«Venimos a compartir nuestra medalla con ustedes, para entregársela a nuestros familiares, amigos y, sobre todo, a nuestro pueblo, al que queríamos entregarle el primer lugar, por el que luchamos con ahínco y, a pesar de no lograrlo, agradecemos las muestras de apoyo y cariño recibidas por estos días. Fueron el aliento necesario para derrotar a fuertes oponentes», dijo, en nombre de sus compañeros, el lanzador de la selección nacional Sub-15 de beisbol, Mailon Batista.
Los subcampeones mundiales fueron recibidos ayer en el aeropuerto internacional José Martí, en una ceremonia encabezada por Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, y Osvaldo Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación.
Los muchachos, quienes se ganaron el corazón de un país luego de una impresionante gesta sobre el terreno, fueron ovacionados desde que el avión que los trajo tocó el suelo patrio.
«Ustedes realizaron una hazaña, una obra genial, con una entrega sin límites en cada partido. Han sido protagonistas de una actuación que demuestra el espíritu combativo del pueblo cubano, incluso, ante los momentos difíciles que atraviesa nuestro país», dijo Broche Lorenzo a los atletas.
Los peloteritos recorrieron varias de las principales calles de La Habana, en las que recibieron el reconocimiento y el calor humano de los capitalinos, en representación de todos los cubanos que los siguieron en cada jugada durante el Campeonato Mundial.