El desarrollo del agroturismo en Cuba tiene hoy fuerte relación con la protección medioambiental y el cuidado de la flora y la fauna, como ocurre en el occidente insular.
Ese es el caso de La Guabina, un centro equino de mejoramiento genético que además propone a los viajeros senderos para vincularlos con la naturaleza.
Perteneciente a la Empresa Nacional para la Conservación de la Flora y la Fauna en la provincia occidental de Pinar del Río abarca cuatro senderos para disfrutarlos a pie y a caballo.
La fina está cerca de Mil Cumbres (Área protegida) el Pan de Guajaibón (Elemento natural destacado), Los Pretiles (Reserva ecológica), Cayo San Felipe (Parque Nacional, San Marcos (Reserva florística) y Sabanalamar San Gualdo (Reserva florística).
En todas estas áreas se puede practicar el turismo de naturaleza mediante caminatas, cabalgatas, buceo, y pesca deportiva.
En San Felipe aparece una barrera coralina con la presencia de 70 especies de coral, y gorgonias. Por esos lugares aparecen tres tipos de tortugas, Verde, Carey y Caguama.
En Mil Cumbres programan los guías cuatro senderos que además de las caminatas mencionadas y las cabalgatas, incluyen cicloturismo y trekking, con un centro de visitantes.
Otro lugar interesante de la zona es Sabanalamar, criadero del cocodrilo acutus, el americano, y otras especies.
La Guabina se dedica a la mejora genética equina del país especialmente del Pinto cubano y el Appalusa.
Esa finca tiene una extensión de 600 hectáreas de bosque (722 total), y exhibe áreas de Pino en los que se practican cinco proyectos de conservación del suelo y protección de aves endémicas.
La empresa en total cuenta con 80 proyectos de conservación de la flora y la fauna, y cuida a 325 caballos.