José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), calificó hoy al VIII Congreso de esa formación política, convocado para abril de 2021, como «el Congreso de la continuidad histórica de la Revolución cubana».
Al intervenir en el acto político por el aniversario 60 de la creación del sistema de las Escuelas del Partido, Machado Ventura dio a conocer la convocatoria al magno evento, que ratifica la decisión de desarrollarlo en la fecha prevista.
Este será el Congreso de la Continuidad, expresado en el tránsito paulatino y ordenado de las principales responsabilidades del país a las nuevas generaciones, sentenció el segundo secretario del PCC.
Por su importancia, la Agencia Cubana de Noticias transmite a continuación, de forma íntegra, la convocatoria.
«El Congreso de la continuidad histórica de la Revolución cubana»
Convocatoria al VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba
Después de hacerse pública la decisión de efectuar el VIII Congreso del Partido en abril de 2021, un evento extraordinario marcó de forma crucial la vida de la nación. La pandemia de la COVID-19 puso a prueba la capacidad y la voluntad de la Revolución, y el temple de nuestro pueblo para enfrentar cualquier dificultad, por compleja que esta sea.
Una vez más se mostró ante el mundo la verdad de Cuba, sus valores, su probada vocación humanista, solidaria y de justicia social que, junto a la capacidad organizativa del país y el desarrollo científico alcanzado, nos ha permitido traducir en resultados visibles el compromiso con la vida y el bienestar de nuestros compatriotas y de otros pueblos, a pesar de la constante agresividad del Gobierno de Estados Unidos.
El capitalismo y sus defensores neoliberales demuestran no tener solución alguna ante problemas cardinales de la humanidad. Sus teorías del papel mínimo del Estado y la magnificación del mercado, solo reforzaron su incapacidad para salvar vidas.
Inmersos hoy los cubanos en la superación de los dísimiles obstáculos derivados de la pandemia, en particular los vinculados a nuestra economía, sumados a otros que ya venían gravitando sobre nosotros, el Comité Central del Partido Comunista de Cuba ratifica con esta convocatoria la decisión de desarrollar el VIII Congreso en la fecha prevista.
El Congreso centrará su atención en la evaluación y proyección de asuntos medulares para el presente y futuro de la nación, lo cual incluirá la actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, los resultados alcanzados y la actualización de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como los resultados económico-sociales obtenidos del VII Congreso a la fecha; analizará de igual forma el funcionamiento del Partido, su vinculación con las masas, la actividad ideológica y valorará la situación que presenta la política de cuadros en el Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las Organizaciones de Masas y el Gobierno.
Será un escenario oportuno para la actualización de nuestra estrategia de resistencia y desarrollo. Significará un estímulo a la participación de militantes, revolucionarios y patriotas en las soluciones que se demandan para enfrentar la aguda crisis mundial que nos impacta y continuar las transformaciones que fortalezcan la economía nacional. Para lograrlo contamos con una vasta experiencia de lucha en la construcción del socialismo como única opción de desarrollo, y con el ejemplo imperecedero del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder, nuestro Partido, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, asume una alta responsabilidad en la preservación de la unidad, factor estratégico para la victoria.
En estos años el Gobierno de Estados Unidos ha acentuado su hostilidad contra Cuba, arreciando el genocida bloqueo económico, comercial y financiero, y la subversión político-ideológica. A ello se suman las consecuencias de la crisis económica mundial. Frente a estas dificultades, el pueblo ha respondido con firmeza, disciplina y conciencia, lo cual requiere traducirse aún más en aportes de eficiencia y superiores resultados en la economía. Ello implica nuevas formas de pensar y hacer para alcanzar la prosperidad, fruto de nuestro trabajo diario.
En este escenario, la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución enfrenta amplios desafíos. Se afrontan problemas objetivos y subjetivos que influyen en el ritmo de aplicación de las políticas y medidas aprobadas.
La situación actual no puede convertirse en justificante que retarde los procesos; por el contrario, impone la necesidad de dar un impulso a la actualización de nuestro modelo económico y social para cumplir lo que hemos acordado y eliminar las trabas que aún persisten en el desarrollo de las fuerzas productivas y la eficiencia, asunto definido como problema estratégico principal por el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Urge incrementar la producción de alimentos en el país, empleando todas las reservas internas, que incluye, como en el resto de los sectores de la economía y la sociedad, la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico, además de la sistematización de los resultados.
