Quizás en el oriente del país nadie se hubiera alarmado, pero en Pinar del Río, su capital y algunos municipios, el movimiento telúrico percibido el 19 de mayo nos puso, literalmente, “los pelos de punta”.
Con modesta experiencia en el asunto por la vivencia de los últimos meses, la perceptibilidad de un sismo no nos contiene en el lugar. Enseguida salimos al encuentro de otros, y entre todos nos decimos temblorosos: “¿Qué fue eso?”. La imaginación comienza a manejar hipótesis: moviste un pie, un camión que pasó, el viento o el gato que tumbó algo. Todas antes que dar el crédito a un terremoto.
Y es que, para nosotros, el evento es inusual, y le damos poca atención porque lo sentimos lejos. Hemos asumido a los huracanes, y hasta al meteorito, pero pensamos no correr la misma suerte con los temblores, hasta que llegó 2020, con su paquete de provocaciones, para imponernos otra nueva realidad.
DESDE INICIOS DE AÑO COMENZÓ A TEMBLAR LA TIERRA
Cuba afronta una actividad sísmica anómala desde enero. En el área de cobertura del Servicio Sismológico Nacional (SSNC) se han registrado, en lo que va de año, más de dos mil sismos de diferentes magnitudes, coincidencia que amerita aclarar que ellos no tienen ciclos anuales, sino periodos de elaboración en correspondencia con su magnitud, según declaraciones a Guerrillero de Enrique Diego Arango Arias, vicedirector técnico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), radicado en Santiago de Cuba.
PINAR DEL RÍO Y SUS HALLAZGOS
Los eventos sismológicos de la provincia, registrados entre 1528 y 2020, están asociados a la falla Pinar, considerada la principal estructura sismo-generadora en la región. Se ubica en el límite entre la cordillera de Guaniguanico y la llanura sur del territorio y la relevante geodinámica está dada por su desplazamiento horizontal, es decir, se mueve solo un bloque (las montañas) con respecto a otro (la llanura), dislocación tectónica, de velocidad imperceptible y larga duración, que se mantiene activa en la actualidad, explicó Carlos Díaz Guanche, profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Pinar del Río.
Ante la preocupación por peligros y riesgos, acotó: “Según estudios, pueden ocurrir sismos de magnitud moderada. A diferencia de la región suroriental cubana, nosotros estamos en una zona relativamente invariable, pero en el mundo existen múltiples ejemplos de eventos sísmicos importantes en franjas estables, relacionados con la reactivación de movimientos en las fallas, que justifican las alertas, lejos de todo alarmismo”.
Lo cierto es que, solo en el 2020, tres temblores hemos vivido en los meses de enero, abril y mayo. Sobre el último hallazgo, del pasado día 19, el experto del Cenais nos conversó: “Es cierto que se publicaron varias ubicaciones contradictorias y en esto conspiró que el sistema de adquisición automática de terremotos, implementado en la Estación Central, localizó el sismo al norte del Mariel y se publicó en la página web de forma automática, contenido que fue inmediatamente reproducido en las redes sociales.
“Más tarde, en la determinación inicial del epicentro, solo se contó con el registro de la Estación de Soroa, el cual, por la distancia y la baja magnitud del sismo, estaba muy débil. Este cálculo dio como resultado que el epicentro se encontraba a un kilómetro al norte de Guane, pero luego de recibir señales de otras estaciones situadas alrededor de Cuba, y datos de perceptibilidad de diferentes localidades de la provincia, se pudo precisar la ubicación a 15 kilómetros al oeste de la ciudad de Pinar del Río, información oficial emitida al sistema informativo y difundida en la emisión estelar del NTV”, explicó.
ALTERNATIVAS PARA EL ENFRENTAMIENTO
El monitoreo constante de la actividad sísmica es el punto de partida, y de ello se encarga el SSNC. En la actualidad, cuenta con 18 estaciones, una central situada en Santiago de Cuba y otra de respaldo en Holguín. El servicio se responsabiliza con el aviso a las autoridades del país, o de un territorio, sobre cualquier anomalía que se detecte, aun cuando sea imperceptible por la población.
Como buena noticia, conocimos que, entre el actual año y el próximo, está prevista la instalación de cuatro nuevas estaciones sismológicas en el occidente cubano, ya adquiridas por el país, con el objetivo de mejorar el monitoreo en la región, informó Arango Arias.
Referido a innovación científica, uno de los caminos seguros para Cuba frente a cualquier desafío, la falla Pinar ha sido objeto de diferentes estudios geológicos por especialistas de la Universidad de Pinar del Río desde la década del 90 y en este año se hacen coordinaciones con el Cenais para investigar sobre posibles alteraciones hidrogeológicas de los manantiales de San Diego con la actividad sísmica de la falla, ya sea antes o después de ocurrir un sismo.
Por su parte, se trabaja en el fomento de la cultura de los pinareños, para lo cual se socializa información y se instruye sobre la geodinámica del territorio y los procedimientos que mitiguen daños y prevengan consecuencias, según informó el teniente coronel Noel Lozano Martínez, jefe de grupo de trabajo de la Defensa Civil en Pinar del Río.
El órgano cuenta con un amplio programa de medidas para la protección humana, sus bienes, la economía y sus aseguramientos, plasmado en los planes de reducción de riesgos de desastres de la provincia y cada municipio, empresa y organismo, atendiendo a que los daños estarán determinados según el lugar de ocurrencia del sismo y la vulnerabilidad existente, apuntó el funcionario.
Para las partes en diálogo, y las instancias que representan, la información es un imprescindible recurso ante la presencia de sismos. Así lo resumió el profesor Díaz Guanche: “El conocimiento minimiza los riesgos y la preparación previa es una necesidad. Por ello recomendamos la realización periódica de ejercicios de reacción rápida en casas, barrios, escuelas y centros de trabajo, ya que aumentan la confianza de las personas en su actuar y evitan el pánico, que siempre será el peor enemigo”.
Actualmente, además, está disponible una aplicación para dispositivos móviles, diseñada por la empresa Desoft en Santiago de Cuba, la cual permite acceder a información referente a los eventos sismológicos registrados, datos, mapa y posibilidad de reportar un temblor percibido. A ella se accede desde la página web del Cenais (apk) Sismo Cuba.
En este diálogo queda demostrado que no se escatima en voluntad e innovación para responder a un acontecimiento que llega cuando quiere y sin avisar. Comprenderlo nos llevará a atenuar preocupaciones y colocar alertas y respeto en la dimensión que merecen.
A este pueblo, que conoce de fuertes agresiones, no será la naturaleza quien lo intimide. Escuchamos sus señales y trabajamos para prevenir y hacerle frente a sus enojos, con las herramientas que siempre cargamos en la alforja: información, disciplina, educación y unidad.