El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció hoy los daños que ocasiona al sector de la salud el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
El canciller señaló en su cuenta de Twitter que el cerco norteamericano, recrudecido durante la pandemia de la Covid-19, afecta los inventarios de medicamentos disponibles en las farmacias, hospitales y centros asistenciales de la nación caribeña.
Añadió que las amenazas y represalias contra bancos y proveedores, en virtud de colocar al país antillano en la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, dificultan la compra de insumos y medicinas imprescindibles.
De acuerdo con el informe elaborado por Cuba sobre las afectaciones del bloqueo en el periodo comprendido entre abril de 2019 y marzo de 2020, las pérdidas en esta esfera rondan los 160 millones 260 mil dólares.
En tanto, el grupo de empresas biotecnológicas y farmacéuticas de la isla, BioCubaFarma, refería en su perfil en la misma red social las vicisitudes que atraviesan para adquirir materias primas, piezas de repuestos e insumos a fin de garantizar los fármacos para el Sistema Nacional de Salud.
Al respecto el citado documento, que será presentado el 23 de junio próximo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), ejemplificaba con lo sucedido a la Empresa Importadora y Exportadora de Productos Médicos (MediCuba S.A.).
En esa etapa, la entidad contactó a las siete compañías que formaban parte de su cartera de proveedores, sin embargo, cinco no respondieron y las otras dos rechazaron continuar brindando sus servicios.
El sistema bancario financiero de la nación caribeña, en tanto, fue uno de los principales blancos de las medidas de la administración estadounidense encaminadas a reforzar el cerco económico, y los perjuicios en este sector superaron los 284 millones de dólares.
La cifra responde a la creciente negativa de instituciones extranjeras a tramitar operaciones de bancos y empresas cubanas, al cierre de cuentas y contratos ya establecidos y la devolución de transacciones bancarias, así como la cancelación de claves para el intercambio de información financiera.