En el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, el flujo de viajeros continúa normal, y hasta el momento no se han realizado cancelaciones de vuelos. No obstante, se refuerzan las medidas de vigilancia, a partir de los casos confirmados con el nuevo coronavirus en Cuba.
Según explicó Jorge Luis Bubaire Quintana, jefe de Aduana del aeropuerto, es obligatorio el uso de los medios de protección para el personal vinculado a las operaciones, se ha reforzado su capacitación, y diariamente recibimos la actualización epidemiológica respecto a la Covid-19, tanto en Cuba como a nivel mundial.
«El Estado cubano no ha tomado la decisión hasta este momento de cerrar las fronteras con ningún país, pero se ha establecido un seguimiento cuidadoso a todos los pasajeros, especialmente a los procedentes de países de riesgo», había dicho el doctor Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.
El directivo explicó, recientemente, que ninguno de los casos detectados en Cuba ha sido por transmisión, sino por haberse contagiado en el exterior. «La cuarentena se establece en dependencia de la transmisión y en este momento no se justifica. Trabajamos por no llegar a ese momento.
«Tampoco es prudente el cierre de escuelas o de centros de trabajo hasta que no haya transmisión en el país. Cuando no hay transmisión evidente y cierras escuelas, se crea una tensión extra y disminuye la capacidad inmunológica. Cuba está atenta y se ha hecho público que un grupo de actividades con grandes concentraciones de población se han suspendido», sostuvo.
A eso se suma la garantía de que, con suficiente tiempo, Cuba activó un Plan de Prevención y Control de la enfermedad, basado en la experticia y experiencias de su sistema de salud, que le permite no solo proteger a su población, sino también proceder acorde a los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (oms) para situaciones de este tipo.
Al respecto, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la (oms), en declaraciones el pasado 14 de marzo, recogidas por el diario español La Vanguardia, ha dicho que «la organización cuestiona la eficacia de prohibir la entrada de viajeros de otros países, como ha hecho ee. uu. con los vuelos procedentes de la Unión Europea. Las medidas de viajes por sí solas no resuelven nada», dijo Ryan. «Lo más importante en esta epidemia es detectar los casos, aislarlos y tratarlos».
En Cuba, en el caso de que las autoridades migratorias y de Control Sanitario Internacional (csi) identifiquen a un viajero con síntomas de una enfermedad respiratoria, se activan los protocolos establecidos. Lo primero, recordó el Jefe de Aduana del aeropuerto internacional José Martí, es aislarlo del flujo de pasajeros y conducirlo hasta una de las salas de aislamiento habilitadas. «Aquí se le hace una encuesta epidemiológica y una primera evaluación clínica al paciente, y luego se solicita el sium nacional para que lo conduzca hasta el hospital designado», agregó.
Precisó que la comunicación con cada aeronave se establece a través de la torre de control, y cualquier situación que pudiera darse a bordo, es de conocimiento las autoridades cubanas antes de que el avión arribe a territorio nacional.
Según detallaron especialistas del Control Sanitario Internacional, en caso de que la tripulación alerte sobre la presencia de un viajero con síntomas que coinciden con la Covid-19, y que proceda, además, de los países de mayor riesgo de contagio, se aísla a esta persona y a los que estuvieron cercanos durante el vuelo, y se activa el mismo protocolo.
En la última línea de vigilancia escuchamos, una y otra vez, las mismas preguntas: ¿Se siente usted bien? ¿Ha tenido fiebre u otro malestar recientemente? Se trata de un diálogo que el personal de salud establece con cada pasajero que llega al país.
Estos datos se corroboran, a su vez, con la declaración de sanidad que el viajero debe llenar antes de su ingreso a Cuba, precisó la licenciada en enfermería Ana María Pérez Gómez, coordinadora del Control Sanitario Internacional. «Aquí se deja constancia no solo de sus datos personales, sino también del lugar donde residirá durante su estancia en el país, y esta información es incorporada a una base de datos informática, que luego pasa a cada área de salud.
«En este sentido, los médicos de la familia desempeñan un rol importantísimo, pues deben establecer una vigilancia de aquellas personas que arribaron de países considerados de riesgo, como China, Japón, Irán, Corea del Sur, Italia, Francia, España, Alemania y Estados Unidos», sostuvo.
En el caso de los hoteles, precisó la enfermera que hay médicos habilitados para establecer este control, en tanto las casas de renta, además del área de salud, tienen un sistema creado que les permite a los arrendatarios reportar aquellos inquilinos con algún tipo de sintomatología sospechosa.
A la pregunta de por qué una persona contagiada con el nuevo coronavirus puede pasar por los escáneres de temperatura y demás líneas de vigilancia sin despertar alarmas, el doctor Lautaro Fuentes, especialista en Medicina General Integral, expresó que determinar a simple vista y sin un análisis más profundo, si un viajero ha contraído una infección por Covid-19, depende mucho de su estado de salud en el momento que pasa por Inmigración y Aduana.
Hay que recordar, insistió, que el periodo de incubación de esta enfermedad dura hasta 14 días, y durante ese tiempo la persona puede estar asintomática. De ahí la importancia del proceso de vigilancia y seguimiento a los pasajeros que llegan de países de riesgo.
«En el caso de que nuestro personal observe a una persona con un cuadro correspondiente a una enfermedad respiratoria, como mucha tos o dificultad para respirar, constatamos su temperatura, y en dependencia del criterio médico, se decide su traslado hacia la sala de aislamiento, o se deja continuar».