Por estos días se ha posicionado en todas las redes sociales el hashtag “quédate en casa”. La pandemia de la Covid19 no ha encontrado, hasta el momento, límite geográfico que la detenga y ya ha tocado a la puerta de más de 170 países.
Mientras los profesionales de la salud batallan día a día, hasta el cansancio, por cuidar y preservar la salud de quienes lamentablemente se han contagiado y los científicos buscan con ahínco la cura; a todos se nos ha pedido estar en casa, salir solo cuando sea muy necesario, mantener una buena higiene. Esa es la parte que nos toca, no menos importante, y mucho más fácil de hacer.
El cierre de las escuelas es una constante en todas las naciones, como medida que contribuya al aislamiento social y al mismo tiempo para poner a salvo la vida de los más jóvenes. Miles y miles de niños permanecen hoy en sus hogares, porque “si el coronavirus no nos ve, se va”; así lo han entendido con su psicología, que a veces pareciera incapaz de comprender el mundo alrededor, pero en verdad resulta que han demostrado entenderlo mucho mejor que los propios adultos.
A unos los acompañan sus padres, otros permanecen con abuelos o tíos, todos con la responsabilidad de cuidarlos y el pedido de los centros escolares de aprovechar este tiempo en lecciones y repasos sobre las diferentes materias, para que los contenidos educativos correspondientes a esta etapa no se pierdan. Y es algo muy razonable y hasta justo.
Los maestros y profesores están instituidos en la sociedad casi como los únicos responsables de enseñar. Los padres ha ido dejando en manos de aquellos la educación de sus hijos, pero la familia también tiene su buena dosis de deber en el aprendizaje; y ahora que una pandemia fuerza el cierre de escuelas no es mucho pedir, asumir el rol de educadores y repasarles matemática, historia, gramática, geografía, siempre ajustado al grado que cursen.
Aunque también es bueno buscar espacios para la recreación. Los niños lo necesitan como parte de su crecimiento. Ahora deben permanecer en casa, sin jugar con los amiguitos, pasear en el parque o salir al cine o la biblioteca, y es nuestra responsabilidad generarle espacios para el juego, pues ha sido demostrado su valor en el adecuado desarrollo de las funciones cognitivas, la comunicación y madurez motriz, además de que favorece el aprendizaje.
Guerrillero te comparte sugerencias de actividades que puedes hacer con los más pequeños. Son recomendaciones que a los mayores les servirá para despejar sus preocupaciones por la situación que se vive y a los chicos no caer en el aburrimiento o la ansiedad
Lo más importante es aprovechar ese espacio para estar en familia y dedicarse tiempo, cuestión que muchas veces no permiten los horarios agitados y la rutina del día a día. La situación que vivimos demuestra que no hay lugar más seguro que el hogar, ni nada más importante que nuestros seres queridos.
Algo a tener en cuenta es tratar de respetar los horarios habituales y mantener rutinas, siempre con flexibilidad para poder desarrollar varias actividades en el día; sin dejar a un lado cuestiones básicas como levantarse temprano, asearse, las comidas, siestas, juegos y los descansos.
- Puedes promover espacios de diálogo en familia para conocer cómo se sienten los niños respecto a la situación actual: puedes crear una caja de las emociones o juegos de mímica para de la manera más divertida compartir expresiones y sentimientos.
- Proporciónales espacios para que trabajen de manera autónoma. Las actividades cotidianas también son fuente de aprendizaje: busca recetas de cocina sencillas e involúcralos en su confección, asígnales pequeñas responsabilidades en los quehaceres del hogar, confecciona un mini huerto en vasitos y déjales a ellos la tarea de cuidar las plantas.
- Establece desafíos de aprendizaje e incentiva los pequeños logros: enséñales por ejemplo, un nuevo idioma o cómo jugar al ajedrez y luego de evaluar los contenidos impartidos, prepara unas “entradas”, acomoda la sala de la casa o el cuarto y conviértela en un cine para descansar mientras disfruta de sus películas favoritas.
- Usa el baile o juegos a los escondidos para mantenerlos activos.
- Dedica un momento del día a la lectura y estimula en ellos ese importante hábito, así como la capacidad del análisis, pidiéndoles su opinión sobre la historia que trate el libro escogido.
- Practica juegos de imaginación. Ya que no pueden salir, recrea escenarios del exterior y vive con ellos aventuras, a través del poder de la mente.
- Los juegos de mesa en familia no pueden faltar. Tampoco los espacios para crear manualidades, hacer experimentos con lo que tengas a mano en casa.
- Planifica una hora de la creatividad y motívalos a que hagan arte, ya sea cantar con el karaoke, dibujar cuadros para adornar el cuarto o crear cuentos.
Este tiempo no tiene porqué convertirse en un mal recuerdo para ellos ni el aprendizaje ser aburrido. Al impartirles las lecciones no hay necesariamente que reproducir los patrones de las escuelas. Ayudémoslos a nos sentirse inseguros ni con miedos. Sepamos encontrar la parte positiva. La resiliencia es una característica innata al ser humano y por estos días debe primar en cada uno de nosotros.
es muy importante que nos quedemos en casa en tiempos de pandemia, pero en mi caso tengo que salir a trabajar, pero velo poque los más vulerables de casa se queden y todas las familias debieran hacer lo mismo como nos esta convocando las autoridades de salud y la máxima dirección del país para evitar contagios a la COVID – 19