“Lograr más agilidad en el levantamiento y diagnóstico de los daños, además del funcionamiento eficaz de las oficinas de trámites son los primeros pasos para resolver la mayor cantidad de casos damnificados por Ian”.
Así expresó en conferencia de prensa José Luis Hernández León, subdirector técnico de la Dirección Provincial de la Vivienda en Pinar del Río, a la vez que significó la importancia de establecer prioridades en el proceso.
Informó que hasta la fecha, de las 62 485 planillas asentadas en el registro de las oficinas de trámites, solo el 59 por ciento compraba materiales en las tiendas de Comercio.
Con el levantamiento aún sin concluir, hasta el pasado 18 de octubre se contabilizaban en la provincia 106 128 viviendas damnificadas, de ellas 13 213 correspondían a derrumbes totales y 12 848 a parciales. Mientras que en el caso de los techos se incluían más de 25 000 totales y cerca de 54 000 de manera parcial.
Advirtió Hernández León que en los casos identificados, la prioridad sigue siendo los vulnerables y aquellos que están aún en centros de evacuación y en casas de amigos y familiares.
“Además, los técnicos evalúan los totales y parciales de techo, que son los primeros a intervenir para que no se agraven, y también por el volumen de recursos que llevan. Igualmente, hay que resolver las facilidades temporales para las viviendas que son derrumbes totales y para ello hay recursos en los puntos de venta”.
Puntualizó que la provincia ha recibido 1 799 toneladas de cemento y 80 000 tejas de asbesto cemento, entre otros materiales que posibilitan un alto grado de solución, de ahí la importancia de la agilidad en las oficinas de trámites, por lo que es preciso que las personas acudan al lugar.
Dijo que existen 100 módulos de madera que se ubicarán, fundamentalmente, en el consejo popular La Coloma para dar respuesta inmediata a un número de derrumbes totales. Asimismo, de la Empresa Agroforestal Macurije se cargan otros 115 que serán distribuidos en el resto del territorio.
“Estos módulos representan 13 metros cúbicos de madera para hacer viviendas tipología cuatro, de núcleo rígido y de permanencia considerable. Son casas proyectadas por la Enpa que se concentrarán en casos vulnerables y críticos de esos asentamientos.
“También, se trazan directrices para identificar locales a los que se les pueda cambiar el uso y convertir en viviendas, eso daría inmediatez en resolver los problemas y ahorro de recursos”, concluyó.