Cuba reducirá las tarifas eléctricas diseñadas como parte del ordenamiento monetario, que entrará en vigor el 1 de enero, en respuesta a las opiniones y criterios emitidos por la población, informaron hoy autoridades gubernamentales.
El miembro del Buró Político del Partido y jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, Marino Murillo, explicó en el espacio Mesa Redonda de la televisión nacional la decisión adoptada por la dirección del país, y se refirió a los análisis realizados y los efectos de esta medida en las finanzas públicas del país.
Explicó que se atienden cada una de los criterios, importantes y respetuosos, emitidos por el pueblo, resultado de un postulado emitido por el General de Ejército Raúl Castro de mantener los pies y el oído pegados a la tierra para conocer las opiniones de la población.
También se refirió a las palabras del presidente, Miguel Díaz-Canel, sobre la importancia de seguir con interés y respeto las preocupaciones del pueblo, revisar lo que haya que revisar y corregir lo que merezca ser corregido a partir de la situación económica del país e internacional, el bloqueo económico recrudecido por Estados Unidos y el efecto de la Covid-19.
Murillo enfatizó en que una devaluación impacta directamente en los precios y las tarifas y con el ordenamiento monetario va de un tipo de cambio de 1×1 a 1×24 respecto al dólar.
Devaluar el peso contra el dólar en la economía cubana es una necesidad que no debe demorarse y todas las materias primas se encarecen, lo que tiene un efecto en las tarifas de la electricidad y el resto de los servicios.
La matriz de generación eléctrica en términos de consumo en Cuba tiene un componente muy alto de importaciones, en la cual el 95 por ciento es con combustible fósil, primero se emplean los menos costosos y se incorporan los más caros paulatinamente hasta llegar al diésel.
En esta producción, aunque está presente, aún es baja el empleo de las fuentes renovables de energía dentro de la matriz, pero el 48 por ciento de los combustibles utilizados en la generación son importados desde lugares lejanos con altos fletes, por lo que se convierte en un proceso costoso.
La llamada Tarea Ordenamiento impulsada por el Gobierno cubano implica unificar los tipos de cambio vigentes, el cese de la circulación del peso convertible (CUC), una reforma general de salarios y de precios, con la eliminación gradual de subsidios excesivos y gratuidades indebidas.