Este 25 de septiembre Cuba somete a referendo popular el nuevo Código de las Familias, paso que decidirá sobre la entrada en vigor de esta importante legislación.
Desde las siete de la mañana, los más de 24 000 colegios electorales del país abrirán sus puertas en un proceso cívico y democrático que constituye un hecho inédito: nunca antes una ley había sido sometida a la voluntad del pueblo, el que tendrá la última palabra (Sí o No), que por sencilla que parezca encierra gran trascendencia para el presente y el futuro de la nación.
Con anterioridad, se desarrolló un amplio proceso de consulta popular, donde participaron 6 481 200 electores con 336 595 intervenciones en más de 79 000 reuniones, propició cambios al 49.15% del contenido del proyecto.
De manera general, el Código de las Familias:
- Busca reconocer y proteger a los sectores vulnerables de la sociedad.
- Hay un tratamiento intencionado contra la discriminación y la violencia en el espacio familiar.
- Reconoce los derechos de las personas adultas mayores.
- Incorpora la posibilidad de la gestación solidaria.
- Transformación de un sistema de potestad a uno de responsabilidad en la relación madres y padres para con sus hijos.
- Desarrolla el derecho de todas las personas a fundar una familia y contraer matrimonio.
- Se nombra y reconoce a los cuidadores familiares.
La nueva propuesta del texto sustantivo familiar tiene como antecedentes la Ley No. 1289 de 14 de febrero de 1975, Código de Familia, modificado en varios de sus preceptos, esencialmente por la Ley No. 51, de 15 de julio de 1985, del Registro del Estado Civil y el Decreto-Ley No. 76 de 20 de enero de 1984.
El proyecto busca garantizar los derechos de todas las personas, cualquiera sea la estructura o forma de organización por la que han apostado al momento de formar una familia, de modo que sean preservados valores como el respeto mutuo, la lealtad, la solidaridad, la asistencia recíproca, así como el afecto entre sus miembros para que no deje de ser la familia una entidad moral, de naturaleza plural que posee un único objetivo: hacer felices a aquellos que la componen. Se trata de diseñar un cuerpo normativo a la medida de la sociedad cubana de estos tiempos.