«A quien más hay que significar en esta victoria es al pueblo, al heroico pueblo cubano», subrayó este miércoles el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al referirse a los resultados obtenidos en las elecciones nacionales del pasado domingo.
Es al pueblo cubano –insistió el Jefe de Estado durante su intervención en la reunión del Consejo de Ministros, correspondiente al mes de marzo– a quien hay que «darle todo nuestro reconocimiento por su valor, por su dignidad, por su fidelidad, como principal protagonista de esta victoria».
«En nombre del Consejo de Ministros, del Buró Político y el Secretariado del Comité Central, que están aquí presentes, a ese pueblo nuestro, al que pertenecemos, enviamos un mensaje de respeto, de admiración y de inmenso cariño», dijo el mandatario en medio de los aplausos de los allí presentes.
Al pueblo cubano, ratificó el dignatario, «vamos a servir con pasión, con compromiso, sin desgano, hasta las últimas consecuencias».
Esta victoria hay que celebrarla, valoró Díaz-Canel en la reunión, que estuvo dirigida por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
En sus reflexiones, motivadas por la presentación al máximo órgano del Gobierno cubano de los resultados de las elecciones nacionales, el Presidente consideró primordial, a la hora de hacer una valoración sobre ellos, tener en cuenta tres elementos fundamentales.
En primer lugar, refirió, está la significación de la victoria en esas elecciones; luego los aprendizajes que se derivan de este proceso, con un enfoque sin autocomplacencia por la victoria, y, unido a ellos, destacó las prioridades con que hay que trabajar en lo adelante, para darle seguimiento a este proceso, que reafirmó convicciones revolucionarias, pero que también indicó pasos que se deben dar para seguir consolidando la unidad dentro de la Revolución.
CONTEXTO ELECTORAL
Díaz-Canel recordó al auditorio el exigente contexto electoral en el que se desarrolló este proceso, a pesar de lo cual el pueblo manifestó, mayoritariamente, su apoyo y confianza en la Revolución.
A su vez, consideró, los resultados de este domingo «demostraron, una vez más, la transparencia y la fortaleza de nuestro proceso electoral».
El escenario, valoró, ha sido muy complejo desde el punto de vista económico, pues el imperialismo sigue apostando por asfixiar nuestra economía para provocar en la población el desánimo, el desaliento y la ruptura con el proceso revolucionario, y que así llegue el anhelado colapso social al que ellos aspiran.
La comparación que el enemigo pretende hacer entre estos resultados y los obtenidos en las elecciones nacionales de 2018 es oportunista, pues son contextos electorales totalmente diferentes, comentó el mandatario, e hizo referencia, entre otros aspectos, a la inflación, la inestabilidad en el sistema electroenergético, el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, la inserción de Cuba en la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo, y la campaña de descrédito que, desde el punto de vista mediático, arreció el Gobierno norteamericano contra la Revolución Cubana.
En medio de todo, recordó el Presidente, en los últimos seis meses de la vida de este país hemos hecho tres procesos de elecciones de alta significación: el Código de las Familias, las elecciones municipales y las elecciones nacionales.
Significó que llevar a cabo esos tres procesos, en medio de esas condiciones, es «un acto de valentía de la Revolución». Y lo hemos hecho, acotó, cumpliendo con lo que está planteado en la Constitución de la República, sobrepasando las implicaciones que podría tener la situación económico-social, confiando en el pueblo y en nuestras convicciones.
Que el pueblo haya salido en abrumadora mayoría a remontar los dos procesos electorales anteriores y que los resultados de estas elecciones nacionales fueran superiores a ellos, es más significativo aún, subrayó.
El 76 % de participación de nuestro pueblo, apreció, es una muestra de confianza, porque eso «no hubiera sido posible si el pueblo no siguiera confiando en la Revolución».
«El pueblo dio una muestra de civismo, pero también de patriotismo, de lealtad a la Revolución, de fidelidad con la Revolución, de conciencia política, demostrando que sí conoce y que sí siente quién es el verdadero causante de la situación que nosotros estamos enfrentando», evaluó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista.
El pueblo cubano, aseveró, mayoritariamente se sobrepuso a esa situación y «votó a favor de la Revolución». Igualmente, reconoció que los resultados obtenidos fueron posibles porque el pueblo aprecia que el máximo órgano del Poder Popular y la nueva Asamblea que vamos a constituir a partir de esos resultados, es «una instancia legítima y necesaria para afrontar las dificultades y salir adelante».
NO DEFRAUDAR JAMÁS LA CONFIANZA DEL PUEBLO
Ahora lo más importante, enfatizó Díaz-Canel ante los miembros del Consejo de Ministros, es que esa confianza del pueblo no se puede defraudar, y eso significa que, dentro de las lecciones, dentro de los aprendizajes que nos han quedado, nosotros tenemos que fortalecer y perfeccionar el trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, de los órganos del Gobierno a todas las instancias y, por supuesto, del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas.
Estos resultados nos tienen que comprometer a todos –insistió– a «volcarnos permanentemente en cada uno de los territorios por los que hemos sido electos, en los cuales han depositado un voto de confianza hacia nosotros y hacia la Revolución, y hacia lo que se representa».
Como el propio Fidel nos decía, recordó, esos resultados tienen que llevarnos a «trabajar por todo el país, en representación de toda Cuba: todos trabajando por Cuba».
«Si los diputados trabajamos sistemáticamente en cada uno de los municipios o distritos, y acompañamos a las autoridades locales, sin suplantar funciones, si seguimos escuchando al pueblo y llevamos a instancias superiores problemas que sobrepasan a los territorios para su solución, vamos a arrancarle cada día más pedacitos a los problemas».
