Declaración de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en La Coloma, Pinar del Río, el 2 de octubre de 2022, «Año 64 de la Revolución»
(Versiones Taquigráficas–Presidencia de la República)
Un huracán en pocas horas nos destruye a mayor velocidad que a la que podemos recuperarnos, esa es una primera lógica que hay que tener; pero eso no nos puede derrotar, lo que hay es que unir esfuerzos, unir talentos, unir brazos, unir disposición.
También la gente se choquea, hay que salir de ese letargo de afectación y empezar a trabajar, y ahí entonces vemos cómo con ese trabajo se empieza a avanzar día a día arrancándole pedazos a la afectación.
Hay que decir que a cinco días ya Mayabeque está prácticamente recuperada, La Habana está bastante recuperada; se recuperó la Isla de la Juventud. Nos quedan más complicadas las provincias de Artemisa y Pinar del Río, en las que los daños fueron más grandes. En la misma medida en que están terminando los otros, vienen más fuerzas para acá; pero lo que se ha hecho es heroico.
Yo sé que esto causa mucha molestia en las personas porque, además de la situación acumulada que teníamos ya en la vida, dura, viene entonces otro grupo de afectaciones que provocan daños, endurecen la vida cotidiana; pero aquí hemos tenido ciclones en los cuales, para recuperarnos, hemos demorado 19 o 20 días. Hay una parte importante de provincias que ya se recuperaron en cinco días; estoy convencido de que con un trabajo intenso la semana que viene aquí esto va a tener otra cara, y después, la otra semana, ya estaremos casi en la recuperación total, fundamentalmente de la electricidad, de las comunicaciones y empezaremos con la vivienda. La vivienda siempre nos va a llevar mayor tiempo; pero cuando uno ve que hay la capacidad de movilización, hay la disposición de la gente para participar y que se empieza a avanzar día a día a ritmos altos en un grupo de lugares, nos da seguridad de que podemos vencer esta situación.
Por otra parte, todo lo que hagamos lo tenemos que hacer mejor. Por ejemplo, el trabajo que se ha hecho hoy en la recuperación del abasto de agua en Pinar del Río va a permitir que ahora tenga mejor solución de agua en las tres conductoras que la que tenía antes del ciclón. Ese es el concepto de trabajar todos, lo que hagamos aquí es para mejorar La Coloma, y así en cada poblado a partir de lo que vayamos haciendo.
Ante esto hay diferentes actitudes: hay una parte de la población que de inmediato se incorpora, de inmediato empieza a trabajar en lo suyo y después va trabajando en lo social, y ahí se va combinando lo personal, lo familiar y lo social. Hay otras personas que se aturden más, que cuesta más trabajo impulsarlas, pero después, poco a poco, cuando van viendo la incorporación de los demás, también se van incorporando.
Hay un grupo de personas que en la misma medida en que avanza la recuperación, como son los que están en los lugares más complicados que avanzan menos, o que van viendo que otros avanzan a mayor velocidad, empiezan a tener preocupaciones lógicas y hacen reclamaciones; desde una posición cívica, desde una posición decente hacen manifestaciones lógicas de las preocupaciones que tienen, y para eso todos los cuadros, todos los dirigentes tenemos que estar en función de explicar constantemente. Recuerden que ahora la información se afecta porque al no tener electricidad en un grupo de lugares no llega la televisión, no llega la radio, y es muy importante que todos los días, en todos los lugares, haya determinados horarios en que le informemos a la población por dónde andamos, cuáles son las dificultades, en qué vamos avanzando, en qué no avanzamos, qué nuevas cosas hay que hacer, qué nuevas cosas hay que propiciar.
Y, lamentablemente, hay un grupo de personas que, de una manera muy vulgar, yo diría que de manera indecente –independientemente de las afectaciones que tengan, porque fíjense que están los otros, que es la mayoría, que actúan de otra manera–, hacen unos reclamos desde posiciones de incomprensión total, retando, ofendiendo. ¿A quiénes están ofendiendo, a la misma gente que está en función de resolverles sus problemas? ¿Cuál es la lógica de eso, o a quién están sirviendo? ¿A quiénes están convocando para que les vengan a resolver los problemas, si están yendo directo contra la gente? Sería más útil que con todas esas preocupaciones que puedan tener se pusieran a ayudar a los que están en los lugares trabajando por ellos. Eso no lo podemos permitir. Manifestaciones de ese tipo no tienen legitimidad. La preocupación y el planteamiento honesto, el planteamiento decente en medio de una situación difícil lo aceptamos y lo atendemos.
La principal preocupación del país es cómo de la manera más rápida posible nosotros podemos salvar toda esta situación y mejorar dentro de esta situación; pero a estos que actúan de esa manera, que reclaman todos los derechos que da la Revolución pero que aportan poco, hay que enfrentarlos, enfrentarlos con argumentos. Aquí hay que tener en cuenta una cosa: nosotros estamos construyendo una sociedad socialista con mucho trabajo por un bloqueo que no nos deja avanzar en esa construcción socialista; pero una sociedad socialista se construye desde una centralidad en el trabajo, donde la gente aporta y recibe por lo que aporta.
