La Antártida cuenta con uno de los lugares más misteriosos del Planeta, y cuyo origen no tuvo explicación durante más de 100 años. Se trata de las conocidas Cataratas de Sangre, un fenómeno natural que tiñe las aguas de este enclave de un intenso color rojo. Están ubicadas en un lugar de muy difícil acceso.
QUIÉNES FUERON. Jorge Arche Silva fue un gran retratista cubano. Nació en Santo Domingo, Villa Clara, el seis de abril de 1905, falleció en Cádiz, España. Desde la adolescencia comenzó a interesarse por el rico universo de las Artes Plásticas. Su obra se distingue por sus muchos retratos, en los que predominan colores vivos y en los que el retratado, casi siempre de medio cuerpo, se ubica al centro de la composición, sentado o reclinado. Se dice que le era más cómodo pintarlos así, pues Arche había quedado afectado por la poliomielitis que padeció en su infancia, y le era imposible trabajar de pie. Por su estudio pasaron importantes intelectuales de la época como Jorge Mañach, José Lezama, Don Fernando Ortiz y el poeta René Villarnovo, así como su amigo entrañable, el pintor Arístides Fernández. La obra de Jorge Arche fue de las más trascendentes y auténticas de su tiempo. En el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba se conservan sus obras Primavera o descanso, Mi mujer y yo, La carta y Una niña.
El geólogo británico Thomas Griffith Taylor fue el primero en observar la cascada con una coloración rojiza durante la expedición Terranova a la Antártida en 1911, y desde ese entonces, este peculiar glaciar lleva su nombre. Ken Livi, un científico del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la Escuela Whiting, utilizó potentes microscopios electrónicos de transmisión para examinar muestras de agua de las cataratas de sangre, y encontró una gran cantidad de diminutos fragmentos de hierro.
Las nanoesferas ricas en hierro se oxidan, volviendo el agua aparentemente sangrienta o roja. Esta es la primera vez que se detectan estas nanoesferas descritas por el científico como pequeños objetos redondos, que equivalen a una centésima parte del tamaño de un glóbulo rojo humano promedio, con características físicas y químicas únicas. La composición única de todos estos elementos es parte de lo que vuelve roja el agua salada del glaciar cuando se desliza y se encuentra con el oxígeno, luz solar y calor. Las minúsculas partículas observadas recientemente provienen de microbios antiguos y son muy abundantes en las aguas de deshielo del glaciar Taylor.
DE NUESTRO IDIOMA. Sinnúmero o sin número: el vocablo sinnúmero, como lo define el Diccionario de la Lengua Española, es un sustantivo masculino que designa un número incalculable de personas o cosas y se escribe en una palabra: un sinnúmero de actividades, un sinnúmero de precauciones… Pero también puede aparecer precedido de el, como por ejemplo, “También hay que tener ver el sinnúmero de personas que asistirán a la reunión”. La expresión sin número (separado) funciona como locución adjetiva, que en general se usa pospuesta a un sustantivo y significa numeroso, abundante: actividades sin número, dificultades sin número…
PARA REÍR. ¿Cómo se queda un rey mago después de comer? Pues magordito… ¿Qué es una solterona? Una mujer que ha pasado muchas navidades pero ninguna nochebuena… ¿Qué es la Navidad? La época del año en la que durante dos semanas recuperas todo el peso que perdiste en un año… ¿Sabes por qué se llama Papa Noel se llama así? Porque los regalos te los trae papá, no él.
Recuerda, este mes de diciembre que el amor pesa más que el oro
Josephine Dodge Daskam Bacon