Estamos en la temporada en que abunda este fruto de buen gusto al paladar y poseedor de un alto valor nutritivo y de grasas saludables beneficiosas para la salud, según lo demuestran estudios realizados al respecto. Además del sabroso sabor y rica textura, su consumo permite un estilo de vida saludable.
Los aguacates no contienen colesterol ni sodio y son bajos en grasas saturadas por lo que rompe con las creencias de que es dañino.
El rico contenido de potasio de este fruto ayuda a mantener los gradientes eléctricos en las células y reduce la presión sanguínea –factor de riesgo alto para ataques cardíacos–, accidentes cerebrovasculares y fallo renal.
Además, los ácidos grasos monoinsaturados benefician el corazón; su ingestión diaria reduce significativamente los niveles del colesterol LDL, los triglicéridos en sangre y eleva el colesterol HDL (el “bueno”). Permite la absorción de antioxidantes de otros alimentos como la luteína y la zeaxantina, que son muy importantes para la salud ocular, pues sus nutrientes se relacionan con la disminución de riesgo de sufrir cataratas, más común en las personas mayores.
Se recomienda ingerir 100 gramos diarios y si deseas conservar la parte no utilizada, debe rociarse con unas gotas de vinagre la parte del corte, y guardarse en un recipiente herméticamente cerrado en el refrigerador.