Cuba podrá contar ya, para su proceso de preparación que se desarrolla en Japón, con vistas al V Clásico Mundial de Beisbol, con los jugadores agentes libres incluidos en su nómina. La noticia viene a alegrar el día, marcado por la despedida de la selección de Agricultores, monarca de la Liga Élite, de la Serie del Caribe, después de caer por sexta vez consecutiva.
Sobre el evento mundialista, la nueva buena quiere decir, por ejemplo, que peloteros como Yoenis Céspedes, Erisbel Arruebarruena, Yadil Mujica, Lorenzo Quintana u Onelkis García, ya pueden unirse al grupo que, además de entrenar en la isla japonesa de Okinawa, realizará cuatro partidos con equipos de la liga profesional de ese país.
La información la brindó Juan Reynaldo Pérez Pardo, presidente de la Federación Cubana (FCB), en entrevista con el periodista Héctor Villar, de la Televisión Cubana, desde Caracas, donde se juega la lid caribeña. En ella trascendió otra primicia importantísima, relacionada con Joan Moncada.
El cienfueguero, jugador de cuadro que milita en la franquicia de la mlb Medias Blancas de Chicago, ha sido liberado por esa organización en pos de asistir al Clásico Mundial, como es su voluntad y el deseo de los aficionados cubanos.
Moncada estaba en duda, pues requería de una autorización de esa agrupación porque había ingresado en la lista de lesionados crónicos. De haber permanecido en ella, le hubiera impedido satisfacer su aspiración en la mejor lid beisbolera a nivel de selecciones nacionales. Pero ayer mismo dejó de estar en esa relación, por lo tanto, ya tiene, oficialmente, el permiso.
Según Pérez Pardo, los peloteros de la MLB que están en el roster cubano: Luis Robert Moirán, Andy Ibañez, el propio Moncada, y los lanzadores Miguel Romero, Ronald Bolaños y Ronnie Elias, como el resto que está en los planteles de otras naciones, no podrán unirse a sus compañeros hasta el día 3 de marzo. En el caso de Cuba, ese momento llegará en Taipéi de China.
Finalmente, en la Serie del Caribe se consumó la sexta derrota consecutiva de Agricultores de Cuba, esta vez frente a Panamá por 10-4, en un partido en el que la imagen –no su real potencialidad– de nuestra pelota quedó muy deteriorada, con un pitcheo que regaló 11 boletos y permitió 15 jits, y una defensa a la que le robaron ocho bases. El marcador de 10-4 no se pareció en nada a los cerrados que habían escenificado, fruto de una conducta aguerrida, pese a carencias y resultados, que ante los panameños no estuvo en el terreno.