“Dondequiera que haya pueblos en lucha, siempre estará Cuba. Y dondequiera que esté Cuba, estarán los pueblos en lucha”, con ese mensaje llegó la voz del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, este viernes a la Cumbre de los Pueblos, que se celebra de forma paralela a la mal llamada Cumbre de las Américas, en la ciudad norteamericana de Los Ángeles.
La lucha que compartimos hoy —aseguró— viene de otros siglos y ha costado la sangre de los mejores hijos de la Patria Grande.
Una lucha, que según las propias palabras del Jefe de Estado, es “contra el intento recolonizador del vecino poderoso sobre nuestras tierras de América. Es contra el espíritu de la Doctrina Monroe que sigue siendo guía y enfoque político de los Estados Unidos para nuestra región.
“Es contra las políticas imperiales de sanciones y castigos para los gobiernos que no se le someten. Es contra la pretensión de los políticos estadounidenses de erigirse en policías y jueces supremos, empeñados en decretar quiénes deben ser nuestros gobernantes y hasta nuestra sociedad civil”.
No me equivoqué cuando dije que yo no estaría en la Cumbre de las Américas, pero que sí estaría la voz de Cuba, recordó Díaz-Canel a sus interlocutores.
“Ustedes son nuestra voz”, les aseguró. “La Revolución siempre lo ha tenido muy claro: allí donde los gobiernos nos nieguen la palabra, estarán los pueblos para representarnos, para hablar en nuestro nombre”, subrayó.
A los participantes en esta Cumbre —muchos de ellos jóvenes a los cuales las acciones hegemónicas que años atrás pusiera en práctica el Gobierno de los Estados Unidos solo han llegado a través de la historia— el Presidente de la República comentó que la voz de los pueblos se ha alzado en nombre de la Revolución cubana desde aquellos tiempos del Ministerio de las Colonias, cuando varios gobiernos fueron empujados por el imperio a romper con Cuba y obedecieron la orden del amo, con la honrosa excepción de México.
El ICAP, Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, nació de esa comprensión, evocó.
“La solidaridad no es solo un principio inseparable de la práctica revolucionaria. Es el arma más formidable para quienes creemos en el poder de las masas, en la fuerza telúrica de los pueblos movilizados y en la inspiradora lucha por la justicia social”, sentenció.
Recordó, además, que fue Cuba «la primera nación latinoamericana excluida de las alianzas hemisféricas por insubordinación al imperio. Otras lo intentaron antes y les impusieron golpes de estado, dictaduras, transnacionales del terror como la Operación Cóndor.
“A Cuba la expulsaron de la OEA, la separaron de su entorno natural, financiaron invasiones y aún financian agresiones diversas contra la Revolución. Somos los honrosos sobrevivientes de 63 años de bloqueo y para vergüenza de ese poderoso imperio, 30 veces más grande que nuestra Isla, estamos entre los países del hemisferio con mejores índices de educación, salubridad y desarrollo científico propio”, reflexionó.
Otras naciones han sido castigadas también en los últimos años por su firme postura y convicciones, entre las cuales Díaz-Canel destacó a la solidaria Venezuela, a la cual le roban sus ahorros, sus bienes en el exterior y desconocen a su legítimo gobierno. De igual manera, aseveró, “se lanzan con saña al cuello de Nicaragua, a la que tantas veces en la historia intentaron conquistar y alguna vez sometieron con una dictadura fuertemente apadrinada por Washington”.
“Los pueblos saben. Los pueblos tienen memoria. Los pueblos, que han hecho la Cumbre que nos quisieron impedir, y también los gobiernos dignos que no se tragaron la denuncia y hablaron igualmente por nosotros, todos entienden que, si donde antes hubo una nación castigada, ahora hay tres, mañana habrá diez, pero que, si los pueblos se ponen en fila, no pasará el gigante de las siete leguas que va por el cielo engullendo mundos”, afirmó.
Gracias a esa comprensión —refirió el mandatario— la IX Cumbre de las Américas no fue exactamente lo que sus organizadores pretendían. “La solidaridad se hizo presente también donde no fue invitada, donde no la querían”.
Por eso, pidió a los participantes en la Cumbre de los Pueblos compartir el agradecimiento más sincero a los gobiernos de la región que se opusieron firmemente a las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua, de la Cumbre de las Américas.
Especial reconocimiento hizo el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, al presidente Andrés Manuel López Obrador, de México; al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; a los presidentes de Bolivia, Lucho Arce, y de Honduras, Xiomara Castro, así como a los muchos otros líderes y jefes de delegaciones caribeños y latinoamericanos, que durante la propia Cumbre han rechazado la exclusión de Cuba y el criminal bloqueo contra nuestro pueblo.
“Norteamérica no es el enemigo”, aseveró. La Norteamérica de los trabajadores, de los pueblos originarios y los inmigrantes —también excluidos, no una vez sino cada día, por el despiadado imperio del mercado—, esa Norteamérica que ustedes nos muestran, rebelde y contestataria, propositiva y solidaria, no es ni será nunca enemiga, aclaró.
“Gracias, hermanos y hermanas, por mostrar lo que los poderosos han querido censurar y esconder durante tanto tiempo.
“Gracias por darle voz a los excluidos. Gracias por pintar de esperanzas el horizonte. Gracias por ratificarnos nuevamente que un mundo mejor es posible”, concluyó.
Dondequiera que haya pueblos en lucha, siempre estará #Cuba. Y dondequiera que esté #Cuba, estarán los pueblos en lucha.
Mi mensaje a los queridos compañeros de la #CumbreDeLosPueblos 👊#PeoplesSummit2022 https://t.co/iii1XaUWyb