Una cargada agenda política y de gobierno para enfrentar la difícil coyuntura actual, visitas de personalidades extranjeras y denuncias de la hostilidad de Estados Unidos, caracterizaron en Cuba la semana que hoy concluye.
El lunes, el canciller Bruno Rodríguez denunció la intención del gobierno de Estados Unidos de excluir a Cuba de los preparativos de la IX Cumbre de las Américas, prevista para la ciudad de Los Ángeles en junio próximo, y ejerce presiones extremas sobre países de la región opuestos a tal discriminación.
Aseguró que obviar la presencia de Cuba “sería un grave retroceso histórico” contrario al propio enunciado de la reunión y consideró que se trata de una maniobra motivada por el doble racero de la política hacia la isla y la situación interna y electoral de Estados Unidos.
El ministro refirió también que para ese evento se negocia un documento sobre el tema migratorio, a espaldas de la opinión pública, que pretende obligar a gobiernos latinoamericanos a asumir una visión racista y xenófoba de ese problema.
Recordó que Washington incumple el acuerdo con Cuba de conceder 20 mil visas anuales, obliga a los solicitantes de ese documento a trasladarse hasta Guyana e impone a terceros países establecer visas de tránsito para los cubanos, mientras alienta la emigración ilegal.
No obstante valoró el reinicio de conversaciones bilaterales, el reconocimiento por la delegación estadounidense de los incumplimientos y el deseo expresado de reanudar los servicios consulares en La Habana aún muy limitados, aunque Washington mantiene su política de doble racero sobre este asunto.
El ministro actualizó que los daños provocados por el Pentágono a Cuba durante más de 60 años de bloqueo suman un billón 326 mil 432 millones de dólares al tener en cuenta la depreciación del dólar, lo que impacta duramente en las familias y es una de las causas de la emigración desde la isla.
En tanto, durante dos días sesionó en esta capital el IV Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC) encabezado por su primer Secretario, Miguel Díaz-Canel, y centrado en temas estratégicos para el presente y futuro del país.
Entre estos figuraron la evaluación de la Estrategia de Política de Cuadros para 2021-2026, la transformación del trabajo político-ideológico y la marcha de una consulta popular sobre el Código de las Familias, proceso que, precisamente, concluye hoy para dar paso a su consideración por el parlamento.
El pleno evaluó la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en su Octavo Congreso e hizo hincapié en la actualización de la Estrategia Económica y Social y medidas antiinflacionarias aprobadas para enfrentar ese problema que afecta el poder adquisitivo de la población.
La situación económica igualmente fue analizada en una reunión del Consejo de Ministros correspondiente a abril, efectuada el martes con la presencia del presidente Díaz-Canel y dirigida por el primer ministro, Manuel Marrero.
Fortalecer la economía en el contexto de la crisis mundial generada por la pandemia de Covid-19, fue el propósito esencial con que se diseñó y aprobó en el país, en 2020, la Estrategia económico-social, cuya constante actualización constituye premisa de trabajo en estos dos años y permite dar respuesta a los problemas.
Precisamente, al análisis de una nueva actualización de ese Plan dedicaron buena parte de la reunión, con una perspectiva, expresada por Díaz-Canel, de no obviar ningún escenario, y buscar soluciones y medidas enfocadas siempre desde el socialismo y con una óptica marxista.
También enfatizó en la importancia de lograr mayor integralidad, emplear la ciencia e innovación -tal como ocurrió frente a la pandemia-, en todos los ámbitos, así como trabajar por un mayor equilibrio social, con medidas económicas y acciones y políticas públicas.
Durante la semana, además, realizaron visitas oficiales al país los primeros ministros Roosevelt Skerrit, de Dominica, y John Antonio Briceño, de Belice.
Ambos mandatarios sostuvieron apretadas agendas que incluyeron conversaciones oficiales con el presidente Díaz-Canel en las cuales quedó de manifiesto el interés mutuo por estrechar las relaciones bilaterales y la colaboración en diferentes campos.
Asimismo, tanto Skerrit como Briceño reiteraron el respaldo a Cuba en la arena internacional en favor del levantamiento del bloqueo de Estados Unidos a la isla.
La semana transcurrió, además, en medio de amplios preparativos para la celebración este domingo del Día Internacional de los Trabajadores con marchas en La Habana y las capitales de todas las provincias del país, como expresión de la unidad de los cubanos para continuar avanzando en su modelo de desarrollo socialista.