Este 15 de agosto el quinteto de saxofones Arsis cumplirá 30 años desde su primera presentación en el Museo Municipal de Consolación del Sur. Si bien comenzó siendo un cuarteto, luego de casi 25 años de trabajo ininterrumpido amplió su formato buscando un resultado tímbrico más completo.
La adición de un quinto saxofón amplió su repertorio. Incluso –según plantea su director Daniel Ayerbe– la inclusión de algunos instrumentos de percusión, ejecutados de forma simultánea, “son incorporados con sutileza; solo para embellecer, acentuar y dar un color equilibrado a orquestaciones concebidas desde la perspectiva de la música de cámara, consiguiendo un sonido seductor para el público amante de este género”.
Precisamente, si de los intérpretes de la música de cámara en Cuba se habla, la mención a Arsis es ineludible, por su desarrollo técnico interpretativo. Diversos escenarios en Martinica, España, México, Catar, Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza, Finlandia y Estonia han acogido sus presentaciones. Su performance sonoro tampoco ha faltado en festivales como el Jazz Plaza o el A Tempo con Caturla; así como en talleres y encuentros con el cuarteto de saxofones Ciudad de Sabiñánigo de España, el de Ámsterdam y el cuarteto de Fagotes Phoenix de Costa Rica. Su activismo profesional lo ha colocado también en jornadas de conciertos, eventos de proyección social, artísticos y culturales, de carácter nacional e internacional.
“Vale señalar que lo que hace la agrupación pinareña se inscribe en un concepto estético desarrollado entre nosotros por gentes como José María Vitier, Superávit, Diapasón, Andrés Alén y Habana Sax. Todos ellos están generando una corriente distinta dentro del universo sonoro cubano, en el cual el músico se transforma en hacedor de valores. Si me preguntas cuál es para mí la mayor virtud de la propuesta de Arsis, de inmediato respondería que su interés por romper las fronteras que por tanto tiempo han parcelado la música en incontables géneros y estilos”, expresó en cierta ocasión el periodista Joaquín Borges Triana, para Juventud Rebelde.
Ayerbe afirma que su repertorio abarca no solo la tradicional cubana, sino la música de concierto, transitando estilos desde el periodo barroco hasta lo más contemporáneo, sin descartar géneros populares representativos de distintas regiones y países como el tango, la zamba, el jazz y otros.
Sin dejar de lado la música de Ignacio Cervantes, Manuel Saumell, Ernesto Lecuona, Amadeo Roldán…, ha interpretado otras escritas por Paquito D’rivera, Guido López Gavilán y Rey Montesinos, y versiones de composiciones de José María Vitier y Chucho Valdés.
La musicóloga Doris Céspedes, aseguró: “Arsis ya puede identificarse por su característica mezcla de elementos de la música popular con elaboración de temáticas del repertorio clásico de forma muy asequible a todo tipo de público, garantizando el espíritu, es decir, las líneas estilísticas de cada pieza que integra su repertorio, por supuesto, adornado con una ejecución impecable y la ineludible y en ocasiones disimulada presencia del jazz”.
En tanto, la musicóloga estadounidense, Rosa E. Lewis aseguró: “La calidad de sonido logrado por Arsis se puede comparar al exquisito sonido de un órgano. Es en las obras populares donde demuestran su versatilidad y flexibilidad, pues a cada género musical se le da su especial carácter. Las obras cubanas revelan su romántico sabor latino, y las obras de jazz desarrollan su estilo improvisado”.
El quinteto está integrado por José Daniel Ayerbe Labrador en el saxofón alto, la percusión, los arreglos y la dirección; Francisco Javier Linares Gutiérrez en el saxofón soprano; Francisco Rafael Valladares Monterrey en el saxofón alto; Frank Isidro Márquez García en el saxofón tenor y Luis Manuel Morales Gámez en el saxofón barítono, este último también se encarga de los arreglos y la composición.
Entre sus lauros constan el Premio del Museo Nacional de la Música y el premio Egrem, ambos en 1998; el Escudo de la Ciudad de Sabiñánigo, Huesca, en España, 2002. Obtuvo el reconocimiento de Vanguardia Nacional del Sindicato de la Cultura, ese mismo año y el Sello XX y XXV Aniversario de la AHS en 2006 y 2011, respectivamente, así como el reconocimiento Cómplice de la Virtud, otorgado por la Sociedad Cultural José Martí en 2016.