Hace 17 años que Armando Blanco Rodríguez se dedica a trabajar la tierra. Con su padre aprendió las artes de sembrar tabaco, pero prefirió dedicarse a los cultivos varios. En su finca El Mango, que abarca alrededor de 26 hectáreas produce “de todo”, como él mismo dice, aunque este año el tomate y la calabaza han sido el plato fuerte.
Anteriormente estaba asociado a la CCS Pascual Martí, y desde finales del pasado año decidió vincularse a la UEB Sur, perteneciente a la Empresa Integral y de Tabaco Consolación del Sur, a partir de la Resolución 599 de 2021 del Ministerio de la Agricultura, la cual aprueba regulaciones en contratos de vinculación de usufructuarios a empresas estatales.
“Desde diciembre pasado a febrero hemos entregado más de 3 000 quintales de comida a los mercados que gestiona la Empresa, uno ubicado en Pueblo Nuevo y el otro cerca del Pedagógico en Pinar del Río. Esperamos abastecerlos con tomate durante marzo y hasta abril”, dice El Papo, como lo conocen todos.
Además de plantar ají, maíz, mango, yuca, coco, aguacate, entre otras viandas, hortalizas y frutas, incluyó este año la berenjena, que aunque reconoce que no tiene mucha demanda en la población, el principal destino es garantizar la semilla solicitada por la planta de frutos carnosos del municipio.
“Tratamos de mantener el ciclo con un grupo de cultivos que son menos exigentes como la calabaza, el maíz y el tomate. Claro que ahora el tema de los recursos afecta, porque todo está difícil pero no podemos quedarnos a esperar.
Además, con esta nueva experiencia hemos mejorado. No he tenido problemas con el transporte hacia el mercado, hay más exigencia, constancia. Abastecemos dos veces a la semana y hasta el pago es más rápido, antes teníamos que esperar hasta tres meses. Ahora hay incluso posibilidades de hacer contratos con otras entidades, lo que no puede pasar es que perdamos la cosecha.
MÁS QUE PRESTAR SERVICIOS, PRODUCIR
Sobre la nueva experiencia con los usufructuarios conversamos con Yoel Hernández Acosta, director general de la Empresa Integral y de Tabaco Consolación del Sur. Actualmente, tienen 32 productores vinculados a la entidad con un programa de siembra para tributar a los dos mercados que gestionan.
“Para lograr estabilidad en el abastecimiento a esos mercados tenemos contratados con ellos más de 40 000 quintales de comida para este año y buscamos productores que no sean monocultivo para ofertar variedad: viandas, hortalizas, granos y frutales.
“También trabajamos con el fondo de fomento agrícola, con un crédito aprobado de 14 millones de pesos para 150 hectáreas de yuca y 100 compactas de plátano. El objetivo no es solo prestar servicios, sino producir. Eso debe quedar sembrado en la campaña de primavera y ya tenemos el volumen de semilla necesario. Es una fortaleza para la Empresa porque generaría ingresos y además utilidades”, explica Hernández Acosta.
La Empresa Integral y de Tabaco Consolación del Sur tiene un fondo de tierra de más de 50 000 hectáreas, y se encarga de casi el 30 por ciento de la comida que se produce en la provincia.
“Tenemos que seguir aplicando la ciencia y la innovación en los cultivos varios, aplicar biofertilizantes y también estimular a los trabajadores, lograr que la Empresa se fortalezca. Para ello ya comenzamos a crear colectivos laborales en aras de buscar eficiencia. Es un alto compromiso garantizar un nivel de alimentación al pueblo y sabemos que existen limitaciones de recursos, pero en vez de pensar en los problemas debemos enfocarnos en buscar soluciones con lo que tenemos”, concluyó.
Flexibilizar la comercialización, estimular a los campesinos y fortalecer el papel de la empresa estatal socialista, forman parte de las 63 medidas que impulsa el país para desarrollar la producción agropecuaria y el avance del modelo económico y social que queremos, objetivos que no resultan imposibles, cuando la producción de alimentos está en buenas manos.