La historia de la medicina puede ser tan extraña como fascinante. El experiodista Thomas Morris en su libro El misterio de los dientes que explotaban y otras curiosidades de la historia de la medicina (Penguin, 2018), revela varios de los casos más extraños en los anales médicos.
Este es uno de ellos: Los dientes que explotaban. Hace 200 años, un clérigo de Pennsylvania, Estados Unidos (identificado solo como el Reverendo D.A.) comenzó a padecer un dolor de muelas insoportable. Fuera de sí por la agonía, hizo todo lo posible para aliviar el dolor: correr por su jardín como un animal enfurecido, golpearse la cabeza contra el suelo y hundir la cara en agua helada. Pero todo fue en vano.
A la mañana siguiente, el clérigo caminaba de un lado a otro por su estudio, agarrándose la mandíbula, cuando de repente un estruendo agudo, como un disparo de pistola, rompió su diente en pedazos, dándole un alivio instantáneo.
Extrañamente, la explosión del canino del sacerdote fue el comienzo de una “epidemia de dientes explosivos” que eventualmente sería reportado en una revista dental bajo el llamativo título: Explosión de los dientes con un informe audible.
Al parecer, el dolor de muelas de una mujer joven terminó de forma espectacular cuando su muela adolorida estalló con tal violencia que casi la derribó, ensordeciéndola durante varias semanas.
¿Qué pudo haber causado estas explosiones dramáticas? Los expertos propusieron numerosas teorías, que iban desde cambios bruscos de temperatura hasta los productos químicos utilizados en los primeros empastes. Sin embargo, ninguno de estos argumentos fue particularmente convincente, por lo que el caso de los dientes que explotaban sigue sin resolverse hasta la fecha.