El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó hoy que el Gobierno de Estados Unidos debe ocuparse del impacto de la Covid-19 en sus ciudadanos, en lugar de atacar la cooperación médica de la isla.
En su cuenta de Twitter el canciller señaló que mientras la administración norteamericana ataca la colaboración internacional de la nación caribeña, parece estimar como aceptable la muerte de 100 mil estadounidenses.
Rodríguez apuntó que prestigiosos expertos de ese país afirman que, con medidas adecuadas y oportunas, un tercio o la mitad de esas personas que perdieron la vida por la pandemia se hubieran salvado.
De acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, hasta el 26 de mayo Estados Unidos mostraba el mayor número de casos confirmados de la enfermedad, con más de un millón 600 mil.
Era además el Estado con la más alta cifra de fallecidos, con 96 mil 909 desde que se reportó la presencia del SARS CoV-2 en ese territorio.
Fuerzas políticas en EE.UU. y especialistas de la ciencia han cuestionado la gestión de la Casa Blanca frente a la emergencia sanitaria, pues se plantea, en primer lugar, que no se dio la respuesta adecuada en el momento preciso.
El científico Rick Bright, quien dirigía la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico y fuera destituido de su cargo el pasado mes de abril, es uno de los que ha denunciado los malos manejos de la administración Trump.
Según Bright, el presidente ignoró las advertencias que se hicieron sobre el nuevo coronavirus en enero y febrero, y desechó a quienes apostaron por la ciencia y la seguridad, en favor del oportunismo político y en detrimento de la población.
En tanto, funcionarios del Departamento de Estado no cesan en su capaña de descrédito a la colaboración médica cubana, que ha contribuido a enfrentar la Covid-19 en una veintena de países.