-Tía, tía, ¡gané un concurso!, y tengo otra cosa que contarte: ¡Hice amistad con niños nuevos!, y ¿sabes qué?, conocí un payasín colorín alegrín y le sonreí -me dijo mi sobrino. Yo solo pude mirar a su mamá con tristeza.
“¿En qué momento nuestro niño se había agravado tanto? Deliraba. Llevaba tantos días en el hospital… Cada jornada un nuevo síntoma, un nuevo problema; mas su imaginario infantil no sucumbía ¡Qué duro ese batallar entre su cuerpo y su mente! Con sus cortos cinco años, descifró mis códigos, me dijo:
-Ven tía, mira mi teléfono para que te convenzas, conoce a los niños que han volado por el ciberespacio para venir a conocerme, tienen un grupo mágico de pinturas y adivinanzas, y payasean, y cantan, y me quieren, y burlan las distancias para que me escape con ellos y les lleve un dibujo ¿No es un grupo bello, tía? ¡Hasta me premiaron!, agregó orgulloso.
“Comprendí en el acto: habíamos encontrado la medicina exacta”.
Con estas palabras agradeció Alietys Navarro la contribución de los talleres virtuales de Crearte en la recuperación de su sobrino Maikol Garcés Reyes, quien estuvo dos meses ingresado en el Hospital Pediátrico de Centro Habana, tiempo en el que comenzó a familiarizarse con las actividades del proyecto sociocultural.
El distanciamiento social decretado en el país para evitar la propagación de los contagios por coronavirus obligó a detener los espacios presenciales de dibujo y grabado Ilustrando un sueño y Pekegafía derivados de la iniciativa comunitaria; pero desde el pasado dos de mayo, luego de explorar diferentes vías, Crearte reabrió sus puertas a través de las redes sociales y convocó a sus talleristas habituales y a todos los interesados, como Maikol, a sumarse a la experiencia Ilustrando sueños desde casa.
“A través de un grupo de whatsApp, nos propusimos continuar potenciando el desarrollo de valores éticos y estéticos y habilidades artístico- creativas en niños y adolescentes, con el acompañamiento permanente de instituciones locales y nacionales”, explicó Juan Silvio Cabrera Albert, coordinador general de Crearte.
Su inserción en internet les permitió crecer más allá de los límites de Pinar del Río, sitio donde nació este sueño hace cinco años. Ahora mismo cuentan con la participación de infantes de varias provincias cubanas y de otras naciones como Argentina, México, Italia y España.
Trinidad Quintana (Triny) vive en una calle llamada La Habana, en Las Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires. Es una niña artista que adora pintar.
“Me da concentración y detallismo. Siento que en lo que termino el dibujo ya está listo el coronavirus. Me gusta mucho estar con ustedes los de Crearte. Leo todos sus mensajes y veo sus dibujos muy lindos”, comentó en un mensaje de voz a través de WhatsApp.
Sus padres Juan y Mónica, ven en el arte un aliciente para sobrellevar la cuarentena.
“Los talleres virtuales han generado un hermoso intercambio lleno de colores y celebración por cada pintura realizada. Es un grupo de soñadores que en estos tiempos de COVID-19 reconforta y hace más llevadero el aislamiento, sobre todo en un momento en el que es difícil sostener la esperanza de volver pronto a los abrazos, a los encuentros, a los festejos…
“Hace poco fue el cumpleaños de nuestra hija Trinidad. Recibió tanto amor de ese país maravilloso que está lejos, que al final del día sintió que todos estuvieron aquí. El arte derriba fronteras y hermana a los pueblos”, expresó la pareja.
La originalidad, el aporte pedagógico y didáctico y la interactividad, han definido la correspondencia entre niños, padres e instructores, quienes han debatido, pensado y creado a partir de propuestas temáticas como Madre querida, Nuestro Martí, Por un mundo mejor, Mi familia, La amistad y los abrazos y Entre letras y pinceles (este último taller con categoría de concurso artístico-literario).
Al decir de Yania Collazo, especialista de promoción del Centro Provincial de Artes Visuales, “cada uno de los ambientes propiciados por Crearte fluye en dirección al bienestar y las raíces fértiles. El proyecto ha dejado bien claro el ánimo que pretende cultivar en niños y familias… ese que aboga por labrar el pensamiento, forjar el carácter sobre la responsabilidad y el respeto, agrandar el alma cobijando sensibilidades y abrir el corazón al amor desde la justicia y la buena fe.
“Desde este proyecto nos siguen llegando montones de trazos, colores de ensueño, ingeniosos escenarios, diferentes técnicas y profundas concepciones sobre la coexistencia pacífica entre humanos, plantas y animales; y cada vez, sumando miembros desde otros sitios del planeta. Nuestros pequeños artistas han compartido sus múltiples entornos familiares y sociales, dejando clara la responsabilidad civil y la urgencia de permanecer unidos”.
Nilo Cabezas Bencomo (Nilito), de Pinar del Río, se siente motivado con los procesos creativos incentivados cada semana:
“He podido representar historias y hasta los personajes favoritos de los cuentos infantiles que mis padres me han leído desde pequeño. Ha sido bueno conocer nuevos amigos y amigas, reír con las adivinanzas y trabalenguas y leer hermosas poesías. Crearte es un bonito proyecto que me estimula cada mañana a llenar de color mis sueños y fantasías”.
Desde México, Olga Patricia Pacheco Furber, trabajadora del área de formación ciudadana en la alcaldía de Iztapalapa y mamá de un hijo de cuatro y otro de 15, sostiene que la plataforma interactiva impulsada por los talleres online permite a niños como los suyos combatirla sensación de aislamiento:
“Se eliminan fronteras, lo que ayuda a imaginar y reconocer el planeta como el hogar común. Muchos de los participantes generan fuertes lazos de amistad. Existe un reconocimiento a la diversidad, un sentimiento de unidad… En el caso de mi hijo adolescente, el grupo virtual alivia la necesidad de pertenencia que la situación sanitaria dificulta.
“Propuestas como esta, demuestran que una crisis también puede presentar una oportunidad para mejorar, que existen otros modos de adquirir conocimientos y de mantener viva la esperanza de estar unidos. No se trata tampoco de adaptarse a la imposición del aislamiento, sino de generar un proceso de reinvención; de crear una reacción proactiva ante las dificultades”.
Interesante y emotivo el trabajo de Susana, la periodista. La familia de Maikol está muy agradecida de toda la ayuda que le ha dado Crearte al niño, gracias por tanto apoyo. Los niños tienen un gran corazón y con Crearte pueden soñar. Gracias a Juan Silvio y a otros promotores por tan bella oportunidad y por tener inmensos corazones
Hermosa nota que muestra un poco de lo inmenso que es CreArte. Gracias Susana.