Cuenca Resiliente propone un Sistema de Alerta Temprana (SAT), multirriesgo e inclusivo en la cuenca del Cuyaguateje y favorece la preparación ante desastres de las comunidades en tres municipios de la provincia de Pinar del Río con mejoras en la capacidad de respuesta, tomando en cuenta género, edad, discapacidad y otras variables.
Así lo explicó Ivonne Osmaydi Mitjans Ramos, directora del Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos de Desastres (CGRR) en la provincia de Pinar del Río, quien agregó que el proyecto trabajará de manera coordinada entre actores estatales, no estatales y población, incentivando la mitigación y la construcción de resiliencia.
“Puede parecer muy complejo, pero no lo es, dijo, y lo mejor es que muchos actores sociales son beneficiados como es el caso de la mujer campesina, personas en situación de discapacidad, varias comunidades y cooperativas de Guane, Sandino y Minas de Matahambre, por ejemplo”.
El financiamiento externo para el proyecto es aportado por la Unión Europea, ONG`s CARE Internacional y Humanity & Inclusion.
En su más reciente visita, el General de División Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, recorrió estos territorios con el propósito de intercambiar con pobladores de la cuenca del Cuyaguateje y conocer los preparativos para la implementación del proyecto.
Yuniesky Acanda Hernández, quien permanece al frente del CGRR en el municipio de Guane, precisó que desde el Centro mantienen informados a las autoridades del territorio de todos los peligros y vulnerabilidades que los pueden afectar y en función de ello facilitar la toma de decisiones, tanto para la protección de la población como de la economía.
Explicó que debido a las inundaciones, la mayor vulnerabilidad del lugar, se incomunican por las tres vías de acceso, razón por la cual deben crearse dentro del territorio las condiciones para poder enfrentar cualquier situación adversa que se pueda originar junto con el desastre.
De las ocho zonas de defensa del municipio, siete cuentan con un Punto de Alerta Temprana que ayudan a proteger a las más de 35 600 personas que viven aquí.
Especificó que con la implementación de Cuenca Resiliente se mejorarán las condiciones de los puntos de alerta y de las cooperativas enclavadas en la cuenca, pues les serán entregados medios informáticos que propiciarán la llegada oportuna de la información que se genera en estos y que permite conducir la toma de decisiones.
De igual modo, se beneficiarán un grupo de mujeres trabajadoras y de personas en situación de discapacidad con la entrega de recursos que elevarán las condiciones de vida y facilitarán las labores en el campo.
Al respecto, Pardo Guerra enfatizó que resulta vital hacer un correcto levantamiento en cada una de las comunidades, sobre todo, definir bien quiénes serán los actores sociales beneficiados, de quienes se espera un compromiso.
EN DIÁLOGO CON LOS POBLADORES
Carmen Soutullo Martínez es una de las campesinas que vive en la cuenca y que se verá favorecida con el proyecto. Radicada en la zona conocida como Arenales, con su esposo siembra tabaco y cultivos varios, y asegura que conoce de los beneficios que traerá el mismo.
“Me explicaron que nos van a ayudar para poder sembrar bastantes alimentos”.
Entre los recursos le será entregado un sistema de riego que le permitirá potenciar las producciones de ciclo corto como maíz, boniato, de manera que pueda venderlas al Estado y volver a sembrar tabaco”.
Clarilda Reloba Lazo es vecina de Punta de la Sierra. Allí la conocen desde los más pequeños hasta los que peinan canas. A sus 50 y tantos años ha dedicado gran parte de su vida a hacer producir la tierra junto a la familia y a proteger a la población ante el embate de huracanes y fuertes lluvias.
Esa labor que hacía movida por su conciencia, vino a perfeccionarse con el Punto de Alerta Temprana, advierte quien es representante también de la Defensa Civil en su zona.
“Me enseñaron a operar el equipo de radio. Desde aquí tengo comunicación con el Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos de Desastres y con otros puntos de alerta del municipio”.
Clarilda, además de ser campesina y obrera de Acueducto, se dedica a la ganadería. En estos momentos hace queso artesanal que vende al Lácteo, aunque aclara que siempre se resuelve un poco de leche para quienes estén enfermos en la localidad y la necesiten.
“El proyecto me va a beneficiar con una minindustria para la producción de queso y también con alambre para la cerca perimetral de la finca, grampas y una motosierra”, lo cual contribuirá a que eleve las producciones para bien suyo y de la comunidad.
Con el encargo de preparar las condiciones para la implementación de Cuenca Resiliente, los pobladores de las cercanías del Cuyaguateje tienen la responsabilidad de sentar las bases y de hacer de este proyecto un cambio palpable para todos.