Se cree que el pan, junto al vino y al aceite, conforman la trilogía de los primeros alimentos procesados por el hombre, pero lo cierto es que varios milenios antes de Cristo (AC) ya hay referencias de que se elaboraba con métodos muy similares a los de la actualidad; mientras que los implementos y medios de cocción se apropian de los adelantos tecnológicos de cada época.
El color de la miga del pan era un referente para establecer la pertenencia a determinada clase social, hoy es uno de los elementos a tener en cuenta para medir los índices de precios de consumo (IPC).
La demanda de este producto, saciante y que admite numerosas combinaciones culinarias, es alta. La satisfacción de ese mercado radica en manos del sector privado, aunque el estatal prosigue asegurando la venta del normado por la canasta familiar, insuficiente en tiempos en que escasean otras ofertas.
Entre los actores económicos que se consolidan en este escenario se encuentra la pequeña empresa unipersonal Don Moreno, su dueño, Gerardo Moreno Valdés, más conocido por Gerardito, asegura que posee las condiciones para expandirse.
ANTES Y DESPUÉS DE GUANE
Las instalaciones de la Cadena Cubana del Pan de Guane están arrendadas por la Mipyme Don Moreno, allí hay olor a pan recién horneado y un ajetreo permanente en su interior: jóvenes vestidos de blanco de la cabeza a los pies que mezclan, amasan, conforman ese alimento…
El precio de venta de la libra de pan es 60 pesos, a juicio de muchos, entre ellos de esta reportera, la más barata de la provincia; es la mitad de la tarifa a la que se comercializa en la ciudad de Pinar del Río.
También garantiza entregas a las unidades gastronómicas del municipio a 15 pesos la unidad, del llamado pan bon de 50 gramos. Por ese vínculo, dichos centros pueden mantener ofertas que en otras condiciones no serían posibles.
Moreno Valdés inició como trabajador no estatal hace ya varios años, en julio de 2022. Con la flexibilización del sector creó su propia empresa, todavía disfruta del periodo de exención de pagos tributarios, no obstante, da fe de que según los cálculos de él y su equipo económico podrá cumplirlos.
“Él que le ha metido un poquito de ganas a las mipymes sabe que su economía sube. Yo inicié con un capital que ha crecido, poquito a poco, saco mis números y cuando empiece ahora a pagar todos los aportes que tengo que hacer, me da utilidad”.
Tanto es así, que en el momento de esta entrevista se encontraba en negociaciones para alquilar los establecimientos de la Cadena Cubana del Pan en San Juan y Martínez y Sandino, cuando todavía no lleva un año de constituida su empresa.
La cola en la ventanilla no cesa, “tiene buena aceptación en el pueblo el pan que hacemos, de corteza dura y suave, pesa una libra, hay mucha demanda, no damos abasto”.
Utiliza materias primas importadas; de la harina que adquiere en el exterior les vende a las entidades subordinadas a la Gastronomía para que hagan sus elaboraciones propias.
MÁS QUE EL DINERO
Sin demeritar el impacto de los beneficios económicos en su vida personal, destaca que como empresario también siente el reconocimiento social, que en el orden humano y emocional le aportan mucho, “voy con tremendo orgullo por la calle, ya la gente simpatiza con uno y te preguntan, ‘¿qué pan tenemos, el semidulce o el salado?’ y así te asocian con lo que haces”.
Asimismo, siente que es respetado por las autoridades locales, le convocan a los encuentros que por cualquier razón tengan con los directores de entidades en el territorio, ya sea en la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) o en el Partido.
“Aquí tenemos una sección sindical y un núcleo del Partido, con seis militantes, y el día 30 haremos la asamblea de ejemplares, para crecer, hay una cantera de 18 jóvenes muy buenos, todos trabajan para ofrecer un servicio al pueblo”.
En menos de un año está en condiciones de ampliarse, abarata precios en el municipio según reconocen funcionarios locales, pues por los volúmenes y calidad de sus elaboraciones constituyen un referente en el territorio.
Logra motivar a los jóvenes, no solo a la incorporación al empleo sino a la integración política y social. Es rentable, brinda servicios a la población…
POR QUÉ NO
¿Por qué las empresas con propósitos similares que solo las diferencian la forma de propiedad tienen resultados tan dispares? ¿Cómo lograr que las empresas estatales socialistas en vez de arrendar sus espacios los mantengan vitales, produciendo, generando empleos…?
Hay mucho que comparar y analizar para llevar desde el discurso hasta la realidad la eficiencia y eficacia del sector estatal, en el que también hay buenos ejemplos, pero queda un grupo numeroso de entidades que no encuentran la fórmula para insertarse en la sociedad.
Y es excelente que esos espacios que dejan se cubran, mejor si en el proceso hombres y mujeres consiguen, con su trabajo, bonanza personal y familiar, y a la par, satisfacen necesidades de la población.
No se trata de restar o excluir, es aunar esfuerzos, para que todos los actores económicos tributen al bienestar de los ciudadanos, y hoy el sector privado triunfa donde no pudo sostenerse el estatal, por lo que urge que desde una mirada crítica se replanteen estrategias que reviertan ese escenario.
El pan es un alimento básico y como producto que interviene en la valoración del IPC, (evolución del costo de vida en las naciones) en la actualidad nos muestra que ese indicador va en ascenso y desde “Don Moreno” nos llega la esperanza de que al menos pueda contenerse esa subida.