La agricultura en Cuba busca alternativas para cumplir con la entrega de productos al encargo estatal, sin embargo, debido a las limitantes financieras y la escasez de recursos algunos alimentos básicos para la población presentan hoy dificultades, como es el caso del arroz y la carne de cerdo.
Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de Agricultura, informó en el espacio televisivo Mesa Redonda que de las 190 mil toneladas del cereal que la agricultura había pactado entregar este año al balance, se incumplió en la campaña de siembra de frio en 22 mil hectáreas debido, principalmente, a la falta de combustible y fertilizantes.
Por ello se previó suplir este faltante en la campaña de primavera comenzada en marzo; en el país existen hoy cerca de 20 mil productores de arroz, quienes están dispuestos a colaborar en la tarea y aunque se les advirtió que no se cuenta con todos los recursos, se comprometieron a la siembra de cerca de 80 mil hectáreas de arroz.
Aunque se ha asegurado el combustible para la siembra de este cereal va a haber limitaciones en lo referente a la entrega de fertilizante y plaguicidas, sobre todo aquellos que son de importación puesto que del plan requerido para el año se han logrado obtener cifras muy bajas.
De manera general, para solucionar este inconveniente, los productores han optado por los biofertilizantes y organominerales; se ha promovido el uso de abonos orgánicos, y se ha establecido un sistema de garantía de insumos más enfocado en las producciones nacionales, destacó el titular.
Otra de las producciones que más afectaciones ha sufrido es la carne de cerdo, sobre todo debido a la imposibilidad de asegurar el alimento animal; con los recursos disponibles se ha protegido a la masa básica: reproductoras genéticas, comerciales, y a cierto nivel de preceba.
Sin embargo, las condiciones para las cebas, de donde se obtiene la carne, es complicada, refirió Rodríguez Rollero, a la vez que informó que hoy a los productores porcinos se les debe casi 90 mil toneladas de alimentos, y las producciones de pienso han decrecido en casi 113 mil toneladas.
El ministro hizo un llamado a hacer un mayor esfuerzo por poner a disposición todo lo que se pueda producir en cada finca, e ir cambiando tanto la mentalidad importadora como la costumbre de que la mayor proporción del alimento animal provenga de la fuente estatal.
La situación actual ha provocado que la perspectiva de entrega a la industria en los próximos meses sea de unas seis mil toneladas de carne, un tercio de las 17 mil toneladas que se ponían a su disposición cuando el país contaba con cierto nivel de satisfacción, explicó.
Como aspecto positivo destacó que la mayor de las Antillas cuenta con una buena genética porcina, con infraestructura y con 14 mil productores especializados, además de que se promueve desde hace un tiempo la crianza de la raza criolla, destacó.