El Séptimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Novena Legislatura coincide este año con las celebraciones por los 45 años de los órganos del Poder Popular.
Resulta imprescindible rememorar en estas jornadas los inicios y el andar de estos órganos durante cuatro décadas y media, desde la transformación que devino cuando el 3 de mayo de 1974, por la Ley número 1269 del Consejo de Ministros, se aprobó constituir ese mecanismo a partir de un experimento en la provincia de Matanzas.
Sus resultados se plasmaron en la resolución del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, que reconoció en esa experiencia un paso trascendental en el camino de la institucionalización del país, la cual demostró que la participación de las amplias masas en el gobierno de la comunidad permite mejorar la gestión y el control real de las actividades estatales.
A partir de ese momento comenzó a estructurarse la organización y funcionamiento de los órganos del Poder Popular, hasta el año 1976, cuando acontecieron hechos significativos que marcan este aniversario.
El 10 de octubre de ese año se realizaron las primeras elecciones de delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, estas se constituyeron a finales de ese propio mes, el 7 de noviembre se crearon las Provinciales y el 2 de diciembre, antes de concluir el calendario, quedó conformada la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Homero Acosta Álvarez, Secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano), ha expresado que la mejor manera de honrar ese proceso es a través del juicio crítico y el análisis para su perfeccionamiento.
De acuerdo al funcionario se impone continuar fortaleciendo el funcionamiento de esas estructuras y el trabajo social en barrios y comunidades, el respaldo a la labor del delegado, la rendición de cuentas como ejercicio de democracia, y la participación popular en las actividades, así como potenciar integralmente el municipio, especialmente con el cabal desempeño de las asambleas municipales en los territorios.
Significó que el sistema de los órganos del Poder Popular comprende las bases teóricos marxistas-leninistas a partir de los principios de organización del Estado, las experiencias de los países socialistas, así como los conocimientos alcanzadas en el ejercicio del gobierno revolucionario.
El Poder Popular no es para llenar una consigna ni una frase abstracta, sino que tiene un contenido; no solo se expresa normativamente en la Constitución, sino en la práctica, subrayó recientemente Acosta Álvarez.
Destacó además que constituye la concreción genuina del carácter Socialista y democrático del Estado cubano, a la vez que se sustenta en el principio de la Soberanía Popular reconocida en la Carta Magna desde 1976.
El Secretario definió al sistema de órganos del poder popular como la organización estatal basada en el poder del pueblo como soberano, que integra interrelacionadamente diversos tipos de órganos en las diferentes instancias.
El pueblo elige a los que serán después candidatos a las estructuras de las asambleas municipales de manera directa, y se potencia la participación permanente por múltiples vías como las consultas, la reforma constitucional, la inactiva de ley, y sobre todo en la comunidad para una transformación desde la base, expresó.
Los desafíos actuales apuntan a eliminar los formalismos y trabajar en pos de una mayor descentralización, lograr una autonomía efectiva y dotar a los municipios de capacidades materiales y financieras para solucionar sus problemas.
También es fundamental incrementar los mecanismos de participación y el apoyo de los jóvenes para sostener al Poder Popular como un logro de la Revolución de carácter permanente.