contra la tierra, no es nada. De acuerdo con diagramas y estudios que hemos hecho, el 20 por ciento de los campesinos de Pinar del Río se encargan del 80 por ciento de la comida que se produce, y el 80 por ciento de los productores solo aportan el 20. Quiere decir que el plan lo tienen encima cuatro o cinco, por lo que la contratación no es pareja. Por lo tanto, hay que darle seguimiento a eso, y el uso de la tierra es fundamental”, concluyó.
El actual proceso de contratación requiere de la participación de todos los actores que intervienen en el proceso en correspondencia con las potencialidades existentes, que se logren contratos justos para todas las partes, pero sobre todo, que además de garantizar una oferta variada de productos agropecuarios, esta se materialice en el plato de los pinareños.