Si el hijo del gato caza ratones, necesariamente el del carpintero sierra madera.
La necesidad de la laboriosidad de estos tiempos nos envió tras la noticia y quisimos entrevistar a Jesús Elpidio Sánchez Díaz, pegado a los 70 años, porque los cumple el cuatro de marzo.
Queríamos descifrar un enigma…“¿Premios? ¡Muchos!. Fui Vanguardia Nacional hasta que quitaron la categoría en el Sindicato de la Industria Ligera y siempre recibiendo diplomas por aquí y por allá; toca la casualidad, que allí tenía en mis manos todos los diplomas esos que me dieron y también tengo medallas… son una pila de distinciones”.
Pero esa no era la razón principal para mi entrevista.
“En mis barrios he sido presidente de CDR, porque antes vivía en el Edificio 69 en el ‘Hermanos Cruz’ –en un quinto piso todavía vive allí mi hija con sus dos niñas – ¿Nietos…? Tengo tres hembras y tres varones.
“Además fue también organizador del CDR y ahora en La Conchita estoy igualmente en el ejecutivo; fui donante de sangre con 250 donaciones de sangre y de plasma, esto último fue durante varios años.”
Indudablemente es un donante ejemplar, pero tampoco era el secreto.
Y seguí indagando: “Sí, soy de la ciudad. Nací en el reparto Fénix, allá frente al Lázaro Acosta, no sé cómo se llama ahora. En estos tiempos vivo en La Conchita.
“Yo en la carpintería en blanco hago de todo tipo de marcos, puertas, ventanas y hasta cajas para muertos”. La muestra era evidente, martillaba una en ciernes.
“En el oficio comencé en el año 1971, trabaja en Cubatabaco en El Vizcaíno, y desde el 30 de octubre de 1983 comencé en esta Empresa; estoy retirado, mejor dicho jubilado, y hace cinco años me reincorporé”.
Hago la observación, ahora lo veo fabricando féretros… “Bueno, eso no me impresiona, a fin de cuentas en un trabajo como otro, nosotros lo hacemos como apoyo a la fábrica de sarcófagos – hacemos el maderamen y ellos ponen el resto. En realidad, en el taller de nuestra empresa Ilova no tendríamos que hacer eso. El mes pasado ellos hicieron 25 cajas y nosotros también… ahora nos pidieron 30 más.
“Sí, a pesar de la COVID-19 estoy trabajando. No sé, no podría decir por qué la gente que no tiene que trabajar anda en la calle. No me explico eso, yo sin trabajar no puedo estar.
“Soy hijo de obrero y ama de casa, el padre mío fue carpintero, este espíritu me viene de mi padre Augusto, villaclareño, y mi madre Felipa María, de en vuelta de Las Ovas. El viejo trabajó en el Micons y ya al final de su vida en el mantenimiento de la Terminal de Ómnibus.
“Cuando vino para acá estuvo trabajando en la construcción de la fábrica Sulfometales. Por eso cuando yo tenía nueve años fuimos para Santa Lucía.
“Mi padre en El Fénix tenía un taller de carpintería y se lo donó a la Revolución. Cuando el Che era ministro de Industrias y el capitán Alberto Fernández dirigía la mina de Matahambre y administraba la obra de Sulfometales Patricio Lumumba (antes de las Revolución le llamaban Rometales) y nos fuimos para allá”.
Recuerda a su padre, y en la entrevista hizo un aparte y mostrando sus brazos, acotó los pensamientos: “Él decía que por una vena le corría comunismo y por la otra Revolución.
“A los 15 años me bequé en el politécnico Primero de Mayo, me gradué de este oficio de carpintero hasta hoy.”
LA DINASTÍA ELPIDIANA: LA REVELACIÓN DEL SECRETO
Al fin llegué hasta el enigma… “Sí tengo cinco hijos Orestes, Jesús Elpidio, Jesús Elpidio, Jesús Elpidio y Yelisey.
Y al fin, ante mí, descubría la dinastía Elpidiana, si se puede llamar así, sin violar ninguna norma.
“Somos cuatro Jesús Elpidio Sánchez, lo que cambia el apellido, uno Collazo, otro Cuní, el tercero Alfaro… y yo Díaz. Aquí en la carpintería trabaja conmigo Jesús Elpidio Sánchez Cuní.
Pero para hablar de este obrero, humilde e ingenioso y seguro muy enamoradizo, necesariamente hay que escuchar la opinión de la administración de la carpintería Loma de los Coches, de Ilova, la Empresa de Industrias Varias de Pinar del Río.
La administradora, María Alina Peguero Fernández, al referirse a su empleado resume: “Es una maravilla, nosotros tuvimos un contrato de remodelación en el Consejo de Estado y por su trabajo se ganó entre ellos el calificativo de El Maestro… creo que eso resume lo que podemos decir sobre él.”
No hay dudas que lo quieren mucho, todos los operarios tuvieron expresiones de júbilo porque iba a salir en Guerrillero.