Disímiles interrogantes bordean el futuro cercano, luego de que algunas naciones -después de tres meses de férreo control- comiencen a suavizar las medidas sanitarias contra la Covid-19.
Varias publicaciones dan a conocer criterios científicos de cómo será ‘la nueva normalidad’ postpandemia y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofreció también sus visiones y dejó incluso sugerencias para esa venidera etapa.
La primera de ellas, y la crucial para regresar de manera paulatina a retomar algunas actividades diarias, consiste en que los países garanticen un sistema de vigilancia sólido, disminución de casos y una transmisión controlada.
Estudios precedentes llevados a cabo por expertos en pandemias de Estados Unidos, Reino Unido y España, predicen que la enfermedad podría propagarse por un periodo de 18 meses a dos años, a la espera de la anhelada vacuna específica.
Al considerar el rol sensible de la transmisión asintomática en la propagación del virus, diseñaron tres posibles escenarios de lo que sucederá en todo ese tiempo: el primero de ellos es el que transitamos en estos días.
Lo bautizan como la primera ola de contagios, que -tras el desconfinamiento- será seguida por una serie de eventos repetitivos durante el verano del 2020, y después iría disminuyendo gradualmente hasta un momento de 2021.
El segundo escenario podría ocurrir en el otoño o invierno de 2020, con uno o más periodos subsiguientes, aunque más pequeños en 2021.
En cualquiera de los casos, sugieren, debemos estar preparados en los próximos meses para una significativa actividad de la Covid-19, con puntos críticos que aparezcan periódicamente en diversas zonas geográficas.
De ahí la preocupación de las autoridades sanitarias globales sobre los posibles rebrotes o repuntes.
Los gobiernos, ante el regreso paulatino a las labores cotidianas, deben tomar en cuenta que se tiene que hacer bajo estricto cumplimiento de medidas sanitarias, en especial el aislamiento social, explica la OMS.
Tras reiterar la entidad sanitaria que el riesgo de una vuelta al confinamiento sigue siendo muy real, si los países no gestionan la transición con sumo cuidado y de forma escalonada, explicaron como segunda medida que el sistema sanitario disponga de capacidades para detectar, aislar, hacer pruebas y tratar a todos los casos y rastrear a los contactos. En tercer lugar, recomienda minimizar los riesgos de brotes en entornos especiales como instituciones sanitarias y residencias de ancianos y aplicar medidas preventivas en los lugares de trabajo, centros educativos y otros sitios donde sea esencial que acudan las personas.
Para el organismo de Naciones Unidas, que lidera todos los acontecimientos asociados a la pandemia, es vital poder controlar los riesgos de importación ?de casos.
Como última recomendación plantea que las comunidades estén plenamente informadas, implicadas y empoderadas para adaptarse a la ‘nueva normalidad’.