Durante el mes de agosto la Asociación Culinaria de Pinar recibió una energía peculiar. La imaginación, la inteligencia y la alegría de un grupo de niños entre seis y 11 años colmó durante varios encuentros las aulas del recinto.
Un círculo de interés sobre culinaria, con la sapiencia y guía del chef Téllez brindó a los pequeños más que técnicas de cocina, sino que les abrió las puertas a un mundo fascinante en que eran protagonistas y a la vez aprendían sobre higiene, propiedades de los alimentos y nutrición saludable.
Opciones que acercan a las jóvenes generaciones a conocer de cerca las interioridades de la cocina cubana y universal.