Miguel Díaz-Canel, presidente de la República de Cuba, convocó hoy a las fuerzas políticas que integran el Foro de Sao Paulo a movilizarse unidos para enfrentar los nuevos desafíos, junto a los movimientos sociales y populares y los intelectuales de izquierda.
Solo la cooperación y la solidaridad internacional salvarán a la humanidad de esta crisis inédita en la historia del mundo, dijo el mandatario durante su intervención en el Encuentro de Líderes a 30 años del Foro de Sao Paulo, en el que participaron los jefes de Estado Daniel Ortega, de Nicaragua, y Nicolás Maduro, de Venezuela.
Díaz-Canel fue acompañado en su discurso por José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores.
En sus palabras, el Presidente cubano evocó las figuras de Fidel y Lula, fundadores del movimiento solidario en una época en la que se proclamaba el fin de los movimientos socialistas, así como también al comandante Hugo Chávez, quien en el Foro de 2012 nos convidó a poner «sin temor la piedra fundacional de la liberación sudamericana, latinoamericana, caribeña y mundial».
La marcha de la Historia no pudo ser detenida. Los ideales socialistas reverdecieron en el traspatio del imperio con personalidad y fuerza propias, hoy es justo reconocer al compañero Lula y a los dirigentes del PT de Brasil por su desempeño al frente de la Secretaría Ejecutiva del Foro.
Esta celebración también nos permite agradecer el apoyo permanente del Foro de Sao Paulo al pueblo cubano, y en especial, la campaña de solidaridad por el levantamiento del bloqueo contra Cuba que desplegaron este año, añadió.
Mientras miles mueren cada día en territorio del imperio, los actuales inquilinos de la Casa Blanca mantienen presión permanente sobre los gobiernos que no les son afines y reciben el apoyo de los lacayos regionales que operan a favor de sus intereses, enfatizó.
En ese sentido, Díaz-Canel condenó las acciones injerencistas y violatorias del Derecho Internacional que el imperialismo emprende contra la República Bolivariana de Venezuela, reafirmó la solidaridad con el Gobierno y pueblo sandinistas, y rechazó las medidas coercitivas unilaterales que atentan contra la paz, el bienestar, la justicia y el desarrollo del pueblo nicaragüense.
Ratificamos, una vez más, nuestro más estricto apego a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los jefes de Estado y de Gobierno latinoamericanos y caribeños en enero de 2014 en La Habana, dijo.
Bajo la dirección del Partido, el gobierno de nuestra pequeña y bloqueada nación, junto a las organizaciones políticas, de masas y sociales y su pueblo, ha controlado y está venciendo, sin excesos de confianza, la COVID-19, apuntó.
Explicó que se obtuvieron indiscutibles éxitos gracias a la acción coordinada del sistema de Salud y la red de instituciones científicas del país, integrando la experiencia acumulada de 60 años de ciencia y medicina revolucionaria con las medidas adoptadas por el gobierno.
Díaz-Canel explicó que se aprobó la estrategia económica para enfrentar los efectos negativos de la pandemia, recuperar al país y alcanzar niveles adecuados de desarrollo y bienestar de todo nuestro pueblo, sin dejar a ningún ciudadano abandonado a su suerte.
En sus palabras, condenó los planes muy bien diseñados y fuertemente financiados para actuar con ferocidad e impunidad inéditas, en las múltiples plataformas que conforman el complejo escenario mediático contemporáneo, como parte de una estrategia para confundir y desmovilizar a los luchadores sociales y a los pueblos de la región.
Al respecto, señaló que el altruismo de los profesionales de la salud cubanos molesta al imperio que, en lugar de atender la grave situación de sus ciudadanos contagiados, desata una campaña de descrédito contra la colaboración médica de la nación caribeña.
Es de destacar en esta batalla la colaboración hermanada entre la Revolución Bolivariana de Venezuela, la Revolución Sandinista y la Revolución Cubana, tres revoluciones con gobiernos dedicados por entero a salvar vidas y dar bienestar a sus respectivos pueblos, añadió.
Desde Cuba continuaremos el camino independiente y soberano, con el pueblo como su principal protagonista. No habrá pandemias, ni bloqueos, ni presiones imperiales que cambien nuestro rumbo hacia un socialismo próspero y sostenible, soberano e independiente, dijo.