Estados Unidos registró más de 55.000 nuevos casos de COVID-19 el jueves, un nuevo récord mundial diario de la pandemia, y las infecciones aumentaron en la mayoría de los estados del país.
El aumento de los casos de coronavirus durante la semana pasada ha puesto bajo el microscopio la gestión del presidente Donald Trump y ha llevado a varios gobernadores a detener los planes de reapertura de sus estados tras los confinamientos.
La cifra diaria de casos en Estados Unidos el jueves fue de 55.274, superando el récord anterior de 54.771 que había establecido Brasil el 19 de junio.
Los casos de coronavirus han aumentando en 37 de los 50 estados de Estados Unidos, incluyendo el de Florida, que confirmó más de 10.000 nuevos casos el jueves. Esta última cifra supuso el mayor pico diario del estado hasta el momento y supera las cifras diarias de cualquier país europeo en el punto álgido del brote.
En California, otro epicentro de la pandemia, los resultados positivos subieron un 37% y las hospitalizaciones un 56% en las últimas dos semanas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano que previamente se resistió a los llamamientos para hacer obligatorio el uso de mascarillas, ordenó el jueves que se usen en todos los condados con más de 20 casos de coronavirus.
“En las últimas semanas, ha habido un rápido y sustancial aumento en los casos de coronavirus”, dijo Abbott en un mensaje grabado en vídeo. “Tenemos que volver a centrarnos en frenar la propagación. Pero esta vez queremos hacerlo sin cerrar Texas de nuevo”.
Texas comunicó casi 8.000 nuevos casos el jueves.
Las nuevas infecciones aumentaron en 37 de los 50 estados de Estados Unidos en los últimos 14 días en comparación con las dos semanas anteriores, según un análisis de Reuters. Estados Unidos ha registrado ahora unas 129.000 muertes, casi un cuarto de la cifra total conocida en todo el mundo.
La oleada de nuevos casos ha hecho que varios gobernadores detengan o den marcha atrás a los planes de reabrir sus estados, cerrando playas y cancelando los espectáculos de fuegos artificiales para este fin de semana, cuando se celebra el Día de la Independencia.
“TODAVÍA EN LA PRIMERA OLA”
“No hemos salido de esta crisis. Todavía estamos en la primera ola de esta crisis. Requiere cierto nivel de responsabilidad personal”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom, demócrata, en su conferencia de prensa diaria sobre la pandemia.
A principios del jueves, Kansas exigió que la población se tape la cara después de un aumento del 46% en las infecciones de la semana pasada.
El cierre generalizado de empresas a principios de la pandemia devastó la economía de Estados Unidos y dejó a millones de estadounidenses sin trabajo, lo que hizo que los gobernadores se mostraran reacios a tomar medidas tan drásticas de nuevo, pese a que es probable que el levantamiento de las restricciones haya provocado el nuevo brote.
Un informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicado el jueves mostró que las reaperturas tuvieron un impacto significativo en el empleo, ya que Estados Unidos creó puestos de trabajo a un ritmo récord en junio. Sin embargo, sigue habiendo 14,7 millones de empleos menos que antes de la pandemia.
“El anuncio de hoy demuestra que nuestra economía está volviendo a crecer”, dijo el presidente Donald Trump a la prensa en la Casa Blanca.
Sin embargo, el último lote de datos recogidos por la Reserva Federal, economistas y empresas privadas sugiere que la actividad económica se ha estancado en los últimos días debido a las nuevas restricciones.
“Más que nunca, estamos preocupados por el empeoramiento de la situación sanitaria y su impacto en la floreciente recuperación. La recuperación de la movilidad y el mal uso de los equipos de protección serán un peligroso cóctel de verano”, escribió Gregory Daco, analista de Oxford Economics.
Joe Biden, que con toda probabilidad será el rival de Trump en la carrera por la presidencia en las elecciones de noviembre, criticó al mandatario el jueves.
“Deje de cantar victoria con casi 15 millones de estadounidenses aún sin trabajo debido a la crisis. Deje de ignorar la realidad de esta pandemia y la horrible pérdida de vidas estadounidenses”, dijo Biden en un discurso de campaña.