El líquido resultante está fortificado con «minerales que contienen propiedades antioxidantes, antienvejecimiento y ansiolíticas».
La compañía Kara Water con sede en Nueva York (EE.UU.) ha creado un dispensador que convierte el aire que nos rodea en agua potable, pudiendo generar 10 litros al día.
«Crecí en un pueblo donde hubo bacterias en el pozo durante 10 años y eso realmente afectó a la salud de mi familia», relata Cody Soodeen, director ejecutivo de la empresa.
Esa experiencia lo inspiró para diseñar el dispositivo, denominado Kara Pure, con el objetivo de «proveer agua potable a las personas que realmente la necesitan en el mundo».
Según se explica en el sitio web de la compañía, el aparato produce agua «fortificada con minerales que contienen propiedades antioxidantes, antienvejecimiento y ansiolíticas».
Asimismo, el dispositivo también «deshumidifica y purifica el aire».
Soodeen señala que Kara Pure no utiliza refrigerantes para condensar la humedad atmosférica y convertir el vapor en gotas de agua, pues ese proceso consume mucha energía, es ruidoso y perjudicial para el medio ambiente.
Por el contrario, el dispositivo usa un desecante que absorbe el agua del aire y la almacena en un pequeño tanque. A continuación, el líquido pasa por un sistema de purificación de múltiples etapas donde se esteriliza con luz ultravioleta y se mineraliza con calcio, magnesio, zinc, litio, selenio, estroncio y ácido meta-silícico. Por último, el agua pasa por un ionizador que la alcaliniza y un filtro de carbón que elimina las impurezas finales.
«Esta no es una tecnología de ciencia ficción», concluye Soodeen, subrayando que es muy real y tiene potencial «para llevar agua potable a los hogares».