A propósito de un incidente de ciberseguridad ocurrido en los sistemas informáticos para la comercialización de los combustibles, causante del aplazamiento de la actualización de sus precios, Cuba reafirma la voluntad de proteger la seguridad de las instituciones y personas en el ámbito digital.
Distintas legislaciones propician un marco regulatorio con las medidas que deben implementar las instituciones en caso de un ataque cibernético o una contaminación por algún programa maligno, afirmó el director general de la Oficina de Seguridad para las Redes Informáticas (OSRI) de la isla, Daniel Perea, en declaraciones a la TV Cubana.
La OSRI, adscrita al Ministerio cubano de Comunicaciones, posee entre sus misiones la ejecución de acciones dirigidas a minimizar los riesgos de las redes informáticas cubanas y la coordinación para gestionar incidentes computacionales a nivel nacional. La Oficina cuenta con un equipo de respuesta a incidentes, encargado de la gestión de riegos de seguridad de la tecnología de la información.
En su intervención, Perea esclareció la diferencia entre un incidente de ciberseguridad y un ataque. El primero consiste en un evento o una serie de ellos, aislados o no, con posibilidad significativa de comprometer las operaciones o negocios de una infraestructura. El ataque ocurre debido a la penetración de un ciberdelincuente.
El experto acotó: «Las probabilidades de que ocurre un incidente de ciberseguridad es por la mala manipulación al final de los usuarios que usan las tecnologías en la descarga de aplicaciones de sitios no oficiales».
La falta de acceso de los usuarios cubanos a muchos sitios oficiales, provocada por el bloqueo de Estados Unidos, conlleva al empleo de vías alternativas donde están expuestos en ocasiones al robo de datos personales por ciberdelincuentes.