Luego de que el huracán Ian malograra una primera «cosecha» a gran escala, la Empresa Agroindustrial de Granos (EAIG) Los Palacios recoge los frutos de la persistencia en la cría de alevines en tierras arroceras.
Más de 600 000 ejemplares ya han salido de sus campos hacia distintos embalses de la provincia, y se estima que bajo agua queden todavía unos 300 000.
Jesús Frontela Zambrana, director de la unidad empresarial de base (UEB) Cubanacán, donde se lleva a cabo esta experiencia, explica que el ciclo demoró alrededor de 45 días, y que en él se ha estado cultivando la tenca blanca.
«Nosotros hemos asumido incluso la transportación, con una pipa, y las estamos poniendo en las presas donde nos solicitan los productores», dice.
En total fueron unas 20 hectáreas de terrazas planas en las que se «sembraron» 4,3 millones de larvas.
Frontela señala que se ha logrado entre un 20 % y un 25 % de supervivencia, y que solo esta primera cosecha le reportará a su entidad alrededor de un millón de pesos. «Los resultados son tan buenos, que hemos dicho en tono de broma que puede ser más importante cultivar alevines que arroz».
El directivo confiesa que en un primer momento tuvieron sus reservas.
En agosto de 2020 la empresa había realizado una primera siembra de ciprínidos (tenca blanca y manchada, amura blanca y labeo) con carácter experimental, con la que se obtuvieron 280 000 alevines en una terraza de 4,5 hectáreas.
Motivados con esos resultados, decidieron incrementar las áreas en tierras arroceras en reposo.
Sin embargo, las lluvias del huracán Ian harían que se desbordaran los acuatorios y se escapara buena parte de las larvas.
Con este mal precedente, Frontela confiesa que por un momento perdieron la motivación. «Hicimos un poco de rechazo por lo que pasó, pero decidimos prepararnos mejor, recrecer los muros de las terrazas, buscar las más profundas, y eso ayudó a que en esta oportunidad las cosas hayan sido distintas».
ENCADENAMIENTO NECESARIO
Según los especialistas, a nivel internacional, la cría de peces en tierras arroceras data de la década de 1940, y cuenta con experiencias muy valiosas en numerosos países, como China y Japón.
En la EAIG Los Palacios, hace alrededor de 30 años que se realizó, pero no existen reportes de los resultados.
Entre las ventajas de esta actividad, está el hecho de que las áreas arroceras que se utilizan tienen bastante similitud con los estanques de la acuicultura, con suministro de agua estable y suelos mejorados, en los que siempre quedan residuos de cosecha que ayudan a la alimentación de las larvas.
En lugar de llevar a los peces hasta la ceba, lo cual demandaría alrededor de un año, se ha optado por la obtención de alevines, con el propósito de aprovechar de manera intensiva la infraestructura arrocera.
Además, porque el principal problema que hoy tiene la acuicultura pinareña es precisamente el alevinaje, debido a que no se dispone de suficientes hectáreas para sembrar las larvas que se obtienen en la estación especializada.
Ante esta situación, en ocasiones no queda más remedio que echarlas directamente en las presas, donde la supervivencia es muy baja, por el acecho de los depredadores.
EL EMPEÑO DE SEGUIR CRECIENDO
Sin haber concluido la «pesca» de un primer ciclo, el director de la UEB Cubanacán afirma que actualmente se trabaja en la preparación de otras 20 hectáreas.
«Ya tenemos diez listas y debemos empezar a sembrarlas en los próximos días, con alrededor de 2,5 millones de larvas».
Con muchas terrazas disponibles aún, que pudieran explotarse, Frontela asegura que, luego de esta primera experiencia a gran escala, la intención de su entidad es continuar incorporando áreas.
«Estamos empeñados en seguir creciendo y en ayudar a cubrir toda la provincia. Dondequiera que haya una presa, le vamos a dar alevines».