Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, denunció hoy en Twitter que las decisiones políticas de Estados Unidos atentan contra una migración segura, ordenada y regular.
El jefe de la diplomacia de Cuba se refirió en su mensaje al cierre del Consulado de Washington en La Habana, al traslado de sus servicios hacia terceros países y a la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, como disposiciones que cuestan vidas humanas.
“El cierre del Consulado de EEUU en La Habana, el traslado de sus servicios hacia terceros países y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966 atentan contra una migración segura, ordenada y regular. La decisión política de EEUU cuesta vidas humanas”, escribió el canciller.
A inicios del año 2018 la administración de Donald Trump redujo más del 60 por ciento del personal en La Habana y cerró el consulado de Estados Unidos en la Isla, como reacción a unos supuestos ataques sónicos contra diplomáticos estadounidenses.
Tanto las investigaciones cubanas como las de instituciones de ese país coinciden en que no existen evidencias científicas que validen la teoría de que los síntomas presentados por el personal estadounidense se debían a los efectos de un arma, y tampoco se pueden identificar sospechosos ni autores.
Luego de 18 meses de producirse los sucesos, un documento interno del Departamento de Estado de Washington reveló irregularidades en la decisión de cerrar el Consulado en Cuba, al señalar que no se sabía qué pasó ni por qué, o quién lo hizo.
El resumen ejecutivo afirma que la decisión se caracterizó por una falta de liderazgo superior, comunicaciones ineficaces y desorganización sistémica.
A propósito, Rodríguez Parrilla abogó por una desclasificación seria de información sobre los alegados incidentes de salud de diplomáticos estadounidenses en la Isla y reiteró la disposición del país de cooperar para encontrar una solución al asunto.
En marzo de 2019 Washington anunció además una reducción del tiempo de validez de la visa B2 de 5 años a tres meses para los ciudadanos cubanos, con una sola entrada, con el supuesto fin de equiparar estos términos con el tiempo de validez que otorga Cuba a los viajeros estadounidenses.
En esa ocasión, la Cancillería cubana rechazó esta medida, y la describió como un obstáculo adicional al ejercicio del derecho de los ciudadanos cubanos de visitar a sus familiares en la nación norteña.
La medida se suma a la interrupción injustificada de la entrega de visados a los cubanos, obligándolos a viajar a terceros países sin garantía alguna de otorgamiento de ese documento, y al incumplimiento de la cuota de visados establecida por los Acuerdos Migratorios, denunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Además, la Ley de Ajuste Cubano continúa otorgando la residencia a los cubanos que lleven un año y un día en Estados Unidos, aunque sin la política pies secos-pies mojados.