Intervención de Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República de Cuba, en el foro virtual internacional La asistencia del arroz híbrido y la seguridad alimentaria del mundo.
Estimado Wang Yi, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores:
Estimado Luo chaojui, director de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional de China:
Distinguidos invitados:
Agradezco a la hermana República Popular China por la atenta invitación para intervenir en este importante evento bajo el título “La asistencia del arroz híbrido y la seguridad alimentaria del mundo”.
“El hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo”. Estas palabras fueron pronuncias por el Líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en la sede de la FAO, en 1996, las cuales mantienen su plena vigencia 25 años después.
Datos oficiales de la FAO, en el 2021 entre 702 y 828 millones de personas fueron afectadas por la malnutrición, de ellos, 56,5 millones, son de la región de América Latina y el Caribe. África soporta la mayor carga, con 278 millones de personas malnutridas, mientras que menos del 2,5% provienen de América del Norte y Europa. También afirman que se está retrocediendo en los esfuerzos por acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas, así como en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible, sobre el Hambre cero para el 2030.
Resulta inmoral que en el mundo se produzcan alimentos suficientes para abastecer a todos, pero se derrochen de forma insostenible y su distribución no sea equitativa.
Cuba se encuentra hoy en una situación económica compleja, debido al efecto combinado de estos factores, unido a un recrudecimiento sin precedentes del bloqueo estadounidense, con el objetivo de provocar hambre y desesperación a nuestro pueblo. No solo se vulnera nuestro derecho al desarrollo, sino también nuestro derecho a la vida.
En medio de estas adversidades, Cuba avanza en la implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, enfocado en disminuir la dependencia de las importaciones, potenciar la capacidad productiva, el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, y desarrollar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles a nivel local.
Cuba agradece la contribución que ha recibido de China, donaciones de maquinarias y materiales de producción agrícolas para la mejora del sistema productivo, así como el intercambio académico sobre temas como el cultivo del arroz híbrido en suelos salinos, de especial relevancia para enfrentar los efectos adversos del cambio climático.
Reconocemos las contribuciones positivas de China en materia de seguridad alimentaria a escala global, atendiendo a que solo con el 9% de las tierras cultivables del planeta, alimenta cerca del 20% de la población mundial, así como el éxito alcanzado en la lucha por la erradicación de la pobreza extrema.
Resulta de relevancia especial para nuestra región la plataforma china de cooperación de innovación colaborativa abierta, denominada «Centro de Innovación de Agricultura Sostenible China-América Latina», para apoyar a las instituciones de industria, universidad, e investigación.
Para garantizar la seguridad alimentaria en el mundo y erradicar el hambre, como dijera el Líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro: “Hagamos conciencia de que en este mundo debe cesar el hegemonismo, la arrogancia y el egoísmo”. La única solución a ese doloroso drama humano, es transformar de manera urgente, radical y sostenida los irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo del capitalismo, para que la humanidad pueda salvarse a sí misma.