Al cierre de 2018, los trabajadores de la fábrica de refrescos Los Portales pensaron que el récord de producción que acababan de implantar no duraría mucho tiempo.
Un proyecto para incrementar en más del doble la capacidad de la línea de pets (pomos de plástico) indicaba que pronto las cifras seguirían creciendo, afianzando la posición de la industria pinareña en el mercado nacional.
Sin embargo, 12 meses después las perspectivas habían cambiado. La contingencia energética que enfrentó el país, debido a las brutales presiones ejercidas por el Gobierno estadounidense para tratar de impedir la llegada de combustible a la Isla, hizo que en el último cuatrimestre de 2019 ellos apenas trabajaran.
De 278 millones de unidades producidas en el año anterior, entre latas y botellas de plástico, la producción descendió a 247,9 millones, y la inversión proyectada se pospuso por tiempo indefinido. Pero lo peor todavía estaba por pasar.
Mario Venero Bencomo, director de la planta, perteneciente a la empresa mixta Los Portales s.a., cuenta que, debido al recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de la Casa Blanca, y la crisis económica derivada de la covid-19, el acceso a las materias primas se ha vuelto cada vez más difícil.
Como resultado de ello, los números indican un decrecimiento estrepitoso de la producción y se expresan en una marcada escasez en toda la red comercial de la Mayor de las Antillas, incluyendo las tiendas en moneda libremente convertible (MLC).
En 2020, por ejemplo, solo se lograron 112 millones de unidades, menos de la mitad de lo que se hizo en 2019. En 2021, los resultados fueron más bajos todavía: apenas 86 millones.
“Los sabores de Ciego Montero y de la Corporación CIMEX solo se producen aquí”
El Director de la planta explica que el renglón más golpeado ha sido el refresco en lata, debido a lo costoso que resultan los envases.
El año pasado solo se pudieron entregar 23,5 millones de unidades. “Eso, en nuestra industria, equivale a un mes y medio de trabajo”, precisa Venero Bencomo.
Para que se tenga una idea de lo que Los Portales representa en materia de producción, el directivo señala que de esta moderna industria, ubicada en el municipio pinareño de Guane, sale más del 90 % de los refrescos en lata y en pomos de plástico que se obtienen en nuestro país.
“Todos los sabores de la marca Ciego Montero (Tukola, Tukola dietética, Naranja, Gaseosa, Piña, Mate) y de la corporación Cimex (TropiCola, Cachito, Najita, Ironbeer) se producen exclusivamente acá”.
Una industria con tecnología de punta
Desde finales de la década de 1990, tras una poderosa inversión en asociación con la reconocida firma Nestlé, por la que en su momento se le consideró la mayor planta de agua mineral y refrescos del Caribe, Los Portales había estado actualizándose continuamente.
En 1999, el primer año completo de trabajo tras el cambio total de su tecnología, Venero Bencomo recuerda que se lograron 12 millones de unidades, y a partir de ahí las cifras se multiplicarían.
Una década después, en 2009, se producían 48 millones de pomos en cuatro formatos, y 153 millones de latas de refresco de 12 sabores.
En 2012, el diario Granma anunciaba nuevas inversiones que permitirían un aumento del 50 % de la capacidad en la línea de latas, la introducción de diseños mucho más funcionales en los pomos de plástico, y un mejor aprovechamiento de las materias primas.
El Director de la planta asegura que siempre ha existido una fuerte inyección de equipamiento nuevo. “De lo que se montó en 1998 para la reinauguración de la industria ya no nos queda ningún equipo”, dice.
“Es mejor producir en Cuba”
Fábrica de Refrescos Los Portales, en Pinar del Río. / Foto de archivo Cubadebate.
Para la fábrica pinareña, sin embargo, las cosas no siempre han resultado color de rosa, y ni siquiera su condición de empresa mixta la ha librado del acoso que Estados Unidos mantiene sobre la economía cubana.
Su director recuerda que más de una vez les han cerrado contratos o negado las piezas de repuesto, obligando a desactivar máquinas imprescindibles.
Es lo que pasó, por ejemplo, con los codificadores que ponen la fecha de vencimiento de los productos y que, finalmente, tuvieron que cambiar.
“En este momento estamos sin piezas para la tapadora de latas. La empresa que nos proveía de ellas le vendió sus acciones a una firma estadounidense y ahora nos dicen que a Cuba no le pueden vender”.
Pero la caída en picada de la producción de Los Portales en los dos últimos años no ha estado asociada a alguna falla de su tecnología.
El director de la industria explica que buena parte de las materias primas que se emplean son importadas, y la compleja situación económica que atraviesa el país ha limitado su adquisición.
Las mayores dificultades han estado asociadas con la compra de latas y tapas de aluminio. “En ellas es donde más se gasta en esta fábrica, desde el punto de vista de los consumos anuales”, advierte Venero Bencomo.
De modo que, como alternativa, se ha estado potenciando la línea de pomos de plástico, teniendo en cuenta que las proformas, a partir de las que estos se obtienen, son de producción nacional.
Durante 2021 se hicieron 62,6 millones de unidades, una cifra cercana a los 68 millones que pueden lograrse en la industria.
En cambio, la línea de latas, con capacidad para 220 millones de unidades, solo se explotó al 10,6 % de sus posibilidades.
Que la falta de financiamiento limite el desempeño de una industria cubana no es noticia, pero el caso de Los Portales tiene una particularidad. Mientras su producción se ha estado reduciendo, las tiendas en MLC se han estado abasteciendo con refrescos importados.
El Director de Los Portales asegura que la planta no solo es competitiva en materia de calidad, sino en términos económicos.
De hecho, sin haber incrementado sus precios con la Tarea Ordenamiento, ni reducido plantilla, a pesar de estar funcionando a media máquina, el salario de sus trabajadores actualmente supera varias veces el salario medio del país.
“Es mejor producir en Cuba. Se genera empleo y desarrollo, y se evita la dependencia de los proveedores extranjeros –alega Venero Bencomo–.
El Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha insistido en la necesidad de darle mayor protagonismo a la industria nacional, pero que también esta tenga mayores encadenamientos con los procesos económicos internos.
Hoy la fábrica Los Portales también presenta esa situación porque sus materias primas precisan ser importadas y para mantener esa dinámica no dispone ahora de créditos y de otras cuestiones financieras.
Indicios de recuperación
Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
En el empeño de salir adelante, Los Portales no se ha quedado cruzada de brazos y ha apostado por las distintas variantes que tienen las empresas para generar divisas, como las tiendas en MLC y las ventas online y al turismo.
“Gracias a ello podemos honrar nuestros pagos y adquirir los insumos”, señala el directivo, y agrega que en la medida en que los ingresos vayan creciendo, darán la posibilidad de acceder a mayores volúmenes de materias primas.
En 2022, por ejemplo, se prevé la elaboración de unos 50 millones de refrescos en lata, algo más del doble de lo que se logró en 2021.
Para Venero Bencomo, este sería un indicio de recuperación en el que la industria continuará insistiendo, a partir de las fórmulas creadas en el país y la autonomía que tienen las empresas para trabajar.
No obstante, las cifras que se manejan para este año siguen estando lejos de lo que la fábrica pinareña es capaz de hacer, y sobre todo de la demanda de un mercado que hoy tiene dos rostros, uno en moneda nacional, muy desabastecido, y otro en MLC, en el que se ha estado supliendo su ausencia con refrescos importados.
(Tomado de Granma)