Los vínculos entre el sector estatal y el no estatal de la economía han de seguir desarrollándose, como parte de la estrategia económica definida. La industria nacional deberá responder cada vez más a la demanda interna. Es imprescindible desterrar la inercia, la apatía y explotar con creatividad todas las potencialidades existentes, estimulando el aporte de todo el pueblo, sus ideas e iniciativas.
Debemos avanzar en la eficiencia de los procesos productivos y la calidad de los servicios, así como en el ahorro de los recursos, el incremento de las exportaciones, la sustitución de importaciones y la participación de la inversión extranjera directa. En ese empeño, la empresa estatal socialista está llamada a cumplir el papel principal que le corresponde en la economía nacional.
Nuestro objetivo es llegar al VIII Congreso con definiciones precisas y concretas, que fortalezcan y den continuidad al programa de gobierno emprendido, en cumplimiento de la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19.
La prevención y enfrentamiento constantes a la corrupción, el delito, las indisciplinas sociales y otras manifestaciones negativas incompatibles con las esencias del socialismo que construimos, deberá ser una tarea de todos.
Para alcanzar este y otros objetivos, debemos continuar fortaleciendo el funcionamiento del Partido desde el núcleo hasta las instancias superiores, a partir de la ejemplaridad de quienes militan en sus filas. A la par, resulta imprescindible contar con cuadros que mantengan en todo momento una actitud revolucionaria frente a los problemas, desarrollen la capacidad de análisis en la búsqueda de soluciones, estimulen el diálogo franco y se caractericen por una ética intachable en su actuación cotidiana.
El Partido mantendrá una prioritaria atención a la Unión de Jóvenes Comunistas, sus cuadros, militantes y las nuevas generaciones, en cuya formación y educación en valores tiene una responsabilidad especial. Igualmente, apoyará a las organizaciones de masas y sociales, en sus misiones de integrar, movilizar y representar a nuestro pueblo, propiciando una participación superior de sus miembros en los procesos políticos y socio-económicos que deciden nuestro futuro como nación.
Hoy adquiere mayor importancia el trabajo político-ideológico para enfrentar los intentos de restauración capitalista y neoliberal. Las redes sociales e Internet se han convertido en un escenario permanente de confrontación ideológica, donde también deben prevalecer nuestros argumentos frente a las campañas enemigas.
Ante la guerra cultural y de símbolos que se nos hace, la defensa de la identidad nacional, y la cultura, así como el conocimiento de nuestra historia, reafirman nuestra soberanía e independencia.
El imperialismo estadounidense no ha podido cumplir su objetivo de destruir la Revolución Cubana. Insiste en provocar la inestabilidad en el país, legitimar la oposición mercenaria y fracturar la unidad de los cubanos, convertida en valladar infranqueable para garantizar la libertad, la justicia y la democracia socialista que no se negocian.
Ratificamos una vez más la importancia estratégica de mantener la defensa y seguridad nacional del país como asunto de máxima prioridad.
Compatriotas:
En el 64 aniversario del Desembarco del Granma, fecha que trasciende por mostrarnos el valor del sacrificio, la confianza en el triunfo de las ideas que hace suyas el pueblo y la voluntad de vencer, ratificamos que este será el Congreso de la Continuidad, expresado en el tránsito paulatino y ordenado de las principales responsabilidades del país a las nuevas generaciones, con la certeza de que la Revolución no se circunscribe a quienes la llevaron al triunfo aquel glorioso Primero de Enero, sino a la voluntad y el compromiso de quienes la han hecho suya en todos estos años y los que continuarán la obra.
El VIII Congreso del Partido, que realizaremos del 16 al 19 de abril de 2021, será de todo el pueblo. Como en Girón, 60 años después, frente al imperio que nunca logrará doblegarnos, y ante dificultades presentes y futuras por poderosas que sean, una vez más proclamaremos ante el mundo nuestra convicción irreductible de Victoria.
Comité Central del Partido Comunista de Cuba