Hay mucha gente que cree que todo hay que dárselo, que todo hay que ponérselo en las manos, que todo hay que resolvérselo y ellos no participar. En ese grupo de personas aprovechan los que están alentados por los odiadores, los que en estos momentos están más preocupados por el avance de la restauración de los daños en Cuba que por las afectaciones que hay en otros lugares del área, donde se avanza menos en la recuperación y que también han sido golpeados por ciclones en estos tiempos, para hacer otro tipo de expresiones, expresiones contrarrevolucionarias, tratando de hacer hechos vandálicos como cerrar vías, tirar piedras contra lugares económicos o sociales. Eso se va ya de la ley, y esas situaciones se atenderán con el rigor de las leyes que, en nuestra sociedad, desde la Constitución y desde el derecho, protegen la estabilidad de la población, protegen la convivencia social adecuada para que haya paz, para que haya armonía, para que entre todos podamos trabajar.
Hay gente que, lamentablemente, se ha manifestado –son los menos–, pero se han manifestado de esa manera y sabemos todos los nexos que tienen con toda esa contrarrevolución que desde el exterior empieza a alentar y empieza a pagar ese comportamiento.
Creo que la mayoría lo que está haciendo es incorporándose, participando, planteando preocupaciones, proponiendo cosas que se pueden mejorar, y en eso, en conjunto con todas las instituciones, tenemos que trabajar y avanzar. Pero lo otro lo vamos a enfrentar desde el Derecho, desde las leyes, tal como está establecido, como lo refrenda nuestra Constitución en función de tener tranquilidad ciudadana, en función de que no se altere el orden público, en función de que no se altere el orden ciudadano; porque, además, esas mismas personas que actúan de esa manera tienen todas las garantías que se dan en Cuba y son atendidas, y nadie dice: “a ti te pasó el ciclón y porque actúas así no te vamos a atender”. No, a todos se les atiende y se les busca también solución a los problemas que tienen.
Creo que esa es la concepción con la que tenemos que trabajar, la que tenemos que compartir, lo que tenemos que transmitir, lo que tenemos que comunicar, lo que le tenemos que explicar a todo el pueblo.
Yo diría también que hay tiempo récord. Una ciudad tan compleja, una capital tan compleja como La Habana que en cinco días tenga los niveles de recuperación que tiene hoy es un récord, y han ido logrando esos niveles de recuperación, como están trabajando los de aquí de Pinar del Río, los que están en Artemisa y los que están en otros lugares, y esos merecen reconocimiento. Pero también hay que apoyar. Alienta mucho cuando una brigada está trabajando en un poste, en un tendido, y hay una parte de la población ayudando a abrir el hueco o creando las condiciones para quitar los palos que molestan, y entre todos vamos avanzando, y entre todos vamos sintiendo ese triunfo en el avance, y entre todos vamos logrando más rápido volver a una condición de normalidad.
Esta es una provincia que ha sido muy afectada históricamente por los ciclones, en la cual todavía tenemos deudas de ciclones anteriores, y cuando tengamos más disponibilidad de recursos hay que terminar de saldar esas deudas para estar al día en todo este tipo de afectaciones a las que se les suman las de ahora, que no son pocas, ya había más de 29 000 viviendas afectadas en el territorio (Le dicen que 5 000 entre derrumbes totales y parciales ahora).
Entre todas las provincias afectadas hay más de 40 000 viviendas que necesitan acciones de revitalización, de mejoras, de reparación o incluso de construcción desde sus cimientos, porque fueron destruidas totalmente.
Hoy veo un espíritu distinto en Pinar del Río, la gente ha ido saliendo del golpe, se ve trabajo en todos los lugares. Hay que destacar también la incorporación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior y las otras instituciones; cómo han acudido allí los jóvenes, estaban en todos los organopónicos, se estaba trabajando.
Y a que todo lo que hagamos lo hagamos mejor que como estaba antes es a lo que convocamos. Así es como están trabajando los pinareños y así es como está Cuba comprometida también para trabajar por Pinar del Río, para trabajar por Artemisa y para terminar lo que nos va quedando en las otras tres provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud, que fueron afectados.
¡Hay que ponerles el pecho a las balas! Esto lo tenemos que resolver por nosotros mismos, con nuestro esfuerzo, con nuestro talento y avanzando; no es solo resolviendo la adversidad, sino superando esa adversidad.
Mucha paciencia en los cuadros, porque la gente también está en una situación muy compleja, como están en una situación compleja también los cuadros, porque esos que están dando la cara y están tratando de explicar y están tratando de convocar también tienen sus viviendas destruidas, tienen problemas familiares como los tienen ustedes aquí y como los tienen los trabajadores, pero entre todos es como podemos vencer esto.
Nadie tiene la culpa de que nos pase un ciclón, nadie tiene la culpa de que un ciclón haya destruido las cosas. Lo que sí todos tenemos la responsabilidad de superar esos daños. ¡La responsabilidad sí es de todos! Y tiene que ser así, con el esfuerzo y con la convicción de que lo podemos enfrentar.
(Aplausos y Exclamaciones.)