CUBA ES UN EJEMPLO PARA EL MUNDO
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista denunció las campañas anticubanas –orquestadas por cierta prensa contrarrevolucionaria e internacional– que pretenden desacreditar los resultados electorales en Cuba.
Es esa, evidenció, la misma prensa que maquilla resultados electorales de naciones del primer mundo que ni están bloqueadas ni agredidas ni sometidas a una enorme campaña mediática, y la participación apenas supera el 60 %.
«Entonces habría que preguntarse por qué esa mirada sesgada y tendenciosa contra Cuba: sencillamente, compañeros, porque somos un ejemplo para el mundo. Y ese ejemplo hay que seguirlo defendiendo, y ese ejemplo hay que defenderlo también con el aliento que ha dado este resultado del pueblo en estas elecciones», señaló el mandatario.
El Presidente cubano consideró que, aun cuando la «campaña contrarrevolucionaria se empeña en presentar las elecciones como carentes de transparencia, lo cierto es que no tienen ni una sola prueba, ni una sola evidencia de alguna irregularidad».
La transparencia de nuestras elecciones –detalló– comenzó desde las propuestas de los precandidatos en los plenos de las organizaciones sociales y estudiantiles. Después tuvo lugar otro proceso en las asambleas municipales del Poder Popular, en las cuales se aprobaron las candidaturas, realizando, en ocasiones, cambios en las personas inicialmente sometidas a consulta.
Díaz-Canel mencionó, además, cómo el día de la votación las urnas se presentan abiertas, antes de empezar la votación, para que el pueblo vea que no hay nada dentro de ellas que pueda propiciar un fraude; luego, cuando se realiza el escrutinio, es un acto totalmente público, se abren las urnas y se cuentan las boletas delante de las personas.
«No necesitamos observadores internacionales. El pueblo entero tiene el derecho, la posibilidad y la potestad de ser observador, y lo hace».
En sus palabras destacó, igualmente, el sistema de trabajo que se desplegó a nivel de las comunidades, el cual «demostró que, cuando se interactúa constantemente con las bases populares, de las cuales todos somos parte y a las cuales nos debemos, podemos ayudar a resolver problemas, podemos ayudar a comprender, podemos argumentar».
Acerca de los recorridos realizados en las últimas siete semanas por los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente destacó que no solo fueron para que la población aprobara una candidatura o expresara su voluntad y su comprensión con la estrategia del voto unido. Fueron reuniones donde, además –aclaró–, se plantearon los problemas que tenemos, se dio confianza a los candidatos, pero también se exigió que, al representar al pueblo, se llevaran sus problemas a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
«Ahí hay una mezcla de confianza y de expectativa en cómo los vamos a representar; una exigencia a que nos vinculemos más, a que hagamos ese tipo de encuentros más sistemático, y también una experiencia totalmente enriquecedora para todos los que participamos en ella».
Habló entonces Díaz-Canel de cuántos problemas acumulados pudieron resolverse en esos días; de la necesidad de mantener y perfeccionar ese sistema de trabajo como una prioridad de la nueva Legislatura, y del seguimiento constante que se debe hacer de todos los planteamientos.
El principal aprendizaje está relacionado con «todo lo que aporta un vínculo estrecho, directo, honesto, transparente, con la población»; de ahí su énfasis en la necesidad de continuar con estos recorridos como sistema de trabajo, que debe ser uno de los elementos que se incluya en el perfeccionamiento de la Asamblea Nacional en la próxima Legislatura.
Y ello, evaluó, debe tener también una expresión de perfeccionamiento en el Consejo de Ministros, los organismos de la Administración Central del Estado y todas nuestras instituciones, así como en los municipios.
«Hay expectativa, hay confianza, y yo creo que todos tenemos que trabajar como parte de ese aprendizaje en buscar, sobre todo, una respuesta económica a la situación que presenta el país», precisó.
¿CUÁLES SON LAS PRIORIDADES?
De esos aportes emanaron igualmente prioridades de trabajo, entre las cuales el Jefe de Estado destacó la necesidad de analizar diferenciadamente las problemáticas de cada lugar; acometer de una manera más intensa, más intencionada, acciones en función del perfeccionamiento de los municipios; la producción de alimentos; la atención a los planteamientos fundamentales que tiene la población y que están muy concentrados en agua, transporte y vivienda.
Enumeró también la importancia de elevar la calidad de los servicios y, sobre todo, al buen trato a la población, a la cual, dijo, «hay que respetar, facilitar, atender bien y no molestar; porque la actitud de la persona que da un servicio a la población no puede ser la de molestar, la de irritar, la de provocar desánimo».
Asimismo, comentó acerca del trabajo que se debe realizar para seguir fortaleciendo nuestros sistemas educativos, de salud, de cultura y de deporte; lograr la adecuada relación entre el sector estatal y el sector no estatal de la economía; combatir la inflación y los precios especulativos; dar mayor participación a los jóvenes en las tareas fundamentales; avanzar en la transformación social de los barrios y en la atención a las personas que están en situación de vulnerabilidad; eliminar cualquier vestigio de violencia hacia la mujer y cualquier forma de discriminación; enfrentar directamente y con eficacia la corrupción, el delito y la indisciplina social; así como fomentar los proyectos de desarrollo local.
Todo lo hecho y los resultados obtenidos en este proceso electoral, significó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, «nos dan la fuerza, nos ratifican las convicciones, nos da una tremenda energía para seguir avanzando, porque en estas elecciones Cuba ganó».