Investigadores franceses han descubierto analizando un meteorito que había dos depósitos de gas en el Sistema Solar antes de formarse los planetas.
Los científicos llevan siglos estudiando la formación de la vida, no solo de la terrestre, sino del universo entero. Para ello estudian, entre otras cosas, la química del carbono y el agua, elementos esenciales para la creación de la vida. Respecto al último, tratan de seguir las distintas variaciones, o isótopos, que han tenido los dos elementos que la componen (hidrógeno y oxígeno) desde el origen del universo.
Un grupo de investigadores franceses han analizado uno de los meteoritos más antiguos de nuestro sistema solar gracias a un método que han creado únicamente para este trabajo, publicado en la revista ‘Nature Astronomy’. Gracias a él, han conseguido saber cómo era la composición isotópica en las zonas donde se originaron la Tierra y los demás planetas terrestres durante el inicio del sistema solar.
Los resultados de la investigación, liderada por el Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS, por sus siglas en inglés), demuestran que en los primeros 200.000 años de nuestro sistema existieron dos depósitos de gas, cuando aún no se habían formado los planetas. Uno de los depósitos tenía el gas solar con el que se creó toda la materia del sistema, un gas que han conseguido registrar por primera vez gracias al meteorito.
Por otro lado, el segundo yacimiento de gas era rico en vapor de agua y tenía la forma isotópica del agua terrestre. Este depósito se originó por una entrada masiva de agua interestelar en las regiones interiores calientes del sistema solar. Esto sucedió después de que la envoltura interestelar colapsara y se formara el disco protoplanetario.
Por tanto, estos resultados demuestran que incluso antes de la formación de los planetas ya existía un gas con una composición isotópica similar a la del agua terrestre y, por ende, el agua de nuestro planeta ya existía antes de que se acumularan los primeros bloques que dieron lugar a la creación de la Tierra.