Si piensas enamorarte y convivir con alguien, vuélvete observador. Porque te enamoras de un cuerpo, pero te casas con un carácter. Observa su carácter; sus costumbres; sus hábitos; su vida espiritual; cómo es su forma de ser; cómo se relaciona con sus padres, hermanos, incluso hijos si los tiene; cómo socializa con las demás personas; cómo maneja la ira, los celos, la sexualidad; cómo actúa bajo presión; cómo asume sus responsabilidades y compromisos; cómo se responsabiliza de su vida, sus acciones, sus emociones y sentimientos.
El noviazgo no es para descubrir el cuerpo, es para descubrir el carácter. Por eso, si te enamoras, observa bien una y otra vez su carácter. Antes de tomar una decisión tan importante como vivir con alguien, ejercita la observación al carácter, así protegerás tu corazón, y por ende, tu
tranquilidad y tu futuro. Vale lo mismo para hombres y mujeres.
SABÍAS QUE. Los mexicanos llaman a su madre de muchas formas, aunque la elección del vocablo depende siempre de factores como la edad, el nivel de confianza y hasta de la zona geográfica. El mexicano promedio suele utilizar mamá para referirse a su madre, un vocablo que
se pronuncia siempre en tono neutral y respetuoso; algo muy distinto ocurre en el norte del país, donde la gente se come los sonidos a la hora de hablar, así que se transforma en un “amá”. Los paisanos de la costa recurren a “b”, un término que denota una relación de reverencia que tiene cierta resonancia con “virgencita”, mientras que en el sur-sureste los mexicanos usan una voz más tierna “mami”. Donde se habla más de una lengua, sobre todo donde predomina el inglés, la llaman “mom” o “Mommy”, mientras que los indígenas de origen náhuatl suelen llamarla
“nantli” o “na”. Entre los chilangos la palabra más socorrida es “jefecita”, pero hay quienes la llaman por su nombre de pila. En otras regiones se emplea el término “mamita” o “madrecita”
GAZAPOS DE PELIS famosas. Salvar al soldado Ryan: esta es la película que establecería el estándar para las películas de guerra modernas. Sin embargo, la película no es perfecta. Uno de sus defectos es evidente en las botas negras que Matt Damon luce durante la mayor parte de la duración de la película. En la vida real, esas botas solo serían usadas por el aire una década después… Robin Hood: el príncipe de los ladrones: hay una escena específica en la película donde los personajes de Morgan Freeman y Kevin Costner usaron un telescopio. Esto es algo imposible, porque el dispositivo solo se inventó durante el siglo XVII. La historia de Robin Hood se desarrolla durante el siglo XII, por lo que su introducción fue un par de siglos demasiado temprano… El discurso del rey: es cierto que se llevó a casa el Oscar a la mejor película en 2011 por una buena razón. ¿A quién no le cautivó la historia del rey Jorge VI? No obstante, los expertos detectaron que el diseño de la falda escocesa no solo es apropiado para 1997, sino que también es irlandés, en lugar de escocés Balmoral… Atrápame si puedes: esta película presenta un elenco repleto de estrellas, una trama emocionante y la dirección de Steven Spielberg. A pesar de todo, la historia de Frank Abagnale Jr. no fue contada sin errores, pues el personaje de Amy Adams lucía aparatos ortopédicos, a pesar de la película que tuvo lugar en 1963. Los dispositivos de ortodoncia solo se introducirían en la década de 1970.