Cubanos que desean viajar, ya sea definitivo o por razones temporales, rechazan hoy medidas que restringen su derecho a migrar, en particular la política de Estados Unidos al respecto.
Fueron reacciones recogidas por Prensa Latina, luego que la cancillería calificara aquí de abusiva las medidas migratorias aplicadas por Washington contra los ciudadanos de la isla, violatorias, reiteró, de acuerdos bilatelares en la materia.
Así lo divulgó la víspera en una declaración el titular de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (Daccre), Ernesto Soberón.
«Washington se afana en obstaculizar el procesamiento de los nuevos visados en las embajadas acreditadas en La Habana, con el objetivo de incrementar el malestar de los cubanos afectados», asegura el texto que se encuentra íntegro en el sitio de Cubaminrex.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) subraya que esta conducta contrasta con el estímulo tradicional y velado para que el emigrante cubano busque otros territorios para llegar irregularmente a la frontera de Estados Unidos, donde se le facilita el ingreso a ese país.
«Resulta cínico obligar a los cubanos a viajar a Guyana para procesar sus visas de migrantes y, a la vez, gestionar que se le imponga como requisito obtener una visa de tránsito por un tercer país a los que pretendan llegar a Georgetown; mientras se mantiene suspendida o muy limitada la actividad del Consulado estadounidense en La Habana», denuncia la declaración.
Con ello coincide Tatiana Saldívar, residente de la populosa barriada capitalina del Cerro, en esta capital.
Estuve casi un mes en Guyana con mi abuelo, quien tenía visa por 10 años y se la suspendieron. Ahora también lo dejaron en el limbo, luego de que nuestros familiares en Estados Unidos pagaran miles de dólares por nuestra estancia en Georgetown, dijo a Prensa Latina.
No es muy diferente la sintonía de Abel Mederos, quien aspira a ingresar a Estados Unidos por los «caminos verdes», como le llama al tránsito irregular que toman otros conciudadanos para arribar a la frontera con Estados Unidos.
Lo comenta a unas cuadras de la embajada de Panamá en esta capital, cuyos accesos están acordonados por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) para evitar aglomeraciones como las ocurridas a principios de mes cuando el gobierno istmeño decidió aplicar visas de tránsito a los viajeros cubanos.
«Están diciendo por las redes, en particular desde Estados Unidos, que Panamá aplicará nuevas medidas restrictivas contra los cubanos, y eso es injusto», comenta allí Román Sánchez, quien pretende buscar insumos en la nación centroamericana para su negocio, que califica como «clínica» de teléfonos celulares.
Cerca de la misión diplomática panameña Prensa Latina recabó la opinión de otros ciudadanos, cuyo propósito es reunirse con sus familiares en Estados Unidos.
«El cuadro se está cerrando. Nuestros familiares quieren que nos reencontremos pero los senderos son cada vez más difíciles», apuntó un señor que quiere llegar a Tampa, Florida, donde viven sus hijos.
Al respecto la declaración del director de la Daccre refirió la negativa de Estados Unidos de procesar en Cuba las 20 mil visas anuales que tiene comprometidas en acuerdos bilaterales y la carga del bloqueo económico reforzado que afecta el nivel de vida de la población.
A lo anterior «se suman las presiones a gobiernos de la región para que exijan visas a los cubanos que aspiran a aprovecharse del permanente estímulo a la emigración hacia los Estados Unidos», según el texto del Minrex.
La declaración añade que La Habana ha expresado que la conducta de Washington «es abusiva con el aspirante cubano a emigrar, inconsistente con los acuerdos bilaterales suscritos, dañina para los países de la región y estimula la migración ilegal, irregular e insegura, tanto por vía terrestre, como marítima».
El asunto también afecta a terceros países por los cuales pasan los migrantes cubanos, y cuyas disposiciones migratorias soberanas La Habana respeta, añade el pronunciamiento oficial aquí.
Cuba, detalla el texto, reconoce que el flujo migratorio legal e irregular por naciones de la región, en particular México, Centroamérica y el Caribe, representa una carga para esos países, y para sus relaciones con Estados Unidos.
Sobre ello se lanza Alberto Sierra, quien afirma que decisiones restrictivas hacia los migrantes cubanos tomadas por los gobiernos de Costa Rica y Panamá responden a presiones estadounidenses.
Resulta una matriz de opinión ascendente aquí entre quienes se sienten discriminados en su derecho a viajar y emigrar.
Prensa Latina recabó la opinión de varios que echan mano a resoluciones de Naciones Unidas sobre compromisos para defender el derecho a los migrantes. ¿La ONU se preocupa? se preguntó una chica, universitaria, que prefirió el anonimato.