La pandemia de nuevo coronavirus ha provocado al menos 436 mil 813 muertos en el mundo desde que China dio cuenta oficialmente de la aparición de la enfermedad en diciembre, según un balance establecido por AFP este martes en base a fuentes oficiales.
Desde el comienzo de la epidemia más de 8 millones 48 mil 880 personas en 196 países o territorios contrajeron la enfermedad. De ellas al menos 3 millones 681 mil 400 se recuperaron según las autoridades.
La cifra de casos refleja una parte de la totalidad de contagios debido a que los países practican políticas de diagnóstico diferentes. Algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización y en gran cantidad de países pobres la capacidad de testeo es limitada.
La cantidad de muertos en Estados Unidos, que registró su primer deceso vinculado al virus a principios de febrero, asciende a 116 mil 127. El país registró 2 millones 114 mil 26 contagios. Las autoridades consideran que 576 mil 334 personas sanaron.
Después de Estados Unidos, los países más afectados son Brasil con 43 mil 959 muertos y 888 mil 271 casos, Reino Unido con 41 mil 736 muertos (296 mil 857 casos), Italia con 34 mil 371 muertos (237 mil 290 casos), y Francia con 29 mil 436 muertos (194 mil 175 casos).
China, sin contar Hong Kong y Macao, tiene un total de 83 mil 221 personas contagiadas, de las que 4 mil 634 murieron y 78 mil 377 sanaron totalmente.
El martes y desde el comienzo de la epidemia, Europa sumaba 188 mil 349 fallecidos (2 millones 428 mil 525 contagios), Estados Unidos y Canadá 124 mil 354 (2 millones 213 mil 173), América Latina y el Caribe 81 mil 248 (1 millones 693 mil 908), Asia 23 mil 982 (882 mil 2), Medio Oriente 11 mil 994 (569 mil 562), África 6 mil 755 (252 mil 975), y Oceanía 131 (8 mil 739).
Este balance fue realizado utilizando datos de las autoridades nacionales recopilados por las oficinas de AFP y con informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dexametasona, el fármaco que reduce las muertes por COVID-19 hasta en un tercio
Científicos del Reino Unido afirman haber hecho «un gran avance» en el tratamiento de los pacientes que sufren COVID-19 al encontrar que el fármaco dexametasona reduce la tasa de mortalidad de los pacientes con ventilación artificial en aproximadamente un tercio en comparación con el grupo que recibió atención estándar, informan medios británicos.
Se precisa que el riesgo de muerte para los pacientes graves con ventilación artificial se redujo del 40 por ciento al 28 por ciento. Martin Landray, profesor de Medicina y Epidemiología en el Departamento de Salud de la Población en la Universidad de Oxford y uno de los principales autores del estudio, ha explicado que estos hallazgos sugieren que, por cada 8 pacientes tratados con ventiladores, se podría salvar a uno si los pacientes reciben dexametasona.
De acuerdo con un reporte de RT en Español, en el grupo de pacientes que recibieron dexametasona, pero no necesitaban un ventilador para respirar (sino oxígeno suplementario), la tasa de mortalidad cayó en un quinto (del 25 por ciento al 20 por ciento) en comparación con la atención estándar.
Al mismo, según la investigación, el fármaco no tuvo ningún efecto en los pacientes que no requirieron asistencia respiratoria (mediante un ventilador o máscara con oxígeno).
«Un gran avance»
De acuerdo con Peter Horby, el investigador jefe del ensayo ‘Recovery’ (Recuperación), los hallazgos de este estudio representan «un gran avance» en el tratamiento de los pacientes con COVID-19. «La dexametasona es el primer fármaco que ha demostrado que mejora la supervivencia al COVID-19», ha asegurado el profesor Horby.
«El beneficio de supervivencia es claro y grande en aquellos pacientes que están lo suficientemente enfermos como para requerir tratamiento con oxígeno, por lo que la dexametasona ahora debería convertirse en el estándar de atención en estos pacientes», agregó. «La dexametasona es económica, está disponible y se puede usar de inmediato para salvar vidas en todo el mundo», ha concluido. En el Reino Unido, la dexametasona cuesta 5 libras esterlinas (6,3 dólares).
Por su parte, el principal asesor científico del Gobierno, Patrick Vallance, ha calificado los resultados del ensayo de «tremendos».
El ensayo
La dexametasona —un esteroide que fue creado hace aproximadamente 60 años— es un medicamento antiinflamatorio que generalmente se utiliza para tratar la artritis, las alergias graves y el asma.
Durante la investigación, la dexametasona se probó en 2 mil 104 pacientes y los resultados de su uso se compararon con los de 4 mil 321 personas con COVID-19 que recibieron una atención estándar.
A lo largo del ensayo, que concluyó este 8 de junio, los pacientes recibieron una dosis diaria de 6 mg por vía oral o inyección durante 10 días.
Tras el anuncio de los resultados del ensayo, el secretario británico de Salud, Matt Hancock ha declarado que el país inmediatamente comenzará a dar dexametasona a los pacientes con COVID-19. También indicó que las autoridades médicas comenzaron a almacenar el medicamento cuando su potencial se hizo evidente por primera vez hace tres meses.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su beneplácito por los resultados de los ensayos clínicos iniciales que en el Reino Unido muestran que la dexametasona «puede salvar la vida de pacientes que están gravemente enfermos con el covid-19», según un comunicado del organismo.