Los cubanos recuerdan hoy a Fe del Valle, víctima del terrorismo de Estado contra Cuba, en el parque que lleva su nombre en La Habana, donde antes se alzaba la tienda El Encanto.
El 13 de abril de 1961 uno de los mayores comercios del país y de los primeros en ser nacionalizados por el gobierno revolucionario ardió hasta consumirse llevándose además la vida de una de sus trabajadoras, como consecuencia de un atentado perpetrado con el auspicio de la CIA.
Fe del Valle, quien laboraba en el Departamento de Niños, murió en el siniestro mientras trataba de rescatar la recaudación de una delegación de la Federación de Mujeres Cubanas que allí se guardaba.
El autor del siniestro formaba parte del grupo terrorista Movimiento de Recuperación del Pueblo, con probados vínculos con la estación en Miami de los servicios secretos estadounidenses.
A la espera de sus cómplices quedó en una playa, donde fue apresado por los milicianos, a quienes confesaría su implicación en los hechos.
Fuentes cubanas precisan que entre octubre de 1960 y abril de 1961 la CIA introdujo en Cuba 75 toneladas de explosivos y 45 de armas, realizó 110 atentados dinamiteros, hizo estallar 200 bombas, descarriló seis trenes e incendió más de un centenar de fábricas y cañaverales.
El propósito de estas acciones era sembrar el pánico y el caos en las ciudades cubanas y preparar las condiciones para una invasión que se produciría por Playa Girón, en la occidental provincia de Matanzas, unos días después y sería derrotada en menos de 72 horas.
El guion se aplicó otras veces contra Cuba, incluso en fechas tan recientes como 2021 y el actual 2022 en otros escenarios, ahora virtuales, pero con los mismos objetivos y procederes.
Los cubanos nunca volvieron a reconstruir El Encanto, sino que lo convirtieron en un parque que honra la memoria de Fe del Valle y recuerda las consecuencias dolorosas de la guerra sucia del gobierno estadounidense contra Cuba.