¡Cuánta razón tenía Fidel en creer en los jóvenes! Con esta expresión comenzó en presidente Miguel Díaz-Canel su intervención en la clausura del 12mo. Congreso de la UJC.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido reconoció la profundidad y alegría presentes en este congreso, incluso en estos tiempos difíciles y desafiantes, cuando el sector que menos crece en la sociedad es el de los menores de 30 años, señaló, y donde la niñez y la juventud se desarrollan en las condiciones de un país castigado y perseguido en su economía, pero también en sus sueños.
La juventud cubana avanza en la dinámica revolucionaria, ante una lógica imperial que pretende absorbernos, vaciarnos de sentido y aplastarnos, destacó.
De los delegados presentes en la plenaria expresó que son la vanguardia de una juventud alegre y profunda. Esa vanguardia imperfecta aún, como la sociedad que construimos es la que tiene la responsabilidad de unir y motivar a las nuevas generaciones.
Podemos decir que la juventud cubana encontró su Moncada y lo asalta todos los días.
Mencionó lo que nombró hazañas de los años recientes que, aunque llevadas a cabo por cubanas y cubanos en general, los jóvenes han tenido particular protagonismo.
Entre ellas se encuentran la creación y desarrollo de las vacunas contra la covid-19, el trabajo realizado en los centros de aislamiento durante la pandemia por estudiantes de varias enseñanzas, las labores de rescate en los accidentes del hotel Saratoga y la base de supertanqueros, el apoyo en la recuperación de las zonas más afectadas por el paso de huracanes.
Son cientos de miles de jóvenes los que participan en la defensa de la patria, afirmó, lo que aportan a la producción de alimentos y otros renglones de exportación, los que construyen , los que están al frente de las aulas, los que atienden a la población en las instituciones de salud, los juristas jóvenes que asumen responsabilidades en fiscalías y tribunales a diferentes niveles, los que suman medallas al deporte nacional, los que como médicos del alma se dedican a trabajar en las comunidades, los que desde las redes sociales defienden nuestra causa, entre otros.
Reconoció que se discutió sin eufemismo la situación migratoria nacional, que tiene un rostro mayormente joven, una juventud que considera que no podrá lograr su realización personal en su patria.
Hoy es tiempo para hablar de los que están aquí y ahora, los que sostienen al país, la Revolución y nuestro sueño de futuro, dijo.
Resaltó que contra la juventud, encargada de proyectar y soñar el futuro, especialmente se orienta el bloqueo de Estados Unidos, con terribles consecuencias para la nación.
El gran mérito de la juventud cubana que vive, estudia y trabaja aquí, es que saltan por encima de todas las dificultades que tienen para salir a luchar diariamente por una Cuba mejor, y los jóvenes han sabido probarse como jóvenes revolucionarios defensores de las mejores tradiciones patrióticas cubanas, desde los tiempos de Céspedes, comentó el mandatario.
Son también revolucionarios porque son buenos ciudadanos, son buenos revolucionarios porque se enfrentan a las dificultades diarias en el afán de cambiarlas, son revolucionarios porque se afanan de cumplir con el deber, porque se aceptan así como son, sin discriminación y sin viejos prejuicios ya vencidos por la Revolución, porque apoyaron el código de las familias como algo propio, porque disfrutan y apoyan las victorias de sus equipos cubanos de reportes, son revolucionarios porque le dan la bienvenida con los brazos abiertos a los que respetan y quieren a Cuba, pero cierran el puño y toman el fusil frente a quien intente hacernos daño, expresó.
Agregó que son jóvenes revolucionarios que saben que el capitalismo no tiene respuesta para los acuciantes males que aquejan a la humanidad, y son capaces de entender y enfrentar con inteligencia y conocimiento la batalla cultural que imponen el momento actual.
Alertó sobre la necesidad de estar alertas y movilizarse ante la emergencia de corrientes neofacistas, discursos de odio, discriminación y exclusión desde plataformas y países de la región y el mundo.
Denunció el genocidio de que es víctima el pueblo palestino a manos del régimen sionista de Israel, donde más de 30 000 civiles, mayormente mujeres, niñas y niños, ya han perdido la vida desde el pasado mes de octubre cuando comenzó la más reciente escalada de violencia contra la Franja de Gaza, en complicidad con otros gobiernos.
Para Cuba, afirmó, es ineludible reafirmar la más enérgica condena al exterminio que se perpetra, pues permanecer en silencio contra la masacre no solo es inaceptable, sino que es incompatible con la dignidad humana.
La revolución es una inmensa obra y a la vez es la vía para sostener el ideal de una Cuba con todos y para el bien de todos y para consolidar la alternativa socialista, que apuesta por el pleno desarrollo de las capacidades de los seres humanos, y por el camino que apuesta al menor grado de justicia social posible. Los últimos años y meses han sido una escuela en ese camino, refirió.
Agregó que Cuba ha debido enfrentar el escenario de un mundo pospandémico con un bloqueo de más de 63 años recrudecido, y su inclusión en una lista de países patrocinadores del terrorismo.
La intención detrás de todas estas acciones de Estados Unidos es cada vez menos encubierta, provocar un estallido social en Cuba a partir la exacerbación de las carencias y las penurias para la población. Guerra económica, guerra cultural y guerra política, no creo que exista mejor forma de definir lo que se hace contra un pequeño país que intenta mantener su independencia, su soberanía con su complejo vecino.
Alguien me preguntó en vísperas del congreso como creo que debe ser la UJC en la actualidad, dijo.
La respuesta está en todo lo que se ha debatido y consensuado en este congreso, agregó, en el magnífico informe que describe sin concesiones ni paternidades la compleja situación actual y sobre todo está en las energías juveniles que desatan las vanguardias.
Una organización juvenil de vanguardia en Cuba tiene que llevar consigo los símbolos y la historia que nos trajo hasta aquí, pero también tienen la obligación de actualizar los nuevos símbolos que emergen, agregó.
En dos años se cumplirán 100 del natalicio del Fidel. Cuba y el mundo se preguntarán qué hicieron las nuevas generaciones con el legado de heroicidad y entrega de aquellos que asaltaron el Moncada, y la respuesta a esa pregunta es un gran reto y entraña una gran responsabilidad, señaló Díaz-Canel.
No hay tarea más enriquecedora y desafiante que proponernos ser dignos herederos del pensamiento y acción de Fidel, eternamente joven y eternamente rebelde. Los desafíos siguen siendo enorme, pero la Revolución cree en sus jóvenes, concluyó.