Si bien la evolución de la COVID-19 en Cuba transita en el escenario favorable, las medidas que han resultado efectivas deben mantenerse, y, de ser cumplidas, podemos tener el mejor cierre para finales de mayo, aseguró hoy José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública (Minsap).
Desde el habitual espacio informativo Mesa Redonda, el titular denunció que en estos días se han podido constatar comportamientos ciudadanos que no ayudan a mantener la curva favorable, por lo que urge actuar con rigor y ser incansables en cuanto al cumplimiento de las medidas con disciplina.
Argumentó que no son buenas las experiencias en los países donde se ha decidido retirar las medidas, y que incluso en naciones que mostraban una evolución favorable se han producido rebrotes del virus.
El doctor hizo una actualización sobre la situación en el día 64 de la aparición del nuevo coronavirus en Cuba, destacando que se han diagnosticado mil 810 pacientes, de los cuales predominan los hombres (934), 53 tienen una fuente de infección aún no precisada, 41 son extranjeros, 884 asintomáticos, y mil 326 ya han recibido el alta clínica.
Precisó que el patrón de casos graves por la COVID-19 es del ocho por ciento y de críticos, el cuatro por ciento, por debajo de los índices del mundo; y que el 81 por ciento de los fallecidos tenía más de 60 años, un alto porcentaje con más de ocho décadas de vida.
Se reportan casos en todas las provincias y el Municipio Especial de Isla de la Juventud, que mantiene el mayor índice de incidencia; los casos siguen circunscritos a conglomerados pequeños, y de los 44 eventos de transmisión de la COVID-19 existentes, se han cerrado 24, a los cuales se suman los grupos de foco, que tienen seguimiento.
Portal Miranda ratificó que el municipio con más positivos al SARS-Cov-2 es Santa Clara, con 135, que en La Habana hay 12 municipios con números importantes de casos (aporta el 48 por ciento de los enfermos), y que entre 16 municipios se concentran casi el 60 por ciento de los pacientes de la COVID-19.
La tasa de incidencia de la COVID-19 en Cuba es de 16.1, y la llegada a la etapa epidémica dependerá de la capacidad para detectar, aislar y tratar, refirió.
En su intervención puso énfasis en algunas de las medidas aplicadas que han mostrado resultados positivos, ponderando la creación de los centros de viajeros para cuando las personas arribaran al país, organizar las instalaciones para el aislamiento de los sospechosos y el adelanto de los protocolos en el tratamiento, que ha permitido que la gran mayoría de los positivos al virus haya tenido una evolución favorable.
Señaló que a partir de esta semana se desarrollan estudios en grupos asintomáticos para detectar la circulación del virus en el país con el PCR en tiempo real, a lo cual se agrega la validación con la tecnología SUMA (Sistema Ultra Micro Analítico).
Mencionó también que el Minsap tiene previsto crecer en el número de camas, que cuenta con personal preparado y experiencia en el manejo de la enfermedad y alertó la necesidad de acudir al médico ante los primeros síntomas.
Reconoció que el pesquisador virtual desarrollado por la Universidad de las Ciencias Informáticas no ha tenido el efecto esperado, y dijo que se mantiene la pesquisa activa en la población gracias al trabajo de los estudiantes, a quienes no se les puede ocultar los síntomas.
El especialista ponderó que es oportuno que la población se informe sobre la situación de la COVID-19 en el mundo y Cuba, y tome las medidas ante una pandemia que permanece activa y que es considerada como la mayor crisis sanitaria mundial en los últimos tiempos.
Ya en 184 países, con más de cuatro millones de pacientes y 285 mil fallecidos, ha marcado su presencia la COVID-19; países como Estados Unidos, España, Reino Unido, y Rusia, tienen altas cifras de contagio; y las Américas tiene a más del 43 por ciento de los casos a nivel mundial.
De acuerdo con Portal Miranda, se espera que siga creciendo el número de casos y fallecidos en la próxima semana, y se entiende que “todos estamos expuestos, no hay protección inmunológica, pues se trata de una enfermedad nueva para el mundo”.
En ese contexto, urge insistir en la percepción de riesgo, tratar de identificar a toda la población que sea portadora del virus; “aun cuando los datos hablan de una evolución favorable, no podemos confiarnos, la esencia está en no descuidar ni una sola de las medidas para controlar la epidemia”, apuntó.
“Es momento de actuar entre todos, para lograr seguir bajando la curva y cambiar el rumbo de la enfermedad en Cuba”, sentenció.